Familia Torres, abanderada mundial de la adaptación del vino al cambio climático

Este esfuerzo por adaptarse al nuevo escenario climático y mitigar sus consecuencias se cristaliza en el plan de acción climática Torres & Earth, impulsado por Miguel A. Torres desde 2008. El presidente de la empresa familiar ha sido nombrado recientemente por la revista Time una de las 100 personas más influyentes del mundo en la lucha contra el cambio climático en la categoría de 'innovadores'. En la lista 100 Climate Miguel A. Torres es el único productor de vino global que figura en el ranking. De su actividad, la publicación centenaria ha valorado especialmente su implicación en la creación de la asociación IWCA, que impulsa la descarbonización del sector del vino, y sus esfuerzos en materia de sostenibilidad ambiental mediante proyectos de investigación colaborativos como SmartCrops 5.1, que aplica la tecnología para adaptar la viticultura al contexto climático actual.

Bajo el liderazgo de Familia Torres, 8 empresas agrícolas y tecnológicas y 7 centros de investigación de 5 comunidades autónomas participan en el proyecto de investigación y desarrollo SmartCrops 5.1, cuyo objetivo es estudiar cómo la aplicación de las tecnologías inteligentes, como los gemelos digitales, pueden ayudar a gestionar los cultivos de forma más sostenible, resiliente y eficiente, para disminuir el consumo de recursos hídricos e insumos y optimizar el uso del material vegetal.

En cuanto a innovaciones vitivinícolas, Familia Torres y Jean Leon han efectuado ensayos de campo con flashes de luz ultravioleta en el marco del proyecto europeo Lifeislight, cuyo objetivo es demostrar la eficacia de la estimulación de las defensas naturales de las plantas por UV-C para combatir las enfermedades fúngicas en el viñedo y reducir el uso de fitosanitarios y su impacto ambiental. Está previsto que este año realicen más ensayos en sus viñedos y estudien la afectación de esa técnica en insectos y microorganismos de la uva.

La empresa dirigida ahora por la quinta generación, redujo en 2022 sus emisiones de CO2 por botella en un 36%, respecto al 2008, y reconoce que llegar al Net Zero en 2040 y a la reducción del 60% en 2030 como objetivo intermedio, requiere un esfuerzo mayúsculo, por lo que es imprescindible contar con un plan de transición hacia Net Zero, que establece catorce iniciativas, con base científica y medibles para acelerar los esfuerzos de reducción de emisiones desde la viña hasta el consumidor.

El plan prevé, entre otras medidas, la substitución de los tractores diésel por tractores eléctricos, la implementación de la viticultura regenerativa en viñedos propios y de proveedores, la reutilización de las botellas de vidrio (ya han realizado un piloto con los restaurantes de la comarca del Garraf) y la captura del CO2 de la fermentación del vino para reutilizarlo como gas inerte. La bodega ya ha alcanzado el 50% de autosuficiencia energética gracias a la energía generada por sus placas solares y caldera de biomasa, en funcionamiento desde 2012.