Funcas avisa de una segunda ola de inflación que empujará el IPC cerca del 5% de aquí a fin de año

«La inflación se va a quedar con nosotros por algún tiempo más», ha resumido el director general de la entidad, Carlos Ocaña, durante el acto de presentación de la actualización de las proyecciones económicas de Funcas, uno de los institutos de análisis más prestigiosos del país y el que se encarga de configurar el consenso del mercado en su célebre panel de previsiones. Las proyecciones de la institución apuntan a que este año el año IPC medio cerrará en el 3,8% y que el año que viene se mantendrá en un nivel similar, del 3,6%, aunque con un perfil decreciente, que hará que probablemente se llegue a diciembre de 2024 con la inflación en el 2,5%, aún por encima de ese dato del 2% que constituye la cifra-objetivo de las autoridades monetarias.

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El jefe de análisis de Funcas ha advertido, no obstante, de que estas proyecciones están amenazadas por riesgos que podrían hacer que la inflación fuera más intensa y más persistente. Singularmente, la agitación geopolítica que de mantenerse en Oriente Próximo podría generar un incremento más prolongado del encarecimiento del petróleo y por consiguiente unos mayores niveles generales de inflación.

En este contexto de inflación alta y tipos de interés altos, la economía española "está resistiendo bien", según Raymond Torres. Funcas ha retocado al alza hasta el 2,4% su previsión de crecimiento de la economía española como han hecho todos los institutos de análisis tras la revisión al alza del crecimiento de los tres últimos años por parte del INE, pero ha ajustado a la baja su previsión para 2024 que sitúa en el 1,5%, en el rango bajo de la horquilla de las previsiones formuladas hasta ahora por casas de análisis y organismos internacionales.

La institución detecta una acumulación importante de indicios que apuntan a una desaceleración de la economía, como la ralentización del empleo, el endurecimiento cada vez mayor del acceso a la financiación bancaria, la caída de las ventas de las grandes empresas o el perfil cada vez más negativo de los indicadores de confianza de empresarios y consumidores, pero también elementos de fortaleza como la resistencia del empleo, la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores, que según Funcas encadenarán entre 2023 y 2024 dos ejercicios recuperando poder adquisitivo; o la aportación de los fondos europeos, que harán que la economía siga creciendo por encima de la media de la eurozona y recortando el diferencial de crecimiento abierto tras la pandemia.

El director general de Funcas, Carlos Ocaña, ha deslizado que esta ventaja comparativa debería ser aprovechada por España para reducir su principal vulnerabilidad: el estado de las cuentas públicas. Las proyecciones presentadas este jueves por la institución advierten de que en ausencia de medidas adicionales las administraciones públicas españolas no reducirán su déficit público hasta el 3% del PIB hasta el año 2028 -el objetivo que el Gobierno se ha comprometido a alcanzar con Bruselas al cierre de 2024- , y de que a esas mismas alturas la deuda pública continuará por encima del 100% del PIB.

Funcas prevé que el déficit público cierre este año en el 4,1% y baje el año que viene hasta el 3,6%, por encima del umbral del 3% del PIB que exige Bruselas para no incluir a los países en su mecanismo de vigilancia reforzada de las cuentas públicas. La institución entiende que "el ajuste de las cuentas públicas es inaplazable" y también que cada año que pase va a ser más complicado por el crecimiento de la cuenta de gasto por intereses, que crecerá un 36% en solo dos años y en 2024 llegará a 41.000 millones de euros, más de lo que se recauda por el Impuesto de Sociedades en todo un año.

Otro dato preocupa a los analistas de la institución y es que por primera vez en una década desde ese año los títulos de deuda que coloca el Tesoro Español en el mercado se pagan más caro que los bonos u obligaciones a los que sustituyen, lo que supone otro factor al alza del gasto asociado a la deuda.