ENTREVISTA A JOSÉ LUIS BONET, PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE ESPAÑA
«Los españoles juzgarán en las urnas a los que atacan así a los empresarios»
Atribuye las críticas de Belarra a Juan Roig a «posiciones ideológicas que no tienen mucho sentido» y tilda de anomalía que miembros del Gobierno se dediquen a poner a empresarios en el disparadero de la opinión pública
La CEOE estalla tras los ataques a los empresarios, como el dueño de Mercadona: «Merecemos respeto, es una estrategia peligrosísima y populista»
El presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet
Las declaraciones de la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 del Gobierno, Ione Belarra, en las que tachaba de «capitalista despiadado» al presidente de Mercadona, Juan Roig, y le acusaba explícitamente de aprovecharse de la crisis «para engordar su cuenta de ... resultados» no solo han provocado un terremoto político sino que también han reinstaurado la línea discursiva más agresiva de Unidas Podemos contra los grandes empresarios del país. Conversamos sobre este episodio y el potencial daño reputacional que estos ataques pueden hacer al tejido empresarial doméstico con el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet, a su vez presidente de honor de una de las marcas españolas má reconocidas: Freixenet.
-Vuelven los ataques a empresarios, que tanto se han prodigado desde Unidas Podemos. ¿Cuál es la valoración que hace la Cámara de España de las declaraciones de Ione Belarra?
-Creo que fundamentalmente responden a un posicionamiento político e ideológico al que no le veo mucho sentido. En los últimos años la economía española ha dado un paso adelante prodigioso para avanzar hacia el modelo económico que nos hemos dado en Europa, que creo que es el mejor del mundo, el estado social de mercado. Y han sido los empresarios junto a los trabajadores los que han protagonizado la mejora del país y del bienestar de la gente. Se puede pensar que hay problemas a resolver, pero los avances conseguidos son innegables.
-¿Qué le parece que desde el Consejo de Ministros se ponga en el disparadero de la opinión pública a un empresario con nombre y apellidos?
-Me parece mal. Tiene algo de anomalía que un miembro del Gobierno diga estas cosas. Sobre todo porque falta a la verdad. Las empresas son una de las instituciones clave de nuestra manera de vivir y lo que habría que hacer sería reconocer y agradecer su trabajo a los empresarios, que son los que guían a las empresas y los que han contribuido de manera crítica a la mejora del bienestar del país.
-En el Ministerio de Asuntos Económicos hay una Secretaría de Estado de Apoyo a la Empresa, ¿considera que están suficientemente apoyados por el Gobierno?
-Hay personas en el Gobierno que ya han salido a poner las cosas en su sitio (La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, instó a rebajar el tono y defendió la contribución de las empresas). Al final, lo que a nosotros nos parece relevante es que haya cooperación entre lo público y lo privado y si tenemos que guiarnos por lo que ha sucedido con los fondos europeos esta existe. Es la única manera de transformar el tejido empresarial español, que sea más competitivo y que todo el país vaya mejor.
-Pero más allá de esa colaboración parece evidente que ataques como el de Belarra erosionan la reputación de la empresa española e incluso pueden predisponer a la opinión pública en su contra. ¿No lo cree así?
-Este tipo de declaraciones pone en evidencia a quién las dice. Está fuera de toda duda que Juan Roig es un gran empresario. Los españoles no son tontos y saben perfectamente como funcionan las empresas. Claro que hay tensiones internas en las empresas pero estas suelen resolverse en el seno de las mismas, entre los propios empresarios y los trabajadores. No le doy mayor importancia Estoy convencido de que el pueblo español juzgará en las urnas a los que atacan así a los empresarios.
-¿Teme que con la cercanía de las elecciones proliferen este tipo de ataques a los empresarios?
-No. Le quitaría importancia a esta polémica porque se hace únicamente para poner sobre la mesa ciertas posiciones ideológicas. No espero que haya una escalada porque la mayoría de las personas son sensatas. En este caso hay dos realidades que hay que diferenciar: la vida que vivimos en el día a día y la dialéctica partidista, que muchas veces no tiene sentido
-En su discurso de aceptación de su tercer mandato al frente de la Cámara de España situó la defensa institucional de los empresarios entre sus principales objetivos. En estos días ha dado la sensación de que los empresarios no han salido en defensa de Juan Roig, como ya sucediera en su día con los ataques a Amancio Ortega, a las eléctricas o a los bancos...
-Insisto. Hay que reconocer y agradecer el trabajo de los empresarios. No creo que sea bueno sobrerreaccionar como colectivo a un despropósito como este. Los que estamos al frente de organizaciones empresariales tenemos que salir a decirlo: «Oiga, ¿usted a dónde va?». Y a defender la importancia de la empresa pieza clave de una manera de vivir que nos ha dado progreso y bienestar. Y eso es lo que hay que hacer con toda normalidad. Luego, cada uno tiene derecho a decir lo que quiera.
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-El presidente del Gobierno también ha apuntado a los sueldos de los banqueros para justificar sus medidas fiscales sobre el sector...
-Es un problema de miopía. Afortunadamente, en España hay empresas que tienen presencia mundial y están en el ámbito en que se mueven los grandes ejecutivos del mundo. Están a ese nivel y no puede ser de otra manera. Otra cosa es que se desconozca esto o se quiera desconocer.