Feijóo se alinea con Garamendi en llevar la flexibilización de la jornada laboral al terreno de la negociación colectiva

En este foro de diálogo con el Gobierno y los sindicatos la patronal no se ha movido sobre sus planteamientos iniciales de que toda conversación acerca de la reducción del tiempo de trabajo se aborde en el seno de la negociación colectiva, en las más de 4.000 mesas abiertas de forma bilateral entre las patronal y las organizaciones sindicales. De hecho, ya son varios los sonados rechazos a las ofertas planteadas desde el Ministerio de Trabajo sobre bonificaciones en las cotizaciones y planes de acompañamiento a las pequeñas empresas con las que está está tratando de aproximar a un acuerdo a las organizaciones empresariales.

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Ahora, pese a que la música de la propuesta del PP no sonó con especial agrado entre los empresarios, parece que al menos se acercan las posturas en los términos de que estas medidas se acoten al campo de la negociación colectiva, y también del diálogo social pero sin las imposiciones que denuncia Antonio Garamendi que el Gobierno está llevando sobre la reducción a las 37,5 horas, cuya negociación asegura que ya tiene un final predeterminado. En este sentido, los populares sí apoyan que las medidas de recorte de las horas de trabajo se lleven a cabo teniendo en cuenta las diversidades sectoriales del tejido productivo, como exige la patronal, y sin dañar más la maltrecha productividad de las empresas.

Hace dos semanas, Feijóo abrió la puerta a concentrar la semana laboral en cuatro días, con jornadas de «9 horas o 9,5 horas» y «en algunos sectores». Al ser preguntada la vicesecretaria de Igualdad, Conciliación y Política Social del Partido Popular, Ana Alós, si el PP ha llegado a algún consenso con la CEOE sobre la jornada de cuatro días admitía que es un «debate legítimo» que debe «verse y acordarse siempre dentro del diálogo social». «Nosotros no vamos a plantear ninguna imposición», subrayaba dejando claro que el PP no planeta en ningún caso una reducción de la jornada.

Lo que defienden los populares es avanzar en la flexibilidad laboral y analizarlo de «forma quirúrgica» en cada uno de los sectores y «establecer el acuerdo entre empresas y trabajadores para fomentar esa flexibilidad dentro del cómputo anual incluso de la jornada laboral». Se trataría de ver «cómo se distribuye el tiempo de trabajo en función también a las necesidades de la empresa, de sus puntas de producción, de su propio ciclo productivo, y también las necesidades y las disponibilidades que puedan tener de ese tiempo acumulado los propios trabajadores».

En este punto, desde el PP insisten en que en la Ley de Conciliación del PP «no aparece nada que tenga que ver» con la jornada laboral de cuatro días, sino con la flexibilidad laboral, para que sea un punto «a desarrollar dentro de todo su potencial» en el ámbito de la negociación colectiva. Ahí ha situado herramientas como el banco de horas que planteado por los populares en las últimas semanas. Y recuerdan que «ya hay empresas que tienen esas jornadas de cuatro días» y ha defendido «que se analice cómo funcionan» para ver «si es viable o no es viable» y «cómo se puede plantear dentro del ámbito de la flexibilidad».

«Nosotros no entramos en el ámbito de la reducción de la jornada o de los días en los que hay que desarrollar esa jornada. Nosotros hablamos y ponemos encima de la mesa el ámbito de la flexibilidad y, como decía, la herramienta del banco de horas», señalaba la representante del PP.

Por su parte, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, aseguró tras la reunión mantenida este lunes que desde la patronal están abiertos a hablar de flexibilidad en la jornada laboral con el PP y de una bolsa de horas, como propone el partido, si se aborda desde la negociación colectiva.

«Estamos abiertos a hablar de horas, de días, de flexibilidad, de bolsa de horas, siempre y cuando sea dentro de lo que es el marco de esa negociación colectiva (...) Nosotros también estamos exigiendo esto (en la negociación) sobre las 37,5 horas», recalcó Garamendi, que ha tildado el encuentro con Feijóo de «positivo».

Durante la reunión, Garamendi y Feijóo abordaron tanto el reto de la productividad como la problemática absentismo, que este año está provocando un coste a las arcas públicas de más de 2.000 millones de euros, según cifras de CEOE, y que es necesario atajar para ganar empleo y mejorar la economía. Desde la patronal apuntan que estas dos cuestiones son preocupaciones compartidas con el líder del PP y recalcan que el absentismo «está afectando muchísimo a la productividad», por lo que ha agradecido a Feijóo que haya abordado esta cuestión dentro del diálogo social.