Los expertos de Díaz cambiaron el cálculo para fijar el SMI por si tributaba
El comité decidió usar para su análisis el perfil de un trabajador con hijos, que paga menos IRPF, frente al que no tiene descendientes, como ocurría hasta ahora
La subida del SMI ha restado 350.000 empleos en las microempresas
La aplicación del IRPF a los trabajadores con SMI se cebará en los jóvenes
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Iniciar sesiónLas entrañas para determinar el salario mínimo interprofesional (SMI) de 2025 dejan entrever cómo el comité de expertos designado por el Ministerio de Trabajo ajustó las cuentas con las que obtuvo un SMI distinto del que les hubiera resultado si hubiesen utilizado el mismo ... perfil de beneficiario que habían usado hasta ahora en su análisis. Lo que han cambiado esta vez ha sido el perfil del beneficiario medio, que deriva en un salario bruto más moderado y, por tanto, un SMI (va en función del 60% del neto) también más moderado. Y lo hicieron anticipandolo que podía ser un cambio en la tributación de este sueldo que engloba a más de dos millones de trabajadores, como finalmente así ha ocurrido.
Por primera vez desde que este comité se puso en funcionamiento para recomendar al Gobierno cuál debía ser el margen de actuación, los expertos han calculado el salario neto (el bruto menos las cotizaciones sociales y la tributación en el IRPF) bajo el paraguas de un ciudadano con hijos. Hasta ahora se usaba la figura del contribuyente sin descendientes. El cambio no es baladí. El propio informe reconoce que esta nueva estimación «mejora el tratamiento tributario para un mayor número de personas». Porque a un empleado que cobra el SMI y no tiene hijos se le reduce su cuota tributaria del IRPF en 5.550 euros, mientras que para el que tiene hijos se le acorta en 6.750 euros.
Si se seguía usando como referencia al trabajador sin hijos «se estaría sobreestimando el salario bruto», admite el informe, a la hora de calcular el neto y después el SMI. Y como los hogares sin hijos no son los mayoritarios entre este colectivo de perceptores, el comité decidió cambiar los cálculos, tomando como referencia las retenciones y los beneficios fiscales de los que gozan los contribuyentes con descendientes, que, además, son la mayoría. Todo ello derivó en una propuesta de subida de entre 39 y 50 euros al mes. Finalmente, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, acordó con UGT y CC.OO. elevarlo en la parte más alta, un 4,4% más.
El informe tiene en cuenta en todo momento la posibilidad de que el nuevo SMI «sería objeto de retención» si no cambiase la cuantía exenta aplicada por Hacienda tras las últimas revisiones, siempre vinculada a como quedase el SMI para evitar que sus perceptores pagasen IRPF. Los cálculos siempre van vinculados a la posibilidad de que no se actualizase ese umbral, como finalmente ha sido, lo que ha derivado en una lucha entre PSOE y Sumar a la hora de determinar si el SMI debe tributar o no.
El propio comité alega en su informe que es más adecuado realizar las cuentas con ese nuevo perfil de contribuyente porque hay un importante número de trabajadores incluidos en el supuesto de que tienen al menos un descendiente. en concreto, indican que un 80% de los contribuyentes españoles tienen un mínimo personal en el IRPF que se sitúa entre los 5.550 euros (el que corresponde al soltero sin hijos) y el mínimo asociado a dos descendientes. Por eso consideran que ese mínimo «más aproximado a la situación declarada por los contribuyentes» que cobran el salario mínimo.
Aunque el informe del comité reconocía que si se hubiese utilizado el perfil del trabajador sin hijos, la retención a cuenta que se le aplicaría habría sido de hasta un 2,7%. Varias fuentes de la negociación del SMI apuntan que, con esas retenciones, sus cálculos estiman que el salario mínimo habría subido por encima de los 1.200 euros para 2025, una cuantía que exigían los sindicatos a Díaz.
Pendientes de las Cortes
El primer paso para cambiar la norma tributaria y que la última subida del SMI no tribute la dieron ayer en el Congreso los grupos de PP, Sumar y Podemos. Las tres formaciones presentaron sus proposiciones de ley para dejar exentas de IRPF a las personas que lo perciben, justo lo contrario que decidió la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Desde la Cámara baja esos tres textos se enviarán al Gobierno, que dispone de un mes para decidir si las veta o permite su debate y posterior votación.
Si el Gobierno da su visto bueno, las leyes proseguirán su cauce habitual. En caso de que las vete, la Mesa del Congreso deberá decidir si admite ese escrito de disconformidad, lo que parece complicado si el PSOE sigue en minoría frente al PP y Sumar.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, se limitó a pedir que no se «adelante ninguna pantalla». Por su parte, el ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, cree que la ministra Montero «tiene perdido el debate» y que irán «hasta el final» para que no tribute.
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