Europa tiende una red para el gran salto de las startups
La UE ha puesto en marcha un fondo para acelerar el crecimiento de las firmas de alta tecnología y dinamizar la adormecida inversión riesgo
Las 'scaleups' españolas cogen altura sobre la niebla de la financiación
Dar el salto de startup a 'scaleup' es uno de los principales retos a los que se enfrentan las pequeñas empresas tecnológicas españolas, de las que se espera un alto potencial de crecimiento. Para lograrlo, el gobierno puso en marcha hace dos años el ... fondo de inversión Next Tech, dotado con 2.000 millones de euros para apoyar a las startups en su fase de crecimiento en rondas de financiación de serie B en adelante, una iniciativa pública a la que se suma otra del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para dar un impulso a las pequeñas empresas tecnológicas europeas.
Como explicó recientemente el vicepresidente del BEI, Ricardo Mourinho, en el marco de MadBlue Impact Global Summit, este programa, denominado European Tech Champions Initiative (ETCI), pretende ser un «catalizador» del crecimiento de las startups tecnológicas europeas, impulsando su desarrollo al facilitar la conexión con inversores privados. «ETCI ha captado compromisos iniciales por valor de 3.750 millones del Grupo BEI, España, Alemania, Francia, Italia y Bélgica. Nuestro país es uno de los mayores promotores de la iniciativa, con una contribución al fondo de 1.000 millones de euros», explica Pedro Prieto, director de Innovación de MadBlue, empresa que cada año celebra un evento para unir a startups e inversores en torno al desarrollo sostenible.
Con ETCI, esta institución de la UE busca respaldar a las compañías de alta tecnología en su fase final de crecimiento, por lo que está más orientado a crear empresas líderes europeas que puedan competir de manera global con otras grandes startups nacidas en otras regiones. «Creo que es una gran noticia, y que puede generar un impacto muy importante en todo el ecosistema europeo de startups. Está orientado a esas empresas emergentes más maduras y de alto potencial, para evitar así su salida de Europa con el fin de cubrir sus necesidades de financiación, pero estoy seguro de que es una iniciativa que tendrá un impacto, quizás menos visible pero real, en startups de toda índole», dice Prieto.
Las startups se convierten en 'scaleups' cuando quieren entrar en una fase de expansión, ya sea para lanzar nuevos productos, llegar a más gente con los existentes o iniciar operaciones en otros países. En la fase inicial, la empresa se centra en investigar el mercado y desarrollar su negocio. Esta fase, que incluye rondas de financiación semilla y Serie A, busca demostrar que la empresa puede convertirse en un negocio viable y que existe demanda para sus productos o servicios. Mientras tanto, las 'scaleups' incluyen rondas de financiación B en adelante, que consisten en consolidar las operaciones de la empresa y ampliar el negocio.
«En España, con un ecosistema que se ha desarrollado mucho en los últimos años pero todavía lejos de considerarse maduro, la inversión en fases tempranas está mucho más establecida que en fases posteriores», dice Antonio Iglesias, director general de Endeavor en España. Uno de los mayores retos es que, para las inversiones en 'scaleups', las rondas de financiación requieren cantidades mayores. Mientras que en una ronda semilla una empresa busca entre 100.000 y 2 millones de dólares y una serie A entre 2 y 15 millones, una serie B busca recaudar 7 millones en adelante y una serie C alrededor de 26 millones.
En retroceso
No obstante, las rondas de financiación para fases de expansión se han resentido a nivel global como consecuencia de la pandemia, la inflación y el incremento de los tipos de interés. «Globalmente, las rondas que más se han resentido han sido las más grandes, en parte debido a las exigencias de los inversores de las series A y B de las empresas, mientras que las inversiones en etapas más tempranas han resistido mejor», dice Iglesias. «Esto ha hecho que un ecosistema menos maduro como el español se haya resentido menos que otros más avanzados y los proyectos en fases tempranas sigan pudiendo financiarse», añade.
En España hay unas 450 'scaleups' dentro del universo de aproximadamente 10.000 startups, según las estimaciones del Observatorio de Startups de la Fundación Innovación Bankinter. De esas 450 'scaleups', 119 crearon 18.000 puestos de trabajo directo en 2021, un 86% más que los empleos creados en 2020, según el estudio de Scaleup Spain Network publicado en diciembre de 2021. Estas 119 'scaleups', que respondieron a las encuestas enviadas en 2022, afirman que en total han recaudado 6.936 millones de euros a lo largo de su vida, mientras que esperan recaudar 2.317 millones de euros en los próximos años. El origen de la inversión que han recaudado para desarrollar su negocio ha sido España y Europa. No obstante, para expandir el negocio, los emprendedores tienen el ojo puesto en EE.UU. y Europa.
450 son las 'scaleups' españolas dentro de un universo de unas 10.000 startups, según el Observatorio de Startups de la Fundación Innovación Bankinter
Por lo tanto, el acceso a financiación, sobre todo en fase 'scaleup' es un reto para el desarrollo de las empresas de gran potencial tecnológico en España. «Un 26% de las startups españolas indican como oportunidad de mejora en el ecosistema emprendedor, precisamente, este acceso a la financiación», dice María Benjumea, fundadora y presidenta de South Summit, que entre el 7 y 9 de junio celebrará su encuentro anual de startups en Madrid.
«Desde 2012, la inversión corporativa en startups españolas se ha multiplicado por once», dice Benjumea. Esto refleja la expansión que se ha producido en la financiación de las startups españolas, una industria en la que los sectores potencialmente más rentables son la energía, el arte, el diseño y la cultura, según el documento Mapa del emprendimiento elaborado por South Summit con IE University.
Entorno complejo
Los esfuerzos públicos tanto del BEI como del Gobierno son pasos firmes para tratar de fortalecer las 'scaleups' españolas. Especialmente en un contexto de tipos elevados que pueden limitar el flujo de inversión hacia empresas con alto potencial de crecimiento. «La subida de tipos de interés afecta a todas las empresas y las startups no son una excepción. Esto se une a un entorno de menor abundancia de capital privado. Sin embargo, el cambio de foco hacia la rentabilidad frente al crecimiento será un factor muy relevante para que las startups sigan incrementando el acceso a la financiación bancaria a pesar del entorno actual», dice Roberto Albaladejo, responsable de BBVA Spark.
«La clave de su éxito estará en la rapidez de ejecución del fondo de fondos, y en el uso que le den las firmas de capital riesgo a este capital puesto que en ellos recae la responsabilidad de que llegue a las mejores empresas tecnológicas que pueden contribuir tanto a mejorar la competitividad europea», dice Prieto, de MadBlue sobre la iniciativa del BEI para fomentar las 'scaleups' europeas.