tensiones en la organización empresarial
Garamendi busca candidato para competir con Cuerva en Cepyme
Los choques en asuntos clave llevan al presidente de la CEOE a preparar una alternativa con su aval para las elecciones de la patronal de pymes
Primeros espadas estarían buscando opciones para evitar un cisma entre los empresarios en un momento de gran tensión con el Gobierno
Garamendi nombra nuevo equipo en CEOE: Sánchez Llibre pierde Relaciones con las Cortes y Garrido asciende a vicepresidente primero
Las aguas están revueltas en la patronal. Desde el pasado verano el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, busca un candidato para disputar la presidencia de la Cepyme a Gerardo Cuerva en las elecciones que su organización celebrará este año. Los roces que han ... mantenido en asuntos clave, como la reforma laboral o las distintas visiones sobre cómo dar respuesta a los golpes del Gobierno, han llevado al empresario vasco a buscar un perfil, con su aval, que pueda plantar cara al responsable de las pymes en los comicios tras haber perdido su confianza.
Los despachos de la sede de Diego de León 50 en Madrid son un hervidero mientras pesos pesados en la organización buscan opciones para evitar un cisma en la patronal en un momento muy delicado, de fuertes tensiones con el Gobierno, y con la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, abriendo camino a la patronal amadrinada por Begoña Gómez, Conpymes, en las instituciones del Estado y en el diálogo social, con el objetivo último de cambiar las reglas que miden la representatividad.
Los motivos que habrían llevado al jefe de la patronal a tomar la decisión de intentar desalojar a Cuerva de la dirección de Cepyme son varios, pero dos de ellos supusieron un antes y un después en la relación de dos pesos pesados en la organización: los desencuentros sobre la reforma laboral, que CEOE firmó en 2022 con el Gobierno y los sindicatos, y el manifiesto que la organización de pymes presentó el pasado julio por todo lo alto en sociedad para defender la libertad de empresa. Cuestiones como el posicionamiento sobre los indultos del 'procés' también han pesado.
Los cambios laborales que llevan el sello de CEOE levantaron ampollas en sectores de la patronal y uno de ellos fue Cepyme. Aunque Cuerva fue, junto a Garamendi, uno de los firmantes del acuerdo, no escondió sus reticencias sobre el texto, como tampoco lo hizo la patronal madrileña CEIM o la agrícola Asaja. Y aunque el comité ejecutivo aprobó aquel texto por mayoría, los críticos no se mordieron la lengua y aseguraron que no era la reforma que necesitaba España, que introducía más rigideces y que era nociva para algunos sectores como el campo, por la limitación que hacía de la temporalidad, teniendo en cuenta la estacionalidad del sector.
El elegido cierra filas
Casi un año después de aquel primer choque público, el 23 de noviembre de 2022 Garamendi fue reelegido para un nuevo mandato de cuatro años, en unas elecciones convulsas en la que se batió con Virginia Guinda, la candidata de Josep Sánchez Llibre y última baza del presidente de Fomento tras el rechazo de Gerardo Cuerva, el candidato más firme, aunque hubo otros, que optó por cerrar filas con el patrón de patronos.
Un mes después de renovar en el cargo Garamendi anunció quién le acompañaría en su próxima travesía, lo que se convirtió en un reparto de premios y castigos. Designó a Miguel Garrido presidente de CEIM, no pocas veces crítico con su gestión, pero hombre de su total confianza, como vicepresidente primero, lo que dejaba claro quién iba a ser su número dos. Con este movimiento el líder de CEOE también buscaba el apoyo de una de las grandes patronales, y neutralizar uno de los grupos de voces más críticas con su gestión, junto a Cepyme, en lo que atañe, sobre todo, a los pactos alcanzados con Yolanda Díaz. El presidente de Cepyme, que por presidir esa organización es vicepresidente nato según los estatutos, era el que hasta ese momento hacía las veces de segundo, acompañando a Antonio Garamendi como pareja institucional; ha acudido, y lo sigue haciendo, en nombre de Cepyme, a todas las negociaciones del diálogo social.
Tras la reforma laboral, el momento más tenso entre la dirección de CEOE y Cepyme llegó el pasado mes de julio, cuando Gerardo Cuerva presentó un manifiesto para defender la libertad de empresa en España, cuya iniciativa no fue vista con muy buenos ojos por Antonio Garamendi, aunque sí recibió mucho respaldo interno.
Manifiesto de la Pyme
La asamblea anual de la patronal de las pymes se convirtió en un acto en el que las pequeñas empresas levantaron la voz contra el Gobierno arropados por la presidenta de Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que inauguró el acto que Antonio Garamendi clausuró, y en el que pequeños empresarios de toda España leyeron el 'Manifiesto de la pyme española. Por la libertad de empresa' con el que la organización pasaba abiertamente al choque con el Gobierno. Por la dignidad de empresa, por el cese del control y la sobrerregulación, por el respeto a la negociación colectiva, por la flexibilidad interna y por unas cargas sociales y una fiscalidad que no lastren la competitividad fueron algunas de las reivindicaciones que incluyó aquel texto con el que dijeron basta a las políticas del Ejecutivo.
Cuerva destacó entonces que el Gobierno buscaba «interlocutores sumisos para ejecutar su ataque a la empresa» y pronunció frases como: «Se está demostrando que hay poco espacio para la empresa privada ante un Gobierno que adopta tesis comunistas. Negociar en estas condiciones resulta muy difícil, a veces hasta nos parece estéril, pero hay que seguir negociando».
Tras la reforma laboral y el manifiesto, un tercer capítulo tensionó la relación Garamendi-Cuerva: los indultos del 'procés'. Una entrevista del presidente de CEOE en RTVE desató una cacería política contra el empresario vasco y disgustó a su propia organización después de que este asegurara que los indultos eran una herramienta que contemplaba el estado de derecho, evitando posicionarse a favor o en contra. En aquella ocasión voces como la de Cuerva o Garrido fueron muy claros en contra de la medida.
Mandatos y sueldo
Pero pese a las discrepancias públicas sobre asuntos puntuales, Cuerva siempre ha cerrado filas con CEOE en asuntos capitales, como el daño que pueden hacer a las pymes la rebaja de jornada, el alza del salario mínimo o la subida de cotizaciones. También ha respaldado al dirigente vasco en asuntos clave, como el cambio de estatutos para eliminar la limitación a dos de los mandatos en la organización, que daba vía libre al presidente para seguir hasta 2030, y cuándo se hizo público el sueldo de Garamendi, y volvió a desatarse una corriente de críticas.
De momento, el jefe de la patronal no ha encontrado el candidato para disputar la presidencia de Cepyme al empresario granadino en unos comicios en los que revalidaría su tercer mandato. Este ingeniero industrial ocupó la presidencia de la organización cuando Garamendi la dejó en 2018 para acceder la presidencia de CEOE, hasta entonces en manos de Juan Rosell.
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