El Gobierno blinda el cuestionado plan de energía de Ribera
Las grandes energéticas llevan años poniendo en duda la hoja de ruta que ideó la exministra, y que el apagón ha dejado en evidencia
El papel de Teresa Ribera debilita su puesto en Bruselas
La nuclear quedaba orillada en este plan, algo que ha generado muchas dudas
Madrid
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Iniciar sesiónLa ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, tuvo que dar explicaciones ayer sobre el apagón del pasado lunes. Se trata de su primera gran crisis en el cargo, junto a la que ya vivió con la dana en Valencia –en ese caso en ... materia más relacionada con el medio ambiente–, y ambas tienen un denominador común: debe gestionar la herencia de Teresa Ribera, ahora en la Comisión Europea. A ese legado se suma el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec), una hoja de ruta que ha sido muy criticada por las grandes compañías energéticas desde hace años.
Sin embargo, según fuentes del Gobierno consultadas por ABC, la intención es que este plan siga adelante. Sostienen que «sí o sí» se mantendrá como la guía energética que deben seguir las empresas y las instituciones públicas en materia de inversión y desarrollo. Argumentan que no hay nada que haga cambiar el rumbo. Pero no todo el mundo en el sector lo tiene tan claro.
La falta de nucleares y el 'boom' de las renovables tumbaron la red eléctrica
Raúl MasaExpertos del sector sostienen que España está expuesta a sufrir otro gran apagón. La compañía debe empezar a rediseñar un nuevo plan energético con todos estos condicionantes
El Pniec se trata de una hoja de ruta orientativa, en forma de documento, que todos los países de la Unión Europea deben tener. Además, debe ser aprobado por Bruselas. En sí mismo, no se trata de algo que tenga un cumplimiento obligatorio. Más bien se trata de unas líneas maestras para realizar una estrategia sobre la capacidad del sistema eléctrico, los planes de futuro, el desarrollo de las renovables…
Este plan, que fue remitido a la Comisión Europea de manera definitiva el pasado verano, y que marca un horizonte hasta 2030, tiene entre sus grandes objetivos un desarrollo exponencial de las energías renovables y, en paralelo, también recoge el progresivo cierre del parque nuclear.
Hasta ahora, las grandes empresas del sector habían puesto en entredicho la consecución del Pniec por tener objetivos demasiados ambiciosos. Ahora se suma un problema añadido: si el sistema eléctrico es capaz de integrar, en un periodo tan corto de tiempo un volumen tan grande de renovables.
En estos momentos hay una capacidad solar de 33,6 gigavatios (GW) y 32,3 GW de potencia eólica. Se prevé que para 2030 haya 76 GW de solar y 62 GW de eólica. Se trataría de más del doble de lo que actualmente integra el sistema. Mientras, el parque nuclear actualmente cuenta con 7,1 GW de capacidad y el Pniec prevé que solo haya 3,1 GW para 2030.
En estos momentos, pese a que todavía se desconocen las causas que provocaron los incidentes que condujeron a la caída del sistema, los expertos consultados durante esta semana por ABC apuntan a que, en gran medida, se debe a la baja inercia, calidad de la electricidad, que tienen las renovables, y que eso supuso que ante una fuerte oscilación del sistema energético no pudieran mantenerse en funcionamiento.
Grandes críticas
El malestar con respecto a este Pniec ha llegado desde todos los ángulos y tamaños. Uno de los últimos de más alto nivel fue el pasado otoño en un foro empresarial el consejero delegado de Endesa, José Bogas. El máximo directivo de la eléctrica confesaba que «se ha mejorado la demanda, al menos en intenciones, se ha incrementado lo que puede ser el consumo industrial, pero todavía no lo suficiente».
Por otro lado, el ejecutivo de Endesa aseguró en su momento que las dimensiones de la red de distribución en España «están muy lejos de poder satisfacer los objetivos de futuro», por lo que ha abogado por invertir más, si bien consideraba que es bastante buena en comparación con la de Europa.
Y es que una de las grandes críticas que ha recibido el Pniec ha sido con respecto a las infraestructuras. Pero no solo. El propio Bogas también ha advertido de problemas en la absorción de la energía de las renovables si no se refuerza la red, ante lo que destacó que hay buenas intenciones pero expresó que «no estamos nada preparados». Una situación que podría estar tras las causas que han provocado el gran apagón.
Y las críticas vienen de lejos, y ha sido una constante en todos los borradores del Pniec. En 2023, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, en una presentación de resultados, y tras ser preguntado por este plan, explicaba que «si no hay demanda (eléctrica), no se van a construir renovables». Su crítica iba por la necesidad de construir una gran demanda, pero no estaba muy convencido en que dicha hoja de ruta estuviese bien elaborada para ello.
«Ya sé que es difícil de hacer, pero lo que habrá que analizar en más detalle es de qué manera va a crecer la demanda y ver cuáles son las medidas que habrá que implantar para que podamos descarbonizar los diferentes de segmentos y para que la oferta pueda encajar con la demanda», aseguraba Galán. El presidente de Iberdrola, lógicamente, siempre ha disparado en la dirección de la electrificación en su papel de distribuidor y generador.
Malestar generalizado
En este contexto, no ha habido foro durante la puesta en pie del Pniec donde no hubiera críticas a este plan. En un evento de la patronal eólica, AEE, de 2023, gigantes energéticos como Iberdrola, Repsol, Acciona Energía, Naturgy, Greenalia y EDPR realizaron un reguero de críticas sobre el borrador del documento anterior al oficial –que posteriormente apenas tuvo cambios–.
Por ejemplo, el portavoz de la principal energética española explicaba que «me falta la ruta del mercado; me falta el cierre en la convergencia de la situación, sobre todo, saber cuál va a ser la demanda que de alguna manera asuma todos estos costes de una manera competitiva». Es decir, el Pniec siempre ha tenido una obsesión por construir mucha capacidad de renovables, pero las críticas han llegado en saber dónde se iba a consumir tanta energía.
Desde Greenalia sostenían que «teniendo en cuenta que la industria no se ha podido adaptar a la velocidad de implantación para cumplir los objetivos del anterior Pniec, esperamos que más allá de esos objetivos ambiciosos, también digan cómo vamos a conseguirlos». Y en Acciona Energía eran igual de rotundos: «Es complicado, muy complicado, cumplir con el actual Pniec».
Almacenamiento y más
Otra gran preocupación que han mostrado todos los sectores, sobre todo los más relacionados con las renovables, tiene que ver con el almacenamiento energético.
Se trata de algo esencial, puesto que esta tecnología tiene que servir la energía según la produce, y mientras que no haya sistemas para guardarla durante algún tiempo tiene mucho menos valor. Sin embargo, según diversas fuentes consultadas, la regulación apenas se ha empezado a desarrollar, y eso es un contratiempo.
Algo similar sucede con la eólica marina. Grandes promotores aguardan con incertidumbre a que el Gobierno termine de ejecutar el marco regulatorio. Mientras, las inversiones están paradas.
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