Especial posgrados
Una oportunidad para abrir la mente, ampliar contactos y dar solidez al currículum
Los estudios de posgrado en el extranjero ya son algo más que un valor añadido en áreas como la gestión empresarial
Las demandas del mercado buscan el perfil de un estudiante que pueda salir de su zona de confort para
El mercado demanda cada vez más un perfil internacional de los candidatos. Es algo que los alumnos saben y que las propias universidades y escuelas de negocio impulsan, más allá de todos los programas de movilidad creados en el marco de la Unión Europea. ... Supone para el estudiante una oportunidad para dar mayor solidez al currículum pero también para abrir la mente y ampliar la red de contactos. Ya son muchos los estudios de posgrado que se pueden realizar en el extranjero, a través de acuerdos de los propios centros, consiguiendo, además de una nueva experiencia, una doble titulación.
Hay áreas en las que la estancia internacional se está convirtiendo en algo necesario para poder entrar en el mundo laboral. «Para tener una carrera profesional en el mundo de la gestión, sea para trabajar en España o fuera, tienes que tener un perfil internacional. Ya no es cuestión de diferenciarte, sino un requisito», resalta Mikel Larreina, vicedecano de Relaciones Institucionales de la Universidad de Deusto. La experiencia educativa en el extranjero es imprescindible porque «las grandes empresas necesitan este perfil de candidatos y para las pymes está adquiriendo una mayor importancia la venta al exterior», añade.
Larreina cree que ahora hay un mayor interés de los jóvenes por irse fuera, aunque no es algo nuevo, y «se aceleró con la crisis de 2010 en España cuando muchos se tuvieron que ir a otros países». Igualmente ayuda la presencia de extranjeros en los centros españoles, «porque se genera ese ambiente internacional que se va contagiando». Recuerda además que el proyecto de universidad europea que tiene la UE va en esta línea de experiencia internacional, pero asegura que es complejo implementarlo en algunos programas. Exige además mucha coordinación entre universidades «que colaboramos a la vez que competimos y todo ello exige tener una relación engrasada donde sepas cuando ceder, coordinarte mejor…Necesitas muchos años de relación».
En el caso de la Universidad de Deusto, donde los másteres tienen un año de duración, uno de los posgrados estrella en internacionalización es el European & International Management (EIBM) que se imparte con Bradford (Reino Unido)y Audencia (Francia). Se desarrolla en español, francés e inglés e incluye movilidad entre las tres universidades y unas prácticas de 3-6 meses. «Buscamos un perfil muy específico, personas con carrera internacional en donde la inmersión cultural es clave», resalta el vicedecano. En Deusto cuentan con otros programas específicos para poder estudiar fuera y dan también la oportunidad a los estudiantes de máster de prolongar sus estudios dos meses en alguna universidad extranjera.
Salir fuera de la zona de confort
Una estancia en el extranjero no está exenta de dificultades, por los sacrificios personales y económicos que puede suponer, pero son muchas las ventajas que tiene optar por esta experiencia. «Implica exponerse a situaciones diferentes. Con 22 años, hay alumnos que solo están habituados a estar con gente muy similar a ellos, que han realizado un plan de estudio parecido. Pero no están habituados a otra forma de pensar», explica el vicedecano de Relaciones Institucionales de Deusto. En las experiencias en el extranjero, «encuentras diversidad de edades, situaciones familiares o de orígenes muy distintos. También diversidad de profesorado y exposición a otro tipo de empresas. Vas a tener particularidades que no conoces y que te va a llamar la atención, planteándote muchas cosas, a nivel personal y profesional».
Doble titulación
En la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) tienen cada año 1800 estudiantes en movilidad en los diferentes programas existentes. «Siempre tenemos la idea de que la mayor parte de los estudiantes, sea en grado o posgrado, tengan la experiencia internacional», afirma Alberto Almendra, adjunto al vicerrector para movilidad y programas europeos de la UPM. En el caso concreto de los másteres, cuentan con más de 80 acuerdos de doble titulación, «prácticamente todas las que conducen al título de ingeniero. Es donde intervenimos más nosotros, porque pensamos que es donde tiene más interés para los alumnos», resalta.
El esquema general de estos programas supone estudiar un año de máster en España, otro en el país elegido y «realizan un semestre adicional logrando así un doble título lo cual es una de las grandes ventajas porque te abre más oportunidades laborales», explica Almendra. Han notada cada vez más interés en los alumnos por realizar el máster fuera y en algunos destinos hay mucha demanda.
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Los acuerdos de la UPM no se centran en universidades europeas sino que también colaboran con Latinoamérica, «donde hay muy buenas universidades que muchas veces se desconoce», EE.UU y China, entre otros. Tal y como señala el vicerrector, «buscamos una relación a largo plazo con las universidades ya sea para estudios de máster, investigación o doctorado». Si bien en España el doctorado no está muy valorado en el sector privado, «en otros países, como Alemania, un título de doctor significa un trampolín económico. Poder estudiarlo allí es una gran ventaja para el alumno».
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