la crecida de los ingresos tras la pandemia
La generalización del pago con tarjeta coloca dentro del radar de Hacienda más de 40.000 millones de gasto oculto de los hogares
Un informe de un inspector de Hacienda para Esade atribuye a la reducción de la economía sumergida la mitad de los ingresos extra por IVA de 2022 y 2023
Hacienda habría obtenido más de 6.000 millones adicionales en esos ejercicios por este fenómeno

El centro de pensamiento en materia de políticas públicas de la escuela de negocios Esade decidió hace ya algún tiempo profundizar en las razones del fenomenal comportamiento de los ingresos por impuestos en los años inmediatamente posteriores a la pandemia y dejó la tarea ... en manos del inspector de Hacienda y director del Foro de Fiscalidad de Esade EcPol, Francisco de la Torre. Lo que ha encontrado llama poderosamente la atención.
Según la información que ha cruzado de fuentes como la estadísticas tributarias, los análisis del Banco de España o los datos de la Contabilidad Nacional, el repliegue de los pagos en efectivo y la generalización del pago con tarjeta hasta en compras de pequeña cuantía ha situado bajo el radar de Hacienda más de 40.000 millones de euros de gastos de los hogares que hasta el año 2019 no existían a efectos fiscales y ha impulsado la recaudación por impuestos hasta el punto de explicar alrededor de la mitad de los ingresos adicionales por IVA obtenidos en los ejercicios récord de 2022 y 2023.
En 2022 el Estado recaudó 12.207 millones de euros más por IVA que en 2019 con el PIB y el consumo de los hogares en niveles muy similares a los del último año antes de la pandemia. «Aquí hay recuperación económica, aumento del empleo, inflación y diversas medidas fiscales, pero todo este agregado deja una parte del aumento de recaudación sin explicar«, asegura el autor del estudio. »Creo que hay dos razones que explican esos 'residuos impositivos' de los que hablaba el Banco de España. Por una parte, la inflación, que ha impulsado los ingresos por IRPF por el efecto de la llamada progresividad en frío; por otro, la reducción de la economía sumergida, debida a la mayor utilización de medios electrónicos, que dejan rastro, y la correlativa reducción del efectivo«.
De la Torre ha seguido el rastro de este fenómeno en el IVA, que es el impuesto donde aparece con mayor claridad. Lo que ha encontrado es que en los tres primeros trimestres de 2019 el gasto en consumo de los hogares sujeto a IVA sobre el total supuso el 64%, cayó al 59% en 2020 y repuntó con fuerza hacia el entorno del 71% en 2022 y 2023. Dado que ese porcentaje no se ve afectado por el cambio de precios (es decir, por el fenómeno inflacionista) ni por las eventuales variaciones que se produzcan en los tipos impositivos y que el único fenómeno que los podría justificar, un cambio en el patrón de consumo hacia bienes y servicios exentos de IVA, no se aprecia según los datos del INE, concluye que esa alteración solo se puede deber a que se ha producido un incremento del consumo sujeto al impuesto debido a la reducción de la economía sumergida.
Los datos son abrumadores. De 2019 a 2022 el gasto en consumo de los hogares sujeto al IVA se incrementó en 70.924 millones de euros, de los cuales solo 29.782 millones se explican por el incremento nominal del consumo de los hogares que se puede atribuir a la inflación. Por tanto, hay 41.142 millones de euros que solo pueden explicarse, a juicio del autor, «por un mayor volumen de consumo sometido a gravamen» y por consiguiente por una mejora del cumplimiento tributario de los consumidores.
«No ocurre siempre que las empresas en economía sumergida se regularicen y pasen a funcionar en economía formal», advierte De la Torre. «También puede ocurrir, que una empresa que antes declaraba cinco ventas ahora pase a declarar ocho ventas, de las diez que realiza cada día. Incluso puede ocurrir que una empresa en economía sumergida cierre y sus ventas sean sustituidas por más ventas de empresas que tributan con normalidad«.
El asunto es que de los 12.207 millones de euros de mayor recaudación en IVA generados en el año 2022, el estudio de Esade concluye que 6.282 millones de euros habrían llegado por el canal del afloramiento de pagos que antes no tributaban. Una buena noticia para las arcas públicas ya que, a juicio del autor, se habrían consolidado en la cuenta de ingresos fiscales del Estado.
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