El FMI eleva su previsión de crecimiento para España al 2,9% este año, pero el PIB per cápita solo aumentará un 1,6%
El organismo internacional da por sentado un aumento de la población mayor que en 2024, pero la inmigración pierde fuelle como motor de la economía
El Gobierno eleva una décima, hasta el 2,7%, su previsión de crecimiento económico para 2025
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgiev
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha sumado este martes al abanico de agentes nacionales e internacionales que, a medida que el año avanza, mejoran las previsiones de crecimiento de nuestra economía con respecto a los cálculos iniciales. Concretamente, el organismo estima que el ... PIB cerrará 2025 con un alza interanual del 2,9%, cuatro décimas por encima de la previsión que publicó en julio. Esto apuntala el optimismo tanto del Gobierno como del Banco de España, que en septiembre anticiparon que el dato estaría en el 2,6% y el 2,7% respectivamente, y algo más, pues el FMI se sitúa como el más entusiasta.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha tardado muy poco en celebrar este resultado y recordar que España sigue liderando a las principales economías avanzadas, pues la proyección sitúa la zona euro en un discreto 1,2% (dos décimas más de lo previsto en julio). Para 2026, por su parte, el FMI estima que nuestro país crecerá un 2% (+0,2% con respecto a la estimación) y la eurozona un 1,1% (-0,1%).
Sin embargo, si se toma en cuenta la estimación de PIB per cápita, que se sitúa en el 1,6% en 2025, las cifras publicadas esta mañana tienen una lectura distinta, que consolida los argumentos de los que advierten -entre ellos, el FMI- de que nuestra economía avanza en buena medida gracias a la inmigración y el turismo pero no a la productividad y que, cuando estos dos indicadores empiecen a renquear, será difícil sostener el crecimiento.
La clave está en la diferencia entre los ritmos de crecimiento de la riqueza nacional y la riqueza per cápita. Con respecto a 2024, el FMI estima que la primera se desacelerará seis décimas y la segunda nueve décimas; es decir, que el frenazo será peor para el español medio que en términos agregados.
Como explica a ABC María Jesús Fernández, economista 'senior' de Funcas (el 'think tank' de las cajas de ahorros), esto significa que «cada vez hay menos tarta por repartir» en un contexto en que la población seguirá creciendo, según se desprende de los datos del FMI. Dado que las cuentas de la economía de un país no son más que el crecimiento de un año dividido por su población, para obtener el dato poblacional basta con tomar la diferencia entre el auge estimado del PIB y el PIB per cápita. Concretamente, y según el FMI, en 2025 la población española crecerá un 1,3%, dos décimas más que en 2024. Y a pesar de esto, la economía moderará su ritmo de crecimiento, lo que inevitablemente se traduce en una riqueza per cápita menor.
Con todo, una de las conclusiones que extrae la experta es que la inmigración pierde fuelle como tractor de la economía. Hay un sinfín de razones por lo que esto puede estar sucediendo, entre los que destacan la propia evolución cíclica de la macroeconomía y la desaceleración del turismo, que de la pandemia a esta parte ha visto incrementos sensacionales. Como ya explicó ABC, este verano el sector ha vuelto a ritmos de crecimiento de en torno al uno por ciento en cuanto a llegadas de visitantes extranjeros, lo que lo acerca al resultado que muestran el resto de sectores de la economía.
Como hacen todos los economistas cuando discuten este asunto, también María Jesús Fernández termina por encomendarse a una mejoría de la productividad, el único indicador con capacidad real para resolver este desajuste de fondo de la economía española, que -a falta de una natalidad mayor-, hace imposible el sostenimiento del sistema de pensiones.