El único consejero designado por el PP rechaza el encargo de Escrivá de revisar la ley del Banco de España
El nuevo equipo directivo de la institución había anunciado por la mañana que Fernando Fernández asumiría un plan para fortalecer la independencia del órgano supervisor
El desembarco de Escrivá en el Banco de España: una reorganización interna que desplaza a 250 funcionarios
Bruno Pérez y María Jesús Pérez
Madrid
José Luis Escrivá traía ideas propias sobre cómo organizar el Banco de España y no ha tardado en ponerlas en práctica. Ayer sometió al Consejo de Gobierno una profunda reestructuración interna, que, al menos de momento, va a afectar más al reparto de ... tareas que a los nombres.
A efectos de organigrama, la recomposición interna se traduce en que se pasa de seis direcciones generales a ocho y en una redistribución de tareas entre ellas; a efectos prácticos, la nueva estructura refuerza el poder del propio Escrivá, que asume el control del área crítica de supervisión bancaria, antes bajo la batuta de la subgobernadora, y hace descansar en personas de su confianza, como María Teresa Ledo y Paloma Marín, funciones fundamentales como el diseño del plan estratégico, la comunicación externa y las relaciones institucionales, que ayer situó como prioridades estratégicas de su mandato.
Escrivá ha dejado a la subgobernadora, Soledad Núñez, la representación del Banco de España en los foros en los que se debate la regulación sobre estabilidad financiera, la vigilancia de las operaciones y los riesgos financieros y una oficina de nueva creación para sostenibilidad ambiental, social y gobernanza. Le ha quitado algunas funciones fundamentales como la representación del Banco de España en el Mecanismo Único de Supervisión (MUS), que durante la era De Cos asumió Margarita Delgado y que, a partir de ahora, recaerá en la directora general de Supervisión, Mercedes Olano.
Una nueva Dirección General aglutinará las labores de relaciones europeas, comunicación y relaciones institucionales. Al frente estará Paloma Marín, jurista del Banco de España, que hasta ahora ocupaba el cargo de directora del Departamento de Relaciones Internacionales y Europeas. La directora adjunta será Inés Calderón, que ha acompañado como dircom a Escrivá desde su entrada en el Gobierno como ministro de Seguridad Social.
En este departamento de nuevo cuño se integrará también otra de las personas de confianza de Escrivá, Xavier Torres, que asumirá las relaciones institucionales y la coordinación europea.
La otra dirección general de nueva creación es la de Estrategia, Personas y Datos en la que Escrivá ha situado a otra de sus personas de máxima confianza, María Teresa Ledo, que se encargará entre otras cosas de la definición del nuevo plan estratégico del Banco de España, de la Oficina del Dato y de la compilación de la información estadísticas que antes estaba dispersa en otras direcciones generales
Los cambios previstos junto con los anunciados ayer fueron elevados al Consejo de Gobierno y a la Comisión Ejecutiva de la entidad, donde fueron tratados y refrendados y finalmente aprobados aunque sin unanimidad.
Independencia, humildad, transparencia, autonomía... son las palabras que más han destacado, y sorprendido a muchos de los presentes, en el discurso de José Luis Escrivá ayer en el acto formal de toma de posesión como nuevo gobernador del Banco de España. Entre los mensajes lanzados por el flamante 'jefe' de la autoridad monetaria, el anuncio de creación de un grupo interno de trabajo en la institución que revisará su propia Ley de Autonomía, con el objetivo declarado de «reforzar todavía más su independencia», según el acuerdo alcanzado en la reunión del Consejo de Gobierno.
Nuevo grupo de trabajo
Causó sorpresa que la persona elegida para estar al frente de ese nuevo grupo de trabajo que revisará la Ley de Autonomía de 1994 en un principio fuera a ser el único consejero del banco que queda de los designados a instancias del PP, el economista Fernando Fernández, acordado ya hace días entre ambos. Sin embargo, finalmente, Fernández –que también es el único con quien el propio Escrivá ha discrepado precisamente por la manera en la que hizo sus primeros nombramientos– ayer declinó liderar el proyecto, y será la consejera ejecutiva Lucía Rodríguez, la última propuesta por parte del PSOE para formar parte del consejo del Banco de España.
Fuentes próximas al consejo puntualizaron a este periódico que es cierto que inicialmente Fernández había aceptado el cargo en conversaciones privadas con el gobernador, pero diferencias de fondo y forma le hicieron reconsiderar reafirmar la decisión primera, y ni mucho menos se trataba de haber recibido presiones políticas como algunos medios han deslizado, "su decisión solo responde a la constatación de que no podría cumplir el mandato en las condiciones de independencia, rigor y confianza necesarias".
«Esta ley ha proporcionado un marco legal e institucional adecuado para que el banco pueda ejercer sus funciones con independencia, lo que ha reforzado su percepción de imparcialidad», dijo el nuevo gobernador del Banco, «pero es verdad que en estos 30 años el entorno en que se desenvuelven los bancos centrales se ha transformado».
La idea es que estos trabajos se lleven a cabo con un horizonte no muy lejano a fin de poder presentar una propuesta a los grupos parlamentarios, que serán los que tengan que avalar o no la propuesta. Sobre la mesa estarán asuntos peliagudos como el sistema de nombramiento del gobernador del Banco de España, que Pablo Hernández de Cos cuestionó en su día por los riesgos que encierra, y también otros elementos como la duración de los mandatos, que en España es de seis años mientras que en otros ámbitos como el BCE alcanza los ocho años.
Consciente de las dudas sobre su independencia que se han suscitado, Escrivá ha puesto en valor su etapa en Airef, donde, dijo ayer, «preservar la independencia de la institución de influencias y condicionamientos externos fue un reto desde el primer día».
Antes de Escrivá, el exgobernador Pablo Hernández de Cos recibió un largo aplauso de los invitados tras un breve discurso, en el que evitó criticar el proceso de su sucesión pero sí lanzó algún mensaje . «Manteniendo el rigor y la independencia, el éxito del Banco de España está asegurado».
El ya exministro de Transformación Digital estuvo arropado por representantes de la principales entidades bancarias, como la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, el presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, el presidente de BBVA, Carlos Torres, el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, el presidente de Unicaja, José Sevilla o el presidente de Ibercaja, Francisco Serrano, entre otros. Por parte de las patronales bancarias acudieron la presidenta de la AEB, Alejandra Kindelán, y el director general de CECA, José María Méndez.
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