España toma posiciones en el momento decisivo de la digitalización mexicana

Estas han sido algunas de los principales argumentos del primer Foro Empresarial 'México y España, una apuesta de futuro', celebrado esta semana en Madrid, y que ha abierto una oportunidad histórica de colaboración empresarial entre ambos países. Organizada por CEOE esta cita al más alto nivel supone, de acuerdo a lo comentado por el presidente de CEOE, Antonio Garamendi «un trabajo conjunto para que logremos entre todos un futuro de economía circular y digital, de cambio y, sobre todo, de renovación».

Una puerta abierta a nuevas posibilidades de colaboración entre ambos países, pertenecientes al Consejo de Empresarios Iberoamericanos-CEIB, en la antesala del XIV Encuentro Empresarial Iberoamericano (XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado de Gobierno, en República Dominicana, el próximo marzo).

La delegación mexicana, que también fue recibida por Felipe VI, contó con los máximos representantes de instituciones como las organizaciones empresariales del Consejo Coordinador Empresarial-CCE, Comce Nacional, Concamin, Coparmex, Concanaco Servytur, Asociación de Bancos de México e Industria Nacional de Autopartes. También participaron más de 200 empresarios españoles. La secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez inauguró, el lunes 15, el encuentro de apertura, clausurado por el presidente de la Cámara de Diputados de México, Santiago Creel, y en el que también participó José Luis Bonet, presidente de Cámara de España.

Sectores como comercio, industria, obras públicas, turismo, logística y distribución han formado parte de estas jornadas de encuentro en la que la tecnología y la digitalización han destacado como vectores de desarrollo para la economía y la sociedad del siglo XXI, con el Acuerdo Global entre México y la Unión Europea como una de las referencias en las que España puede estrechar su colaboración con el país latinoamericano.

Tiempo de oportunidades en una relación en la que, como destaca Narciso Casado, director general de CEOE Internacional y secretario permanente de CEIB, «consideramos que incorporar la tecnología a los negocios, aportar nuevas maneras de pensar y adaptarse a las demandas del nuevo cliente digital son algunos de los desafíos que tiene por delante Iberoamérica. Garantizar el acceso a las tecnologías digitales es una oportunidad para el diseño de políticas y de dinámicas de cooperación público-privada, que son imprescindibles de cara al futuro».

En línea con la apreciación de Casado («compartir buenas prácticas, elaborar diagnósticos y desarrollar bienes públicos regionales»), Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), añade la importancia de insertar a las empresas en la era digital, impulsar la industria 4.0, incorporar tecnologías y facilitar su uso para sus colaboradores y comunidades. «Somos conscientes de que los cambios y las disrupciones se aceleran actualmente debido a la tecnología. Por ello, a través de la Comisión de Innovación y Desarrollo del CCE, fomentamos ecosistemas de innovación social y económica, para crear mayores beneficios y eficiencia para todos, por lo que nos comprometemos a incorporar el uso responsable de las tecnologías en nuestros procesos, además de crear mayores sinergias con instituciones académicas para promover la capacitación».

Nuevos modelos de negocio, integración de nuevas cadenas de valor, promoción de tecnologías emergentes, reconversión del talento... En este punto, Sergio E. Contreras, vicepresidente Ejecutivo de Comce, recuerda cómo la transformación digital, más aún en tiempos como los actuales, «es necesaria para que las empresas, sobre todo las pymes, la adopten para que se pueda competir con mayor éxito en ambos mercados, acercando los intereses comerciales principalmente en las necesidades de llegar a los clientes con una respuesta en tiempo real y, con esto, apoyar a mejorar su competitividad y ofrecer un nuevo valor añadido a sus clientes».

Para Contreras, herramientas como la Inteligencia Artificial permiten «que sean las máquinas quienes identifiquen racionalmente y anticipen las necesidades de los clientes, sugiriendo al identificarlos los productos adecuados a los estándares con los cuales se le ha reconocido, lo que agiliza los procesos de venta». Como destacó el representante mexicano durante sus intervenciones de esta semana: «La llave del éxito actual de las empresas digitalmente maduras es la oportunidad de apoyar la operación al fomentar la toma de decisiones correctas y permitirles con eso la oportunidad de reaccionar y adelantarse más rápido a los cambios de los mercados».

José Loret de Mola, vicepresidente de Coparmex Nacional, destaca este «interés creciente por las energías renovables y las TIC». Claves de desarrollo sostenible, en pleno siglo XXI, sobre las que de Mola subraya la importancia «del Programa Iberoamericano de Transformación Digital en Educación, de aprobar un Plan de Ciencia Abierta; promover la organización del I Foro Digital Iberoamericano; impulsar la aprobación de una Agenda Digital Iberoamericana; incentivar y facilitar el acceso de las mujeres desde fases incipientes a las Ciencias, la Tecnología, la Ingeniería y las Matemáticas…». El fomento del español y portugués en este ámbito y la creación de un Premio Iberoamericano de Ciencia y del Día Iberoamericano de la Ciencia (28 de noviembre) forman parte de este marco tecnológico.

Como destaca De Mola, «el desarrollo y producción de semiconductores, las biotecnologías y farmacia, el sector agroalimentario, la aeronáutica, la producción de vehículos y autopartes eléctricas, el sector químico, los nuevos materiales, el e-commerce» son otras grandes áreas de oportunidad en la colaboración de ambos países, en torno a tecnologías emergentes.

Objetivos alineados, como recalca el presidente de Concamin, José Abugaber, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU «y con el Convenio Básico de Cooperación Científica y Técnica, el Tratado General de Cooperación y Amistad entre los EE.UU. Mexicanos y el Reino de España y el Acuerdo Complementario del Convenio Básico de Cooperación Científica y Técnica entre el Reino de España y los Estados Unidos Mexicanos para el Financiamiento de Programas y Proyectos de Cooperación».

Universidades e institutos de investigación (en el caso de México, con referencias mundiales como el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, o Guadalajara, uno de los 'Silicon Valley' mexicanos) son otra enorme aportación a esta colaboración por la que, como señala Abugaber, «es muy importante lo que México y España podamos hacer en materia de innovación, tecnología y transformación digital, porque ese es el presente y futuro del mundo. Entre naciones amigas tenemos que conjuntar esfuerzos y trabajar para ponernos a la vanguardia de estos procesos».

Jorge Morales, profesor de OBS Business School afincado en México (y graduado en el Tecnológico de Monterrey), indica cómo el país «ha cambiado, después de la pandemia de Covid, la mentalidad de muchas empresas mexicanas, creando la necesidad de definir y acelerar estrategias de transformación digital. Con la restricción de interacciones físicas, el contacto digital con los clientes se convirtió en prioritario. Las empresas tomaron conciencia de que necesitaban entender las necesidades y exigencias de los clientes online y su comportamiento en las plataformas digitales; no para liderar, sino para sobrevivir».

Morales subraya, además, cómo las pymes deben solucionar el reto «no tanto de acceder a la tecnología, como de asimilarla, ya que la tecnología por sí misma no trae consigo soluciones; se requiere de empleados y aliados de negocio con mayor conocimiento y talento para sacar provecho de ella y construir una ventaja competitiva». El reto, y también la oportunidad, están sobre la mesa.

En el caso de Salvador Estrada, profesor de Innovación de la Universidad de Guanajuato y director de Zetyk, Centro de Inteligencia Estratégica, apunta a la necesidad de incrementar la «insuficiente inversión pública en infraestructura 5G, además de articular adecuadamente las políticas públicas». El objetivo, por lo tanto, es ir más allá de lo logrado a la fuerza por los rigores de la pandemia y como señala el profesor, profundizar en los avances conseguidos en industrias como la automotriz, «en la gestión de los sistemas de información, la producción masiva personalizada, la seguridad laboral y de los pasajeros, la reconversión de la maquinaria analógica para su conectividad, la ciberseguridad, etc.».

Estrada añade que México fue pionero en el manejo de las facturas electrónicas y la contabilidad digital, a la vez que recuerda que hay que hacer los deberes en sectores como el turístico o el agroalimentario. «Grandes retos (concluye), pero también oportunidades para la industria de tecnologías de información y comunicaciones que, de acuerdo con Selene Diez, del Clúster de Tecnologías de Información de Guanajuato, contribuye al PIB mexicano en torno a un 9%».