Garzón reconoce un otoño «difícil» por las movilizaciones para exigir la subida del SMI

El motivo de las manifestaciones: la subida salarial para afrontar el incremento de costes por la espiral inflacionista, sigue siendo un punto de discrepancia entre sindicatos y Gobierno. Aunque Garzón ha reconocido su «preocupación» por las dificultades que afrontan las familias y el hecho de que los salarios no han evolucionado acordes a la productividad, su postura difiere de la subida salarial y apuesta por gravar los beneficios de las grandes empresas, en línea con los impuestos a la banca y energéticas impulsados por el Ejecutivo.

La respuesta se produce dos días después de que el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, hiciese un llamamiento al Gobierno para subir el salario mínimo interprofesional (SMI) en torno a un 10%, en términos similares a la inflación, para llevarlo de los 1.000 euros mensuales actuales a 1.100 euros al mes.

«Si no hay cambio de posición por parte de CEOE, habrá movilizaciones en otoño. No vamos a permitir que los salarios pierdan poder adquisitivo. La inflación no es la misma que la del año pasado. Habrá grandes movilizaciones en nuestro país a partir de septiembre si no hay un acuerdo que permita poder adquisitivo«, ha afirmado Álvarez en declaraciones a los medios el pasado lunes.

El ministro de Consumo también ha destacado la importancia del real decreto aprobado ayer por el que los grandes mataderos tendrán que instalar sistemas de videovigilancia a partir del 24 de agosto de 2023.

La medida convierte a España en el primer país de la Unión Europea con sistemas de vigilancia para el control del bienestar animal y afectará a un total de 700 mataderos según afirmó el ministro. Las imágenes deberán abarcar las instalaciones en las que se encuentren animales vivos, incluyendo las zonas de descarga, los pasillos de conducción y las zonas donde se proceda a las actividades de aturdimiento y sangrado hasta la muerte de los animales, a excepción de las zonas de espera del transporte.

«En los últimos años hemos visto imágenes terribles en el momento del sacrificio y en el traslado de los animales a lo largo de pasillos del matadero, lo que generó una alarma del sector, de colectivos animalistas y de ciudadanos en general y por eso surge esta norma que establece esta obligatoriedad (de cámaras) en todos los momentos en el matadero«, ha explicado Garzón.