El Gobierno da la espalda al biometano, que podría cubrir el 45% de la demanda de gas natural

Nuestro país tiene una capacidad de producción de biometano de 163 TWh/año, una cifra que permitiría cubrir en torno al 45% de la demanda de gas natural, lo que supondría reducir drásticamente la dependencia de las importaciones de esta materia prima, ya que España tiene que comprar el 99% del gas que consume.

Sin embargo, las cifras actuales de producción representan apenas un 0,1% de la demanda nacional, por lo que es imprescindible promover su desarrollo potencial, según recoge el informe 'Estudio de la capacidad de producción de biometano en España', elaborado por Sedigas (Asociación Española del Gas).

«Su capacidad de producción deja a España en una posición privilegiada para afrontar una de las mayores revoluciones energéticas que Europa tiene por delante para elevar su autonomía energética y avanzar de forma firme en una transición energética justa y ordenada».

No obstante, y a pesar de ese potencial, los datos muestran que nuestro país está en riesgo de dejar pasar ese tren. Mientras en Alemania, Francia y Dinamarca las plantas de biometano se cuentan por centenares, en España hay actualmente menos de una decena en operación. En Europa, en cambio, ya hay más de 1.300 funcionando.

El presidente de Sedigas, Joan Batalla, recuerda que «los mecanismos de incentivos gubernamentales introducidos en Francia, Alemania, Dinamarca y Suecia han resultado vitales para potenciar el desarrollo de esta tecnología y para incentivar tanto al inversor como al consumidor».

Desde el sector apuntan que el apoyo de las administraciones en nuestro país ha sido prácticamente inexistente, y aunque se están dando los primeros pasos para el progresivo desarrollo de este vector energético con la creación de la Hoja de Ruta del Biogás, siguen existiendo barreras administrativas, regulatorias, económicas y fiscales para garantizar un desarrollo robusto y estable en el medio y largo plazo.

Batalla dice que «uno de los principales retos a superar es la complejidad para obtener permisos y la demora en los trámites (por la involucración de muchas administraciones y la falta de recursos de estas) que se acaba trasladando a la ejecución de los proyectos, así como la inexistencia de un proceso de tramitación homogéneo a nivel nacional, ya que en la actualidad hay 17 procesos distintos, uno por cada comunidad.

Incluso, fuentes del sector subrayan que «lo más preocupante no es el retraso actual sino la falta de ambición a la hora de impulsar esta energía para recuperar el tiempo perdido con Europa. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) recientemente aprobado por el Gobierno plantea un objetivo de 20 TWh de consumo de biogás en 2020, una cifra que duplica el objetivo anterior pero que en el caso del biometano apenas llega al 4% del potencial que tiene el país. Además, el Pniec no especifica ningún objetivo de inyección de biometano en red en contra del objetivo indicativo del 13% marcado por la Comisión Europea».

Su aprovechamiento supondría la puesta en marcha de 2.326 plantas especializadas, que movilizarían una inversión de casi 40.500 millones de euros, el equivalente al 3,6% del PIB, y generarían cerca de 62.000 empleos, entre directos e indirectos, asociados a su operación y mantenimiento, según el citado estudio.

Joan Batalla, presidente de Sedigas, afirma que «España debe aspirar a producir un mínimo de 35 TWh de biometano para su inyección en red en 2030 ya que cuenta con un potencial de producción suficiente».

El grupo Naturgy quiere liderar este sector, ya que además de contar con una red de distribución de más de 57.000 kilómetros repartidos por 11 comunidades autónomas, está impulsando la propia producción de biometano a través de una cartera de 60 proyectos. Actualmente tiene registradas más de 250 solicitudes gestionadas por Nedgia, del grupo Naturgy, que equivalen a un volumen de producción de 9.500 GWh al año, una cifra que supondría el consumo anual de 1,9 millones de hogares.

Nedgia suma ya seis plantas de biometano inyectando gas renovable en su red de distribución de gas con una capacidad acumulada de 174 GWh/año, lo que equivale al consumo anual de 34.800 viviendas. Además de las plantas que ya están operando e inyectando gas renovable en la red de distribución, hay 14 instalaciones más en fase de construcción o tramitación administrativa con una capacidad de inyección de 741 GWh/año que se conectarán a la red de Nedgia próximamente.

Esta cifra no para de aumentar al calor del cada vez mayor número de proyectos en desarrollo de producción de biometano que están surgiendo en España y el interés social creciente por este gas renovable, cuyas cualidades son equiparables a las del gas natural. En abril de 2023, el número de solicitudes de conexión ascendía a 180. Es decir, ha crecido un 39% en apenas seis meses.

«Este incremento del apetito inversor por el biometano ilustra la necesidad de crear un marco regulatorio que incentive su producción y su distribución a través de la actual red de gas para llegar a un consumidor final que busca reducir su huella de carbono», destacan en el sector.

La planta del parque tecnológico de Valdemingómez (Madrid) fue la primera de nuestro país donde el biogás obtenido del tratamiento de los residuos orgánicos domésticos se transforma en biometano que se inyecta en la red de transporte de gas.

Actualmente son Castilla y León, Cataluña y Castilla-La Mancha las regiones que encabezan la carrera del biometano. La primera es la que suma más solicitudes de conexión a la red, con 49 peticiones (1.900 GWh en total). Cataluña tiene 46 proyectos (1.688 GWh) y Castilla-La Mancha otros 39 (1.067 GWh).

Hay que subrayar que de las nueve plantas que están funcionando en nuestro país, cinco están en Cataluña, dos en Castilla y León, una en Galicia y otra en Madrid (Valdemingómez).