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ESPECIAL Universidades

Clases magistrales de innovación, motivación y creatividad

Tres profesores reconocidos por su labor educativa explican a ABC sus propuestas para innovar en el aula

Así trabajan algunos de los profesores más sobresalientes de España

Ángel Sapena Bañó, Premio Mandarina 2024 al Mejor Profesor Universitario ABC
Belén Rodrigo

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El trabajo de los profesores en las aulas resulta cada vez más exigente. Motivar a los alumnos y conseguir que asimilen los conocimientos son dos de los objetivos de cualquier docente. Y a algunos de ellos se les reconocen sus propuestas innovadoras que rompen con los esquemas educativos tradicionales integrando tecnología que va más allá de lo memorístico para premiar la iniciativa y la creatividad del estudiante.

Uno de estos docentes es Ángel Sapena Bañó, un joven de Xàbia, subdirector de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial-ETSII de Cátedras, Emprendimiento y Generación Espontánea de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Se doctoró en Ingeniería Industrial en dicha universidad en 2014 donde también es profesor titular en el departamento de Ingeniería Eléctrica. Ha recibido recientemente el 'Premio Mandarina 2024' como el mejor profesor universitario. Sapena es el responsable de la iniciativa Indushack, un hackathon de ingeniería industrial. «Sentado con el director de la escuela pensamos que hacía falta un espacio donde los estudiantes pudiesen resolver un reto. A los ingenieros nos gusta cómo funcionan las cosas y resolver retos», explica el profesor.

En el paso de su época de alumno a la de profesor Ángel ha sentido varios cambios, a ambos lados. «Hemos integrado metodologías más activas y se ha roto la barrera entre profesor y alumno. Antes se tenía más respeto al docente y la barrera era más evidente», cuenta el profesor premiado. Resalta el cambio importante que se ha producido con la evaluación continua porque «antes te la jugabas en un examen y ahora usamos otros métodos de evaluación como proyectos, trabajos, etc…», añade.

Ha sentido también mudanzas con la introducción de las tecnologías en el aula. «Ahora muchos toman apuntes con el ordenador o en la 'tablet', hacen foto de lo que escribes en la pizarra e incluso a veces te graban sin pedir permiso. Y no prestan atención por un tiempo prolongado», explica. Es consciente de que con las redes sociales los jóvenes quieren algo más inmediato y por eso «tienes que hacer algo diferente para captar la atención y que no se vayan mentalmente», puntualiza.

En cuanto a los alumnos en sí, siente que «llegan menos preparados y sobre todo en ingeniería». Además, «antes trabajábamos bajo presión y sabías que incluso podías trabajar y no siempre aprobabas. Ahora llevan peor trabajar con la frustración». Otro aspecto que resalta es el de una peor comprensión lectora, «inferior a la que había anteriormente», con una peor manera de expresarse.

A pesar de todos estos cambios, este ingeniero cree que el papel del profesor sigue siendo fundamental. Reconoce que si bien tienen fuentes de información «que nosotros no teníamos, les llega información de muchos lados. Y muchas veces creen más a los otros que al profesor». Por eso los docentes deben conseguir que los jóvenes «desarrollen la capacidad analítica, para analizar el mensaje y saber si la información que tienen es cierta o no». Él ha sabido utilizar herramientas que la universidad pone a disposición de los profesores y ha logrado que «estén más conectados, participen más y retengan mejor los conceptos».

Apuntes de arte

Carmen González-Román es Doctora en Historia del Arte y profesora titular del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Málaga. Es investigadora y ha participado en varios proyectos de innovación educativa y con uno de ellos, 'Apuntes de arte', ha recibido el Premio al mejor Proyecto de Innovación Docente 'Juan Carlos Ruiz Souza'. Lleva más de 12 años impartiendo la asignatura de Teoría del Arte así como Estética, «los huesos duros de la titulación», como ella misma las define. Y por más que intenta que la clase sea dinámica y que no caiga en estudio memorístico, no siempre se consigue. Por eso puso en marcha en 2019 este proyecto. «Quise aprovechar que Málaga es la ciudad de los museos y la intención era involucrar a los estudiantes en el ecosistema museístico», explica la docente.

Para todo ello se puso en contacto con su compañero Juan Francisco Rueda, crítico de arte. «Hablé con él para que los estudiantes contacten de primera mano con museos, centros de arte, galerías…. para que hagan críticas de arte. Que empezasen a visitar estos espacios porque era increíble que estando en Málaga no iban a los museos de la ciudad», cuenta la profesora. Para empezar con el proyecto crearon talleres formativos y más tarde de comisionario artístico una vez que «en la carrera no existen estas dos materias y la orientación que buscamos es profesional», indica Carmen González-Román. Así los alumnos adquieren los conocimientos básicos para que puedan optar a esa oferta de plazas específicas en esos entornos culturales. «Desde hace varios años también ofrecemos talleres de mediación en museos de arte para que los estudiantes aprendan cómo hacer llegar al público las obras de un museo con lenguaje visual, empatía, mediación», añade.

Imagen - «Hay que sacar provecho de los nativos digitales, dar la vuelta a la idea de que están desmotivados»

«Hay que sacar provecho de los nativos digitales, dar la vuelta a la idea de que están desmotivados»

Carmen González-Román

Destaca sobre todo que son los alumnos de grado, máster y doctorado los grandes protagonistas del proyecto, quienes gestionan las redes sociales, se ponen en contacto con las instituciones, etc. El profesorado, por su parte, corrige la crítica de arte, la narrativa… «Y están entusiasmados con el proyecto», asegura su promotora. Reconoce que hay mucha vocación por detrás de este tipo de ideas que les lleva mucho tiempo, pero que «lo hacemos porque comprobamos los resultados y los alumnos mejoran mucho en competencias diversas y especialmente en competencias de comprensión escrita». Ella también ha comprobado que cada año los alumnos llegan con peor nivel de escritura. Y a sus estudiantes les debe saber moverse en las redes sociales. «Hay que sacar provecho de los nativos digitales», resalta. Es de la opinión de dar la vuelta a la idea de que están desmotivados, «sacarle partido y proponer actividades».

Una sinfonía

Manuel Cuadrado-García es catedrático del departamento de Comercialización e Investigación de Mercados de la Universitat de València. Su principal línea de estudio es el marketing en el sector de las artes. Y ha realizado numerosas investigaciones relacionadas con el consumo de teatro, música, danza, audiovisuales y exposiciones. Entre los premios logrados está el de Mejor Docente de España 2022 en la categoría de Universidad por la Fundación Educa-Abanca. «Con el objetivo de hacer el proceso de enseñanza-aprendizaje más atractivo, al tiempo que ilusionante y motivador, desde siempre y en las sesiones teóricas, he utilizado numerosos recursos», explica el docente.

Puede ser escuchar música, analizar objetos, degustar algún alimento, analizar una información (entrevista, publicidad, perfil en redes…), leer un poema, ver una escena de una película, un cuadro o una fotografía, etc. «De igual modo, he organizado pequeñas actividades como experimentos, performances, juegos (tradicionales y digitales) y charlas de profesionales», añade. En el uso de todos estos recursos sigue siempre un guion con la idea de que «el estudiantado reflexione previamente a la explicación de unos contenidos, para que estos se puedan entender mejor, o utilizarlos posteriormente al análisis de otras cuestiones para su mejor interiorización y recuerdo», puntualiza. Su objetivo final es «lograr la sincronización en el aula, a modo de una orquesta o grupo de música, donde la participación e implicación de todos es fundamental, pues si se alcanza, el proceso de aprendizaje es más rápido y mejor».

Imagen - «Alcanzar la implicación de todos los alumnos es clave para mejorar el aprendizaje»

«Alcanzar la implicación de todos los alumnos es clave para mejorar el aprendizaje»

Manuel Cuadrado-García

Este docente habla de los resultados interesantes logrados con estas metodologías, tanto a nivel global como particular que «motivan a seguir adelante con este tipo de proyectos, así como perfilar y mejorar el enfoque, las tareas y la evaluación, entre otros». «En algunos proyectos se constató la mayor implicación del estudiantado, su valoración positiva de las actividades, por ser reales, útiles, experienciales y motivadoras», concreta. Otros ayudaron a modificar los procesos de evaluación. Su experiencia docente de tres décadas le lleva a desear tener grupos más reducidos de estudiantes, mayor número de sesiones en las que impartir una asignatura, mayor flexibilidad tanto en contenidos como la evaluación y menor burocracia. «Ello redundaría sin duda en esa sincronización en el aula, con estudiantes más motivados e ilusionados, uno de los grandes problemas de nuestra sociedad actual, la falta de ilusión, favoreciéndose así el aprendizaje», indica. Asegura que la filosofía que ha guiado su docencia sigue siendo la misma, pero cada año se va adaptando a la nuevas circunstancias. «El uso de recursos tecnológicos y digitales en mi docencia es una realidad desde hace ya dos décadas», afirma y el objetivo de dicho uso es «ayudar al estudiantado en su desarrollo académico y profesional pero también personal».

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