La factura electrónica se dispara tres años antes de que sea obligatoria para empresas y autónomos
En 2023 en España se emitieron más de 460 millones, un 35% más que el año anterior
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Los empresarios y autónomos españoles se están adelantando a la entrada en vigor del Real Decreto sobre facturación electrónica, que obligará a todos a tramitar sus recibos mediante un 'software' especializado; muchos ya lo están haciendo. A falta de tres años –a más tardar– ... para que la norma esté aplicada al 100%, en 2023 en nuestro país ya se emitieron 460,3 millones de documentos de este tipo, un 35,39% más que durante el año anterior.
Los datos son de un estudio realizado por Seres (una empresa de programación) y fueron elaborados a partir de información obtenida de sus 6.500 clientes y 300.000 usuarios, además del cruce de cifras con otros proveedores de servicios informáticos. El informe, que solo incluye facturas entre privados –faltaría incluir las que se tramitan con la Administración–, revela que desde 2015 este tipo de facturación está viendo aumentos del 20% anual.
En el estudio hay una cifra muy reveladora, y es que según las estimaciones de Seres, en 2023 la factura electrónica permitió un ahorro de 3.572 millones de euros a las empresas españolas; en papel, por cierto, es el equivalente a 25.000 pinos. ABC ha contactado con los autores del informe, que explican que esos tres mil millones de ahorro se deben en parte a la innecesariedad de usar papel y demás materiales, pero sobre todo a que los 'software' de facturación –todas las empresas y autónomos deberán tenerlos instalados en tres años– hacen el trabajo que hasta ahora hacían los departamentos de contabilidad. De hecho, Seres estima que en 2023 los programas de facturación permitieron el ahorro de cerca de dos millones de horas de trabajo en España.
Como ya se ha dicho, el decreto, que es una de las derivadas de la Ley Crea y Crece, que fue aprobada en 2022, debería entrar en vigor el año que viene. A partir de ahí, las empresas que facturen más de 8 millones de euros anuales deberán implementar los recibos eléctronicos en doce meses como máximo. A los dos años les tocará a todos los demás; también a aquellos autónomos, por cierto, que prevean acogerse al sistema de IVA franquiciado que estará disponible en 2025 para aquellos que facturen menos de 85.000 euros al año.
Como explica José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos de Hacienda, estos últimos estarán exentos de realizar las liquidaciones trimestrales y anuales, «pero seguirán recibiendo recibos», de modo que tendrán que tener el 'software' instalado.
Según el estudio de Seres, parece que unos se están dando más prisa que otros. En 2023 las empresas pequeñas emitieron un 34,89% del total de las facturas electrónicas, seguidas de las medianas (29,85), las grandes (23,48%), y las microempresas y los autónomos (11,78%). Como siempre ocurre en estos casos, las sociedades con menos músculo financiero son las que más dificultades están mostrando para adaptarse al cambio. Sobre esto, Mollinedo nos recuerda que tienen a su disposición el Kit Digital, una subvención a las soluciones informáticas.
Por sectores, el 'retail' lidera el empleo de estos recibos con un 25,68%, seguido de la industria (14,62%) y las actividades sanitarias y servicios sociales (12,04%). Del lado contrario, los menos digitalizados son las industrias extractivas, las actividades inmobiliarias y la educación, que no alcanzaron ninguno de ellos el 1%.
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