El Gobierno limitará el alquiler temporal a estudiantes, investigadores y «causalidades» demostrables

Lo ha dicho la ministra este miércoles en una rueda de prensa en la que ha transmitido las conclusiones del grupo de trabajo para la regulación del alquiler de temporada, que se ha reunido hoy por tercera vez. En ese marco, Rodríguez ha dicho que tras analizar las distintas propuestas, se ha resuelto con que se debe «proteger» los contratos de arrendamiento temporal, pero para los casos que se prevé y no para que los propietarios lo usen con motivo de saltarse la LAU. Con ese fin, ha dicho que se activarán distintos mecanismos y entre ellos se desarrollará el artículo III de la LAU mediante un real decreto urgente para que los alquileres temporales se ajusten a casuísticas concretas, como la que tienen los estudiantes universitarios o los investigadores, de manera que se tenga que demostrar la causalidad del contrato.

«La temporalidad dependerá de la causa. Si es por motivos escolares, el contrato será de nueve meses; si es un acontecimiento deportivo dos meses; si es una investigación un año», ha puesto a modo de ejemplo la titular de Vivienda. La idea, según Rodríguez es que, al igual que se pide la nómina para un alquiler, «se pueda requerir al inquilino para justificar que su contrato es de temporada».

El Gobierno opta así por regular los alquileres temporales tras analizar las propuestas presentadas por asociaciones relacionadas con el sector inmobiliario, agentes sociales y del colectivo de inquilinos. Para estos últimos, el planteamiento de la ministra resulta «ineficaz, perpetúan prácticas abusivas y no ofrecen una protección adecuada para los inquilinos». «El reglamento propuesto permite seguir utilizando el alquiler temporal para cobrar honorarios al inquilino o para hacerle pagar una fianza más alta de la permitida. Esto sigue siendo una brecha para burlar la regulación de precios y para aumentar el precio cada año, algo que en un alquiler habitual solo se podría hacer cada cinco años», dijeron en un comunicado el Sindicato de Inquilinas,

¿En qué se diferencia el alquiler de temporada del tradicional? El arrendamiento temporal se rige por el Código Civil y también por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) donde está distinguido como uso distinto al de vivienda. Esto permite a ambas partes pactar libremente la duración del contrato (aunque comunmente suele ser menos de un año), además de esquivar el ámbito de aplicación de la ley de Vivienda, por lo que los propietarios no se ven afectados por el tope estatal del 3% a la actualización anual de las rentas, ni tampoco por los límites al precio de las rentas y las prórrogas extraordinarias de los contratos de alquiler contempladas para las áreas tensionadas. En el último año, la oferta de arrendamientos de menos de un año se ha disparado un 56%, mientras que la oferta de alquileres permanentes se ha desplomado un 15%.

Noticia Relacionada

El Gobierno quiere dar poder a las juntas de vecinos para vetar los pisos turísticos

Antonio Ramírez Cerezo

La ministra de Vivienda asegura que la decisión es consecuencia de la jurisprudencia del Tribunal Supremo

Pero para la ministra Rodríguez se trata de una adaptación legal para perseguir el fraude y que los caseros no abusen de la LAU. «Se trata de dar seguridad jurídica y garantías a las personas que necesitan de este tipo de alojamientos», ha remarcado. También ha dicho que este fenómeno es uno de los responsables de la falta de oferta de alquiler y de los altos precios «al igual que el de alojamientos turísticos». Sobre estos últimos, Rodríguez también ha adelantado que están preparando junto al Ministerio de Justicia una nueva redacción de la Ley de Propiedad Horizontal «para empoderar» a los vecinos en la decisión de si quieren o no pisos turísticos en sus bloques.

Según ha avanzado la ministra, las conversaciones con otros grupos políticos para sacar adelante la reforma ya han comenzado, a la vez que ha asegurado que las reuniones se realizarán también con los sectores afectados, las plataformas en línea (Airbnb) y los agentes sociales.