Los festivales musicales entonan la melodía de la conectividad
Soluciones como las redes temporales, los enlaces satelitales o las estaciones base móviles garantizan la experiencia en las zonas con peor conexión
Bienvenido MR. Internet: la nueva vida de los pueblos recién conectados
La conectividad es parte esencial del éxito de un festival. En las imágenes, cientos de asistentes toman fotos de las actuaciones del reciente festival 'Les Vieilles Charrues'
Festivales, ferias y eventos deportivos que se celebran cada verano en lugares recónditos de toda España necesitan hoy en día algo más que altavoces y luces: la clave está en la cobertura. Y detrás de esa conectividad temporal que lo hace posible –para transmitir ... en directo, coordinar al personal, vender entradas o garantizar la seguridad– hay empresas especializadas que despliegan en apenas horas redes móviles, enlaces satelitales o estaciones base móviles. Su trabajo no solo asegura que todo funcione, también anticipa un futuro más conectado para zonas tradicionalmente olvidadas por las grandes redes.
En palabras de Rodrigo Ladrón de Guevara, CEO de Serenae, una de las principales compañías del sector, «cada evento se convierte en una demostración de que la conectividad es viable en ese territorio. A partir de ahí, muchos clientes se interesan por soluciones permanentes».
Serenae nació en 2025 tras adquirir el negocio de internet satelital de Eurona, y desde entonces ha expandido sus servicios a sectores como la agricultura, la energía renovable o el turismo rural. La cobertura temporal para eventos representa una de sus líneas clave de negocio.
Su modelo se basa en el despliegue rápido de antenas parabólicas conectadas a satélites geoestacionarios. «Esto elimina la necesidad de infraestructuras terrestres», explica Ladrón de Guevara. «Desde esa conexión montamos una red local con puntos WiFi estratégicos. Puede estar operativa en dos a cuatro horas en montajes básicos, y escalar hasta los 100 Mbps o más si es necesario».
No se trata solo de satisfacer la demanda de los asistentes que quieren subir vídeos o consultar horarios en la app del festival. «Los organizadores necesitan conectividad para todo: sistemas de ticketing, control de accesos, gestión de colas, coordinación interna, pagos electrónicos, seguridad, retransmisiones, videovigilancia… Sin una red fiable, el evento simplemente no funciona», resume el CEO de Serenae.
Cellnex, operador neutral de infraestructuras con una extensa red de emplazamientos en todo el país, también ofrece soluciones temporales que se han convertido en críticas durante el verano. «Desplegamos unidades móviles de telecomunicaciones, estaciones base móviles (COWs), redes wifi-portátiles y celdas tácticas en coordinación con las operadoras», explica Joan Cervera Martínez, Country Commercial Director en Cellnex Telecom España.
La experiencia de la compañía no se limita a festivales o conciertos: Cellnex también interviene en situaciones de emergencia, como incendios o inundaciones, con equipos Tetra que refuerzan la cobertura para los cuerpos de seguridad.
La colaboración público-privada es, en ambos casos, clave. Cellnex ha sido una de las piezas fundamentales en la ejecución del proyecto UNICO 5G Redes Activas, impulsado por el Gobierno con fondos NextGen. Su aportación ha sido la de poner a disposición de operadoras como Telefónica, Orange, Vodafone y la UTE MásMóvil–Avatel más de 1.500 emplazamientos rurales donde se desplegarán redes 5G antes de 2026. Este tipo de esfuerzos permiten dotar de cobertura no solo a pueblos pequeños, sino también a carreteras y zonas costeras que, hasta hace poco, vivían en sombra digital.
Paradoja y solución
Uno de los casos más ilustrativos ocurrió en 2024, durante la celebración de la Copa América de vela en Barcelona. Aunque parezca paradójico, el litoral de la ciudad no estaba preparado para la alta demanda de conectividad que suponía el evento. «Los operadores confiaron en Cellnex para desplegar una solución temporal que acabó convirtiéndose en permanente. Hoy existen siete emplazamientos fijos en las playas, fruto de ese primer despliegue puntual, con acuerdos a diez años vista», cuenta Cervera.
Serenae también ha visto cómo sus redes temporales derivan en contratos estables. «Cuando instalamos conectividad para un evento, a menudo los vecinos, empresas locales o ayuntamientos se interesan por mantener esa conexión», explica Ladrón de Guevara. «Es un proceso natural: el evento actúa como catalizador de necesidades latentes».
La transformación de estas instalaciones temporales en infraestructuras fijas no depende solo de la voluntad empresarial. Hace falta voluntad institucional, planificación territorial e incentivos para que estas soluciones lleguen también a quienes viven todo el año en zonas mal comunicadas. «La administración pública debería identificar áreas prioritarias, simplificar trámites e impulsar proyectos piloto que demuestren la viabilidad del satélite como alternativa a la fibra», defiende el CEO de Serenae. El portavoz de Cellnex coincide: «Evaluamos factores técnicos, económicos y sociales para decidir si una solución temporal merece convertirse en permanente. Pero muchas veces es la administración o el operador quien tiene que dar ese paso final para que el despliegue tenga continuidad».
Estas compañías no compiten directamente con los grandes operadores de telecomunicaciones, sino que los complementan. «No venimos a sustituir a nadie, sino a ofrecer soluciones donde nadie más llega», dice Joan Cervera. De hecho, las soluciones híbridas –que combinan 5G, satélite, wifi y radioenlaces– están en el centro de su estrategia. «Adaptamos la tecnología al territorio y no al revés», insiste.
Esta adaptabilidad es especialmente relevante en un contexto de creciente demanda. Según ambas empresas, los organizadores de eventos cada vez exigen conexiones más robustas, no solo para sus propios sistemas, sino para enriquecer la experiencia del público. «Los festivales ya no se entienden sin redes sociales, streaming, apps interactivas o pago digital. Todo eso necesita red», recalca Ladrón de Guevara.
Y no solo los grandes festivales. Fiestas patronales, ferias ganaderas, competiciones deportivas de ámbito local o mercadillos temáticos también recurren a estas soluciones. «El perfil de nuestros clientes es muy amplio: desde promotores privados hasta ayuntamientos, medios de comunicación, cuerpos de seguridad o empresas tecnológicas que desarrollan aplicaciones para eventos», añade.
Necesidad básica
En todos estos contextos, la conectividad ya no es un extra, sino una necesidad básica. «Sin ella, el evento puede fallar en aspectos críticos como la seguridad o la operativa técnica, pero también pierde visibilidad, capacidad de monetización y proyección internacional», concluyen desde Serenae.
De fondo, se perfila una idea cada vez más compartida por el sector: la brecha digital ya no es solo un problema, sino una oportunidad. Una ocasión para llevar servicios a donde no los hay, para dinamizar economías locales, para reducir desigualdades y para abrir nuevos nichos de negocio sostenibles. Como resume Cervera, «la conectividad no es solo una cuestión tecnológica. Es un factor de cohesión territorial y un derecho ciudadano».