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ESPECIAL EMpreSAS/ 120 ANIVERSARIO

La formación renueva su manual para pasar la reválida de una realidad mutante

Acercar las aulas a la realidad del empleo y dotar al alumno de habilidades como la adaptabilidad y el pensamiento crítico, claves en la era del aprendizaje continuo

Los desafíos de la educación del siglo XXI

Alberto Velázquez

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Esta década ha confirmado la tendencia a la disrupción en el mercado laboral y, por lo tanto, a la formación, en un entorno (y un futuro) en el que millones de personas no sólo cambiarán de puestos en sus empresas, sino de empresas. Un escenario en pleno cambio en el que la actualidad geopolítica y el despliegue tecnológico (inteligencia artificial, 'big data', etc) urge a hacer los deberes.

El informe 'El futuro del empleo', publicado en mayo por el Foro Económico Mundial (sobre una muestra de 803 empresas de 45 países), señala cómo estos cambios tecnológicos podrán afectar al 23% de los trabajos actuales en la era de la sostenibilidad (otro indicador muy a tener en cuenta). Factor tecnológico que no podrá avanzar (menos mal) sin el factor humano… De hecho, el estudio apunta a las 'core skills' como aptitudes necesarias para destacar entre la intensa competencia en un mundo globalizado: su 'top' de 26 habilidades sitúa entre las cinco primeras a estas variables que influirán en las decisiones de los reclutadores: pensamiento analítico; pensamiento creativo; resiliencia (término que cotiza al alza), flexibilidad y agilidad; motivación y autoconciencia y curiosidad y el mencionado aprendizaje a lo largo de la vida.

Mientras se desvela si las predicciones del Foro se cumplen en los próximos años (desaparición de 83 millones de puestos de trabajo, creación de 69), la formación se actualiza constantemente para adaptarse a estos rigores. Como destaca Teresa Martín-Retortillo, presidenta de Executive Education de IE University: «Estamos en un tsunami del mundo de la formación que viene provocado por el cambio de la naturaleza de los trabajos. Hoy se combinan dos fuerzas con un poder de disrupción inquietante. No sólo se espera que un puesto de trabajo tenga un 50% de habilidades nuevas en los cinco años que vienen, sino que, además, la intensidad de habilidades aumente. Hace cinco años, un puesto de trabajo requería, de media, 12 habilidades… hoy requiere más de 18».

Algoritmo en clase

Unas oleadas de necesidades de formación que afectan también a los directivos, como comenta Martín-Retortillo en el caso de la puesta al día con la inteligencia artificial: «La demanda de formación de directivos en todo lo que tiene que ver con el uso de la IA para los negocios ha aumentado de manera importante. En la era digital que vivimos, tienen especial éxito programas con casos de uso concretos».

Desde Cámara de España destacan , por su parte, cómo «en Europa, tres cuartas partes de las compañías aseguran no encontrar los perfiles profesionales que requieren para su actividad. Es urgente resolver ese desequilibrio. Como líderes sociales al servicio del conjunto de las empresas y de la sociedad, consideramos prioritario integrar formación y empleo y tenemos en marcha una serie de programas a través de nuestro departamento de Empleo, Formación y Emprendimiento». Entre estos programas se encuentran el Plan de Capacitación (apoyo de las Cámaras de Comercio a los jóvenes a través de la formación y el asesoramiento en la búsqueda de empleo, con más de 27.200 jóvenes de todo el territorio formados en 2022) y el Plan de Movilidad (206 jóvenes realizaron estancias en empresas españolas e internacionales en la UE), además del Programa 45+ (personas mayores de 45 años desempleadas o inactivas o Formación Profesional Dual en la Empresa, con el apoyo del Servicio Público de Empleo estatal, que dio apoyo a más de 1.000 empresas y formó a 27.204 jóvenes. «Y colaboramos (añaden) con el Ministerio de Educación y Formación Profesional en la acreditación de competencias profesionales, un aspecto al que la nueva ley de FP otorga una gran importancia».

Frente a estos desafíos para todo tipo de edades y momentos en la vida, la Fundación Exit ha señalado recientemente cómo España es el segundo país de la UE con la mayor tasa de abandono escolar prematuro (13,9%, sólo por detrás de Rumanía), por lo que reivindica la importancia de apostar por la orientación laboral para reducir estos números, con el objetivo de acercarse al 9% establecido como referencia por la Unión Europea para 2030.

El Covid-19 aceleró la digitalización de la formación y ahora se consolida un modelo híbrido

Factores como el riesgo de exclusión social hacen que la tasa se incremente hasta en un 26%, «por lo que (destacan desde la fundación) tanto instituciones educativas públicas como privadas, el tejido empresarial y la sociedad deben poner todos sus esfuerzos en que las nuevas generaciones tengan acceso al estudio, pero también, paralelamente, a una guía u orientación personal y laboral que les permita encontrar su camino».

Los datos estudiados por Fundación Exit señalan cómo, para 2025, ya se estima que España necesitará un 50% de la población activa con estudios intermedios (sólo el 23% en la actualidad), «lo que evidencia que el reparto de profesionales en las diferentes modalidades (Infantil-ESO, Bachillerato-FP y Grado universitario) no se acopla con las necesidades del mercado laboral y profesional». Y añade lo descrito por la OCDE (Organización para el Conocimiento y el Desarrollo): «Hay tres aspectos clave que tienen una influencia decisiva en el hecho de que un adolescente quiera seguir estudiando y formándose: que reciba herramientas para autoconocerse con ayuda de un adulto; que pueda explorar la realidad del mercado laboral con visitas a empresas, charlas de profesionales o 'coaching' laboral, así como que pueda experimentar profesiones a través de las prácticas».

Adaptación

En este tramo intermedio de capacitación y habilitación, la Formación Profesional destaca por sus avances en los últimos años, con un modelo cada vez mayor y más eficiente de contenido práctico, reforzado en nuestro país por la reciente Ley Orgánica de Ordenación e Integración de la Formación Profesional. También, por el trabajo de instituciones como FPEmpresa (Asociación de Centros de Formación Profesional), CaixaBank Dualiza y Empieza por Educar, que acaban de reunir a más de 300 profesionales de FP Básica para compartir las mejores prácticas del país en el Congreso 'FPB en Red: Impulsando la FP Básica'… con datos a tener en cuenta a pesar del buen momento de esta modalidad educativa: «Según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, apenas la mitad de todo el alumnado que inicia FP Básica acaba titulando al pasar cuatro años».

En el caso de la formación universitaria, Emiliano Blasco, vicerrector de Planificación Estratégica y Cultura Digital de la Universidad CEU San Pablo, indica cómo la educación del siglo XXI «debe ser dinámica y adaptativa, particularmente tras el impulso al que nos llevó la aceleración digital y tecnología de la pandemia. Un impulso que ha transformado significativamente el panorama laboral y educativo. Nuestra estrategia se enfoca en una formación integral que, además de transmitir conocimientos de calidad y con rigor, promueve habilidades esenciales como la adaptabilidad, el pensamiento crítico y la capacidad de aprendizaje continuo».

Herramientas digitales y plataformas en línea para un aprendizaje más flexible y accesible se suman, como subraya Blasco, «a la formación práctica, con una nueva relevancia, trabajando estrechamente con empresas e instituciones para que nuestros programas reflejen las realidades actuales del mercado laboral. En todo caso, la capacidad de detección de nuevas tendencias y comunicar su impacto en la realidad universitaria en toda su dimensión es esencial».

En el caso de los reclutadores, destacan ejemplos como el de Adecco Group, cuya directora de aprendizaje y soluciones de Learning & Consulting, María Ángeles Tajuelo, precisa cómo «la capacidad de adaptarse a los cambios se ha vuelto esencial, y la formación se posiciona como el vehículo principal para impulsar esta adaptabilidad. Los métodos tradicionales de aprendizaje están siendo complementados por enfoques más ágiles y accesibles, como la educación en línea, el aprendizaje móvil y los microcursos. La formación debe ser personalizable y centrada en resultados, permitiendo a los estudiantes adquirir habilidades específicas según las necesidades del mercado laboral actual».

Tajuelo añade un ejemplo de iniciativa para fomentar el empleo y la iniciativa juvenil: «Este año hemos lanzado la plataforma 'Trabajando en ti', que aglutina proyectos formativos y laborales para favorecer la empleabilidad de la población de menos de 30 años y que es fruto de la colaboración de la compañía con empresas y universidades». Todo ayuda a mitigar el peso de las cifras de desempleo en menores de 25 años: un 30% de acuerdo a indicadores de la OCDE.

La formación continua también llega a los directivos, especialmente en nuevas tecnologías

Incidiendo en la tecnología, transversal en todo el recorrido, Bruno Méndez, CEO de Cionet España, la comunidad de líderes digitales más grande de España y Latinoamérica, destaca la importancia «de las tecnologías de la información y de las soluciones 'EdTech', fundamentalmente las plataformas de cursos tipo MOOC, que han propiciado un cambio radical en la forma de crear y difundir conocimiento, a la vez que se establecen alternativas sostenibles de aprendizaje a lo largo de toda la vida».

Paradigma digital

Nuevos tiempos en los que Méndez apunta a la relevancia de la «desintermediación temporal 'profesor-aula-alumno', por el que la educación en línea es, posiblemente, uno de los escenarios económicos en donde se manifiestan de forma más clara los paradigmas técnico-económicos de las TIC, los flujos de información y comunicación y la generación de conocimiento».

«Garantizar la adecuada transición de la academia a la sociedad civil (añade el especialista) es uno de los desafíos de nuestra sociedad y, particularmente en el caso de España que, comparativamente con otros países de nuestro entorno, peca de una insuficiente dotación de recursos STEM en todas las industrias. No tenemos un número suficiente de graduados superiores en disciplinas tecnológicas y, además, sufrimos de una escasa participación de la mujer en este ámbito».

Una tarea para toda la sociedad, en todos sus ámbitos: «Esta oportunidad de mejora es clara en la base, pero también lo es en los niveles más altos de los órganos de gobierno. El conocimiento tecnológico ha de estar más presente en los consejos de administración, tal como promulgamos en los programas de consejeros que desarrollamos en colaboración con Esade, ya las compañías que no poseen consejeros y asesores con suficiente experiencia en tecnología y transformación digital están abocadas a descapitalizarse en un futuro no muy lejano».

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