El FMI vaticina que España será la última gran economía del euro en superar el episodio inflacionista

La economía española encadenará de esta forma un lustro con encarecimientos de los precios por encima del nivel del 2% que las autoridades monetarias establecen como el punto de equilibrio para su evolución.

Es cierto que la presión del IPC no tendrá nada que ver con el 8,4% marcado en 2022 ni con el 3,5% del año pasado, pero según las proyecciones difundidas por el Fondo Monetario este año el IPC medio cerrará el ejercicio en el 2,7%, tres décimas por encima de la media del euro; y en 2025 en el 2,4%, cuatro décimas por encima. De hecho, según los datos publicados por el INE ya hace seis meses que los precios en España se encarecen más que en la media de los países de la eurozona, en una tendencia inquietante para la competitividad de la economía.

La parte positiva vendrá del crecimiento. El FMI ha vuelto a revisar a la baja su expectativa de crecimiento para este año de tres de las cuatro grandes economías del euro respecto al escenario planteado en enero, Italia, del 1,3% al 0,7%; Francia, del 1,4% al 1,1%; y Alemania, del 1,1% al 0,7%, y sin embargo a vuelto a reajustar al alza la tasa de crecimiento de la economía española que ha impulsado hasta el 1,9%, solo una décima por debajo de la previsión oficial del Gobierno.

Para el próximo año 2025 el Fondo Monetario Internacional espera que España crezca un 2,1%, apoyada en un resurgimiento de la inversión privada, el gran lastre que a día de hoy arrastra el crecimiento español y que se ha convertido en la gran preocupación de los analistas, por encima del desempeño esperado para el conjunto de las economías avanzadas, para Estados Unidos y por supuesto para la zona euro que seguirá anclada en un crecimiento del 1,4%.

Al margen de la evolución de los precios lo que sigue ensombreciendo las previsiones económica de España es el paro. La tasa de desempleo del 11,6% que espera para este año y la del 11,3% que prevé para 2025 deja a España a años luz de los niveles de desempleo de las grandes economías avanzadas y nos emparenta en ese indicador con un país como Ucrania, el único de los que controla el FMI junto a España con una tasa de paro de dos dígitos en el actual contexto.