El Gobierno se plantea extender los abonos gratuitos de Renfe al sector del autobús

Desde el sector del autobús aseguran que la última palabra la tendrá, como en casi todos los asuntos económicos, el Ministerio de Hacienda. Estas mismas fuentes explican que se está evaluando el coste que tendría la medida para el Estado, además de las personas que se beneficiarían de la misma.

La bonificación del 100% se limitaría en todo caso a los títulos multiviajes de autobús, como ocurre con la ayuda puesta en marcha para los servicios de Cercanías, Media Distancia y Rodalies. Afectaría a las rutas que suponen concesiones del Estado y no se descarta que, de salir adelante la propuesta, la ayuda tuviese algún condicionante adicional.

También quedaría por resolver cómo se articularía el incentivo. Los Presupuestos no recogen la iniciativa, por lo que sería necesario aprobar un nuevo decreto o que la subvención se incluyese en el previsible decreto que aprobará el Ejecutivo para extender al menos una parte de las ayudas puestas en marcha para contrarrestar la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El tiempo apremia, ya que la intención del sector es que la iniciativa entre en vigor a partir del mes de enero. En la práctica, la ayuda consistiría en ampliar al 100% los descuentos del 50% ya vigentes en los abonos y títulos multiviaje de 42 líneas de autobús interurbano de titularidad estatal. La rebaja fue implantada en septiembre y sirvió como un guiño del Ejecutivo a uno de los sectores más golpeados por el coronavirus.

El autobús lleva meses lamentando, pese a ello, el impacto que han tenido los abonos de Renfe gratuitos en su negocio. Sobre todo la bonificación de los trayectos de Media Distancia, que en la práctica suponen viajes alternativos a rutas que normalmente se cubren por carretera. Según los datos de la patronal Confebús, la entrada en vigor de los abonos gratuitos de Renfe ha provocado una caída de pasajeros cercana al 30%, un porcentaje que se une además al descenso registrado durante los últimos dos años por el impacto de la pandemia.

El Gobierno, de su lado, se ha mostrado receptivo a las reclamaciones del sector al tiempo que ha puesto en valor la implantación de los abonos gratuitos del tren que, según los cálculos del Ministerio de Transportes, han sido utilizados ya por más de 1,5 millones de viajeros.

Este entendimiento con el transporte por carretera ya cristalizó con la bonificación del 50% de los abonos multiviaje aprobada en septiembre, una medida que vencerá el próximo 31 de diciembre. El autobús, pese a ello, insiste en que la medida no es suficiente y advierten de que si no hay incentivos adicionales se desatará un goteo de quiebras dentro del sector.

El problema es que el tren se ha convertido en un eje estratégico en la política de movilidad del Gobierno. En los Presupuestos de 2023 lidera las inversiones de Transportes, mientras que el autobús se tiene que conformar con un puñado de guiños. Entre ellos, destaca una disposición adicional para bonificar las conexiones por carretera con ciudades que no tengan acceso a la alta velocidad ferroviaria. Una especie de billete combinado de tren y autobús –o tren y taxi– en el que solo se pagaría el trayecto en AVE y que comenzará con un proyecto piloto para cubrir la conexión entre Soria y la estación de tren de Calatayud. La intención del Gobierno es ampliar este tipo de bonificaciones a otras rutas si tienen buena acogida.