Escrivá defiende su independencia e impulsa un cambio regulatorio para reforzar la autonomía del Banco de España

«Preservar la independencia de la institución de influencias y condicionantes externos fue, singularmente, un reto desde el primer día», ha dicho recordando su labor de construcción de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, el destino que ocupó antes de pasar a ser ministro de Seguridad Social en otro movimiento muy criticado en su día. Ahora, se plantea como reto «entender que la independencia de iure del Banco de España debe acompañarse de comportamientos y un estilo de dirección que también la preserven de facto".

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Gonzalo D. Velarde

Consciente del debate generado por su nombramiento y de las dudas despertadas respecto a cómo puede afectar esto a la independencia del Banco de España, Escrivá ha decidido acompañar sus palabras de actos y ha anunciado la creación de un grupo de trabajo interno para impulsar la reforma de la Ley de Autonomía del Banco de España con el objetivo declarado de «reforzar todavía más su independencia», según el acuerdo alcanzado en la reunión del Consejo de Gobierno del supervisor.

Al frente del grupo de trabajo situará, además, al único consejero del banco de los que quedan designado en su día a instancias del PP, el economista Fernando Fernández, al que le tocará coordinar los trabajos para actualizar la norma reguladora del Banco de España que tiene ya más de 30 años.

«Esta ley ha proporcionado un marco legal e institucional adecuado para que el banco pueda ejercer sus funciones con independencia, lo que ha reforzado además su percepción de imparcialidad», ha admitido el nuevo gobernador del Banco de España, «Pero también es verdad que en estos 30 años el entorno en que se desenvuelven los bancos centrales se ha transformado sustancialmente».

La idea es que estos trabajos se lleven a cabo con un horizonte no muy lejano al fin de poder presentar una propuesta a los grupos parlamentarios que serán los que avalen o no la propuesta de reforma del Banco de España y sobre la mesa estará no solo su organización interna sino también asuntos más peliagudos como el actual sistema de nombramientos, del que el gobernador saliente Pablo Hernández de Cos, ya dijo que generaba riesgos, y también otros elementos como la duración de los mandatos, que en España es de seis años mientras que en otros ámbitos como el BCE alcanza los ocho años.