ABC EMPRESA
La España despoblada busca reconfigurar su futuro seduciendo al talento digital
Las iniciativas para atraer a los nómadas digitales con propuestas de valor que van más allá de las ayudas directas se multiplican por todo el país
Los nómadas digitales cambian los planos del mercado inmobiliario español
Jorge Teixeira, de 25 años, trabaja para una consultora tecnológica y vive junto a su novia en el pequeño pueblo de Anceu, que apenas suma un centenar de habitantes
Se calcula que ya hay 300.000 nómadas digitales que se han establecido en España, al menos por un tiempo, para trabajar de forma remota. Es el número de referencia al analizar el potencial que tienen las distintas regiones para atraer a estos trabajadores. No ... hay un registro como tal, ni se sabe dónde se instalan, pero sí hay conciencia de que ya hay destinos, las grandes ciudades, muy tensionados. A su vez, los entornos rurales necesitan nueva población y cada vez son más las comunidades autónomas que lanzan programas para fijar este tipo de perfiles en algunas de sus poblaciones.
José Almansa acaba de lanzar NomadIA Digital, plataforma creada para nómadas digitales a través de la cual se pretende conectar su talento con territorios que buscan reinventarse desde la innovación, la sostenibilidad y la comunidad. Este emprendedor confía en que este proyecto tenga impacto en la España rural y ayude a potenciar zonas hoy aún bastante deshabitadas. Ha optado por instalar la oficina central en Segovia generando mucho interés en toda la provincia.
Indica los tres elementos que permiten articular la propuesta de valor para los nómadas digitales. Por un lado, lo que llama 'espacios mágicos' que sirvan para relajarse, vivir, trabajar... «y aquí hay un gran valor de la España vaciada, con mucho espacio y algunos lugares increíbles. Puede ser un lugar con mar, o donde puedes ver las estrellas… lugares que no tienes en la cabeza para trabajar allí, pero pones un satélite, wifi.. y te encuentras un gran espacio de trabajo», explica el fundador de NomadIA. Por otro lado, ve clave programar bien las actividades que se pueden ofrecer. «Pensamos que solo necesitan tecnología, pero ellos quieren vivir muchas cosas y la España rural tiene mucho que ofrecerles», recuerda Almansa. Y pone ejemplos, como puede ser un curso de forja de hierro o de cerámica, pues «lo importante es ofrecer una propuesta de valor única y recordar que no compiten entre ellas, sino que complementan». Por último, «entender qué quieres que pase, programar bien las actividades en los pueblos para evitar que se saturen».
En Extremadura, por ejemplo, en octubre de 2024, se lanzó un programa de subvenciones innovador para atraer a nómadas digitales a su territorio, ofreciendo un ayudas entre 4.000 y 10.00 euros. Desde la Junta de Extremadura consideran que la atracción de estos profesionales altamente cualificados va a tener efectos muy positivos en la economía de la región «porque incrementa el consumo local, enriquece el talento regional y genera redes y oportunidades de valor. Además, su presencia en áreas rurales ayuda a combatir la despoblación».
Después de vivir en Londres y en Madrid, Tadej Magdic y su novia Belén decidieron instalarse en Malpartida (Cáceres), la tierra de ella. Natural de Eslovenia, Tajed, de 34 años, trabaja en remoto para una empresa inglesa de tecnología, en el área de distribución alimentaria. Un trabajo que logró conservar cuando se trasladó a la capital española y que ahora mantiene en la pequeña localidad extremeña. Según los datos del INE, Malpartida cuenta con 4.030 habitantes, una realidad muy diferente al de Madrid, en donde estuvo siete años.
«Los precios de las casas en Madrid son muy altos y decidimos venir a Malpartida. Aquí está la familia de mi chica y sus amigos, por lo que ha sido más fácil», explica Tadej. Antes de dejar la capital estudió un máster en dirección de cine y ha empezado a realizar algunos proyectos de producción y realización. El joven esloveno se muestra encantado de estar rodeado por la naturaleza. «Tenemos una perra y es un entorno maravilloso», resalta. A nivel profesional, «puedo llevar a cabo bien mi trabajo, hay fibra, buena conexión a Internet, no tenemos problemas». Ya en el campo del cine es algo más difícil, «el mundo producción está más en Madrid, pero cuando surge algo me desplazo», resalta. Y asegura que «tenemos mucha más calidad de vida, podemos ahorrar y viajar mucho más. Cuando vamos a Madrid, hacemos allí más cosas», añade. El año pasado tanto él como su pareja, que trabaja en remoto para una farmacéutica, solicitaron la ayuda para nómadas digitales de la Junta. Al ser una localidad de menos de 5.000 habitantes, recibieron cada uno 10.000 euros para invertir en su proyecto profesional.
Tras vivir en Londres y en Madrid, el esloveno Tadej Magdi y su novia Belén decidieron instalarse en la localidad natal de ella, Malpartida (Cáceres)
La Xunta de Galicia, en colaboración con la Asociación Cultural Sende, ha lanzado Fixar, proyecto para atraer nómadas digitales al rural gallego y fijar población, sobre todo de personas jóvenes. «De esta iniciativa se realizaron hasta el momento dos ediciones, en la primera participaron 60 personas y en la segunda 80, con estancias quincenales en los espacios coliving implicados en este proyecto, que son Sende (Lobeira, Ourense), Anceu, (Ponte Caldelas) e iSlow, Laxe (A Coruña)», explica la Consejería de Empleo, Comercio e Emigración de la Xunta de Galicia. «La idea es que encuentren en estos pueblos un lugar estable donde vivir y trabajar, contribuyendo así a mantener y reactivar la vida económica y social», añaden.
Recuerdan que en 2026 tendrá lugar la tercera edición de Fixar y que a través del programa ya se han hospedado en el coliving de Sende medio centenar de personas. «De estas, un 60% crearon un nuevo proyecto o negocio tras esta experiencia y más de un 90% siguen vinculadas a Galicia», puntualizan. En las ediciones desarrolladas hasta ahora han participado perfiles muy diversos, con presencia de gallegos retornados, residentes en ciudades y personas extranjeras ya afincadas en la región.
Un mundo diferente
Jorge Teixeira Crespo, 25 años, natural de Redondela (Pontevedra) ahora vive y trabaja en Anceu. El INE cifra en 100 los habitantes de este pequeño pueblo gallego. Estudió Ingeniería Informática en La Coruña y después de vivir en distintos lugares y participar en el proyecto Fixar, en Anceu, decidió este invierno instalarse allí con su novia. «Trabajo en una consultora tecnológica, Hiberus, y antes creé una startup y fui autónomo. Siempre me he movido en el mundo del emprendimiento», explica Jorge. Fue en una conferencia tecnológica en Madrid donde conoció el proyecto de Sende, se empezó a involucrar y a través del programa Fixar estuvo 15 días en Anceu en el coliving donde conviven emprendedores, creativos y nómadas digitales. «Es una forma de demostrar que se pueden hacer cosas desde lo rural. Antiguamente los que son mis jefes si querían irse fuera tenían que hacerlo a Madrid a una gran ciudad y hoy en día el mundo es diferente», afirma.
En esas dos semanas los participantes recibieron mentorías e intercambiaron ideas, «fue algo muy enriquecedor», resalta. Todos los jóvenes que han pasado por el programa han dado vida a este pueblo con distintas actividades y algunas de ellas son abiertas a todos los habitantes creando una enriquecedora experiencia cultural. «Cada vez son más las personas que optan por este estilo de vida. A este pueblo ya se han mudado tres familias desde que empezó el programa. Es una oportunidad para abrirte los ojos, el primer paso para decidirte a vivir en una zona rural», afirma Teixiera.
Por cada rincón
Otro ejemplo de este tipo de iniciativas lo tenemos en la localidad malagueña de Benarrabá, de 462 habitantes. La Diputación de Málaga dio a conocer este verano su proyecto impulsado por su Centro de Innovación Social La Noria gracias al cual han llegado 73 teletrabajadores y nómadas digitales de 36 nacionalidades a la Serranía de Ronda con el proyecto 'Benarrabá WorkValley'. Otra asociación de convivencia y trabajo conjunto, Rooral, en colaboración con el ayuntamiento de esta localidad han traído a 52 teletrabajadores de 19 países en 2025.
Además de los programas específicos que van surgiendo, hay distintas deducciones fiscales. Entre las más atractivas, la de Castilla-La Mancha, cuyo incentivo es del 15% de la cuota íntegra autonómica si la persona fija su residencia habitual en zonas rurales en riesgo de despoblación. O en La Rioja, donde el autónomo que fija su residencia en zonas de baja densidad de población puede deducir el 20% de la cuota hasta un máximo de 400 euros.
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