Los gestores administrativos auguran récord de concursos a final de año y un «otoño durísimo»
Aseguran que hay más de 100.000 empresas en riesgo de desaparición por el sobreendudamiento y el aumento de costes que sigue cuestionando la rentabilidad de las pymes
Madrid
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Iniciar sesiónOtoño caliente de quiebras y desapariciones de empresas. Ese es el diagnóstico que están realizando algunos de los principales representantes empresariales ante los tambores de recesión que ya ensordecen a la economía y las dificultades que las compañías van a tener para financiarse con la ... subida de tipos. Y todo, con el fin de la moratoria concursal (caducó el 30 de junio) como telón de fondo, que anuncia recórd de concursos de acreedores para final de año. Lo augura el Consejo General de Gestores Administrativos, que apunta a que se pueden llegar a acumular hasta 13.000 procesos al cierre de 2022.
Pero para el presidente de los Gestores Administrativos, Fernando Santiago, esta sigue siendo una cifra muy por debajo del resto de países europeos, «en cuanto a la dificultad que tienen las empresas en España para presentar el concurso». Lo que deriva en una situación todavía más grave porque aboca a miles de pymes a la desaparición. «Hay más de 100.000 empresas en riesgo de perderse; llegaremos a los 13.000 concursos, pero las más de 85.000 restantes tendrán dificultades para sobrevivir y están abocadas a echar el cierre», estima Santiago. «El procedimiento concursal es un sistema de protección de la empresa cuando tiene problemas financieros, de liquidez o de pago y la nueva reforma concursal tampoco presenta facilidades de acceso para las pymes», apostilla.
El líder de los gestores administrativos pronostica un escenario complicado por el sobreendeudamiento de las pymes y autónomos, la falta de tesorería y las dificultades para seguir financiándose. «No hay rentabilidad. Los costes se han doblado y las pequeñas firmas no pueden permitirse subir precios ni salarios a sus trabajadores», explica. Por lo que no sitúa hasta 2025 la recuperación de un segmento que representa al 95% del tejido empresarial español.
Especial enfásis pone Santiago sobre los problemas que siguen existiendo con los crédirtos ICO, sobre todo, «en los sucesivos plazos fijados para ampliar carencias y plazos de amortización». En concreto, señala que «no se entiende que se sigan estableciendo nuevos períodos para ampliar plazos si no es porque existe una fuerte presión sobre la liquidez de las pymes«. «No es sostenible que nos digan los bancos que las pymes no están solicitando las ampliaciones con que se sigan abriendo nuevos períodos para ampliar los plazos y cuando todos los agentes están de acuerdo con la existencia de graves problemas de liquidez que asolan a los pequeños negocios. Alguien no dice toda la verdad, y estoy seguro de que no son las empresas ni los autónomos», apostilla Santiago.
Con todo, Santiago augura un verano de euforia de gasto entre los españoles, que vendrá sucedido de «un otoño durísimo» y de un 2023 donde las empresas no crecerán. « 2024 será el año de las medidas para iniciar la remontada y hasta 2025 no volverá la recuperación».
Un mercado laboral adverso
Los gestores administrativos también señalan los problemas que siguen encontrando las pequeñas empresas para contratar. «La subida del SMI, las cotizaciones que están al 36% para una empresa... percibimos a pie de calle es que los pequeños empresarios están preocupados con la reforma y que la subida del SMI de los dos últimos años les ha supuesto un fuerte crecimiento de los salarios, así como abortar nuevas contrataciones previstas», apostilla Santiago.
A pesar de la moratoria concursal
Las insolvencias empresariales se disparan un 25,5% en junio
En junio se produjo un incremento de las insolvencias empresariales de un +25,46% con respecto al mismo mes del año anterior, situándose en los 478 concursos, según los datos de Solunión. «Tras el fin de la moratoria y la demora en la entrada en vigor de la Ley Concursal, nos encontramos ante un escenario con una fuerte aceleración de concursos, resultado del elevado número de empresas que han estado aguantando de manera artificial. Por ello, resulta esencial esa entrada en vigor de la nueva Ley, que tiene como objetivo la anticipación; el fomento de los procesos de reestructuración temprana de empresas viables, evitando las declaraciones concursales, a fin de asegurar su continuidad; así como la flexibilización de la exoneración de las deudas a empresarios o personas físicas insolventes, favoreciendo la segunda oportunidad», indica Nieves Mendoza, directora de siniestros y recobro de Solunion España.
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