El Gobierno usa la Navidad para retrasar el examen de Bruselas sobre los fondos europeos

Este tramo estaba vinculado al cumplimiento de 23 hitos y 6 objetivos que, según el Ministerio de Hacienda y Función Pública, se han cumplido a lo largo del primer semestre de 2022. Pero la realidad es que sigue faltando, entre otras cosas, el mecanismo de fiscalización del uso de esos fondos, que es precisamente lo que los inspectores de la Comisión Europea habían exigido que entrara ya en funcionamiento pleno. Además, también falta la segunda parte de la reforma del sistema de pensiones, aunque esto formaría parte de otra evaluación.

La petición de este tercer desembolso de 6.000 millones de euros debía haberse tramitado también hace meses, pero se ha retrasado debido precisamente a que en el Ministerio de Hacienda son conscientes de que faltan algunos elementos del cuadro de compromisos pactado con la Comisión Europea. La principal preocupación es que España no tiene 100% operativo el sistema de control de los recursos, Coffee.

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En la nota de prensa enviada por el Gobierno este sábado se destaca que «con la petición, remitida este viernes y formulada por la Secretaría General de Fondos Europeos, dependiente del Ministerio de Hacienda y Función Pública, España se convierte en el primer Estado miembro en solicitar el tercer desembolso y pone de manifiesto que es el país más adelantado en la ejecución de los fondos de recuperación».

Sin embargo, no se menciona abiertamente que se ha tenido que negociar esa prórroga en el plazo de análisis del cumplimiento y que esperan que se extienda hasta principios del año que viene. Según fuentes del ministerio de Economía «igual que en los casos de Italia, Chipre, Rumanía y Bulgaria, el gobierno de España ha acordado con la Comisión Europea extender el plazo de valoración en un mes más -serán 3 meses, por tanto-, para facilitar el trabajo de los equipos, teniendo en cuenta que media en este periodo las Navidades».

La Comisión Europea ha instruido a los países que no envíen las solicitudes de nuevos desembolsos «hasta que no estén seguros de que han cumplido con todos los requisitos» a los que se comprometieron y por ello el Gobierno se ha retrasado tanto en esta solicitud. En la práctica, en cambio, Bruselas ha sido más laxa respecto a este compromiso y ha permitido que se soliciten los desembolsos sin tener asegurados todos los hitos prometidos.

La realidad es que si España no solicitaba a lo largo de este mes el tercer pago existía la posibilidad de que el proceso se retrase más allá de diciembre, lo que equivaldría a detener el proceso de recepción de fondos. Las reglas imponen además que solo se pueden pedir dos tramos cada año, por lo que el retraso de este último condicionaría también futuras solicitudes.

El Gobierno justifica su optimismo respecto a la entrega de los fondos en que, afirma, ha cumplido objetivos como la entrada en vigor de la reforma de la Ley Concursal, que establece un procedimiento de segunda oportunidad, o la reforma del sistema de cotización a la Seguridad Social de los trabajadores autónomos. También alega que ha entrado en vigor la Ley relativa al Sistema Integral de Formación Profesional, así como la puesta en marcha de la Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal.

Pero la realidad es que todavía faltan pasos de vital importancia para acceder a esos 6.000 millones. Entre ellos, destaca los problemas que ha dado la herramienta de control y seguimiento de la ejecución de los fondos europeos, denominada Coffee. Se trata de un mecanismo que fue anunciado hace más de un año y medio y que hasta hace unos días no estaba a pleno funcionamiento, por lo que se seguía pidiendo parte de la información de ejecución de los fondos a las comunidades autónomas en formato excel. Tal y como ha publicado este periódico, el retraso de esta herramienta fue el que provocó que Bruselas amagara con congelar los fondos destinados a España en octubre.

Además de las dudas que todavía deja Coffee, el Gobierno tiene que solventar a futuro la papeleta de la segunda parte de la reforma de las pensiones, que es la más espinosa. El Ejecutivo se comprometió a que estuviese aprobada antes del 31 de diciembre de este año, pero ante la falta de avances que hay en las negociaciones ya está planteando otros escenarios. En concreto, tal y como ha publicado este periódico, el Ejecutivo trabaja en la posibilidad de sacar adelante un real decreto que contenga las medidas pendientes con el Ejecutivo comunitario: el destope de las bases máximas de cotización y la ampliación del periodo de cálculo de las pensiones.

Una vez recibido este tercer tramo de los fondos, por valor de 6.896 millones de euros, el Gobierno deberá pasar a las inversiones directas, entre las que hay una larguísima lista de proyectos en campos muy diversos, desde la compra de aviones contra incendios al reglamento para la sostenibilidad energética de las edificaciones.

Asimismo, el Tribunal Europeo de Cuentas ha pedido a la Comisión que establezca una fórmula para detectar y evaluar los posibles incumplimientos, de manera que el Ejecutivo comunitario pueda decidir si recorta los fondos y en qué cantidad.