España ha duplicado las importaciones de gas de Rusia desde que empezó la guerra en Ucrania
Nuestro país, Francia y Bélgica recibieron el 80% del GNL ruso que llegó a Europa el año pasado
Argelia fue el mayor suministrador de gas a España en 2023 con récord de compras a Rusia
Regasificadora de Mugardos, cerca de Ferrol
El sábado se cumplen dos años desde que Rusia invadió Ucrania. En ese periodo, las empresas gasistas que operan en España prácticamente han duplicado las importaciones de gas natural licuado (GNL) ruso. Si en 2021 llegaron a nuestras costas 37.027 GWh, en 2023 ... fueron 72.690 GWh, un 96,3% más. Otro ejemplo: en enero de 2022, un mes antes de la guerra, se importaron 2.178 GWh; en enero de 2024 han sido 6.372 GWh.
Hay que subrayar que no existe ninguna prohibición para que Rusia exporte gas, contrariamente a lo que sucede con el petróleo y sus derivados. Por eso, tanto la Comisión Europea como el Gobierno español se han limitado a «recomendar» a las compañías gasistas que reduzcan las importaciones y no renueven los contratos en vigor. En 2021, el gas ruso supuso el 45,3% del total de Europa.
También hay que destacar que son empresas privadas, como por ejemplo Naturgy, las que importan el gas, y no los estados, y tienen que cumplir unos contratos de suministro a largo plazo firmados hace años con millonarias indemnizaciones si no los cumplen.
El GNL es el gas que se transporta en buques metaneros, en estado líquido, a -160º y se descarga en plantas regasificadoras que devuelven el gas a su estado natural gaseoso para introducirlo en la red de gasoductos.
España, Francia y Bélgica recibieron el 80% de las importaciones rusas de GNL de Europa el año pasado. Entre 2021 y 2023 aumentó el suministro de GNL ruso a Europa 11%; los envíos a España casi se duplicaron y a Bélgica se triplicaron. Turquía y Grecia comenzó a importar GNL ruso en 2022, según el último informe de European LNG Tracker del 'Institute for Energy Economics and Financial Analysis' (IEEFA).
Regasificadoras
Las terminales europeas que más GNL ruso importaron en ese periodo fueron Zeebrugge (Bélgica), Montoir-de-Bretagne (Francia), Bilbao (España), Gate (Países Bajos), Dunkerque (Francia) y Mugardos (España).
España fue el segundo importador europeo de GNL el año pasado, con un volumen total de 24,9 bcm (miles de millones de metros cúbicos), un 14% menos que en 2022. Con siete terminales operativas, España tiene más capacidad de importación de GNL que cualquier otro país en Europa. Su capacidad importadora supone el 22% del total europeo.
Por el GNL procedente de Rusia, España pagó 4.110 millones de euros en 2022 (los precios fueron muy elevados) y 2.310 millones de euros en 2023. Por el GNL procedente de EE.UU., España pagó 8.900 millones de euros en 2022 y 3.130 millones de euros en 2023 y por el de Qatar, pagó 730 millones en 2022 y 380 millones en 2023, apunta el citado informe.
Cae la demanda en Europa
No obstante, el consumo de gas en Europa en 2023 cayó a su nivel más bajo en los últimos 10 años a medida que los países han intensificado la eficiencia energética y el despliegue de energías renovables. Alemania, Italia y el Reino Unido han sido los países donde más se ha reducido la demanda. Desde la invasión rusa a Ucrania, la demanda de gas ha disminuido un 20% en todo el mundo.
Desde IEEFA critican que los países continúan construyendo nuevas infraestructuras de GNL: ocho terminales de importación han entrado en funcionamiento desde febrero de 2022 y se espera que se pongan en marcha otros 13 proyectos. Esto significa que la capacidad combinada de las terminales de GNL de Europa podría ser tres veces mayor que la demanda esperada de GNL para finales de la década.
Desde febrero de 2022, Europa ha añadido 53,5 bcm de nueva capacidad de regasificación. El año pasado, ocho de las 37 terminales de importación de Europa tuvieron tasas de utilización por debajo del 50%. Se encuentran en etapa de planificación 94 bcm adicionales de capacidad de importación de GNL nueva o ampliada. Se espera que esté operativo en 2030. Esto elevará la capacidad de GNL de Europa a 405 bcm.
«En los últimos dos años, Europa ha transformado su sistema energético y ha implementado métodos para disminuir los efectos de la crisis energética. Este es el momento de examinar cuáles políticas funcionaron y continuar con ellas mientras se implementan nuevas estrategias que podrían dar Europa tiene la ventaja para gestionar los riesgos en el futuro», afirmó Ana María Jaller-Makarewicz, directora de energía y analista en IEEFA.
Añadió que «dos años después de la invasión rusa de Ucrania, el sistema energético europeo está más diversificado y resistente. La crisis se ha controlado hasta cierto punto. Las instalaciones de energías renovables y bombas de calor se han ampliado y se han acelerado. Esto ha hecho que el continente siga reduciendo la demanda de gas».
Y destacó que «Europa debe aprender de sus errores pasados y evitar volverse demasiado dependiente de Estados Unidos, que proporcionó casi la mitad de sus importaciones de GNL el año pasado».