Un escollo más para la vivienda: la falta de redes eléctricas retrasará hasta cuatro años la entrega de una casa

Los problemas de acceso a la red dejan en el alambre futuras promociones cuando la crisis de oferta de casas está devorando el mercado

El porcentaje de jóvenes españoles con casa en propiedad desciende desde el 35 al 30% en solo dos años

manuel olmedo

El acceso a la vivienda es una de las grandes preocupaciones para los españoles. Al margen de lo que digan encuestas como el CIS, o lo que dispongan los grandes datos macroeconómicos sobre la renta de la ciudadanía, la realidad es que cada vez ... hay más personas -sobre todo, jóvenes- que tienen pesadillas con la posibilidad de conseguir un techo. Lo que nadie esperaba en estos momentos es que hubiera otras externalidades que fueran a impactar de lleno en esta situación. Además, esos problemas llegan desde el sector energético que, asimismo, vive su propio calvario en los últimos meses a raíz del apagón. Y es que, debido a los problemas de acceso a la red eléctrica, el sector promotor asegura que podrían darse retrasos de entre tres y cuatro años en la entrega de un piso.

En este momento hay un problema energético de primera magnitud: la red eléctrica está sobresaturada, cada vez hay menos accesos a dicha infraestructura y, de por medio, se está negociando el dinero que se paga a las empresas distribuidoras por las inversiones que hacen. Ante este escenario, el sector inmobiliario ha dado la voz de alarma. Según trasladan desde la asociación de promotores de Madrid (Asprima), no se trata de algo que no impacte sobre el sector, el acceso a la red se ha convertido en una preocupación real. Tanto, que ahora mismo existe esa incertidumbre sobre algunas promociones que hay en marcha.

Los datos son preocupantes. En 2024, el sector urbanístico solicitó 6,7 GW de acceso a la red eléctrica. Por un lado, esta cifra evidencia el dinamismo de la vivienda, pero también la saturación de la infraestructura actual puesto que muchos de esos proyectos no han podido ser atendidos ni conectados. Es decir, se trata de una problemática que ya se está dando, y que su verdadera digestión se conocerá en los próximos años.

Las claves

Saturación de la red

Las promotoras denuncian que la red eléctrica está saturada por la demanda de conexión que también ejercen otros sectores económicos como los centros de datos.

6,7

GW fu la potencia solicitada por el sector urbanístico en 2024 en pleno ascenso de la obra nueva.

Déficit de 700.000 casas

El problema ocurre cuando hay una necesidad imperante de construir casas. Según el Banco de España el déficit de nueva vivienda asciende ya a 700.000 unidades, 200.000 más respecto al año pasado..

10.000

euros es el impacto que tiene en el precio de cada vivienda la dotación de potencia eléctrica que se obliga a poner (9,5 kw), que es el doble de la necesidad calculada por las promotoras.

Desde Asprima aseguran a este periódico que no quieren situar al sector de la vivienda enfrentado a otros ejes de la economía. Pero la realidad se impone. Los centros de datos, grandes consumidores de energía, quieren conexión a la red. Las industrias que actualmente usan el gas en sus procesos caloríficos quieren transformar su consumo y migrar a la electrificación. Eso supone, también, la necesidad de acceso a la red. También hay que sumar el avance de la electromovilidad y otros tantos sectores que quieren luz. Por eso, aunque desde los promotores no quieren convertir la situación en unos «juegos del hambre», el contexto actual de la red eléctrica española no está preparada para todos estos requerimientos.

Ante este escenario, desde Asprima creen que «España necesita más vivienda y necesita que esa vivienda sea asequible económicamente, sostenible, descarbonizada y eficiente energéticamente». Por eso, sostienen desde la patronal, «el acceso y conexión a las redes eléctricas no puede ser un freno». Sin embargo, el impacto energético en el sector del ladrillo también llega por la vía económica.

Si el retraso en sí mismo ya puede suponer un impacto en el precio de la vivienda, hay otro factor que también incide en unos sobrecostes que pueden llegar a sobrepasar los 10.000 euros por piso. Se trata de la potencia eléctrica que se obliga a poner.

Una vivienda estándar, con una familia de cuatro componentes, y un uso básico de los electrodomésticos, no necesitaría más de 4,5 kW de potencia. De hecho, superar esta cifra es para hogares que tienen bombas de calor, o que hacen un uso muy concreto de ciertos aparatos.

El problema es que se obliga a las promotoras a edificar con 9,5 kW. La justificación llega por los potenciales nuevos usos eléctricos que llegarán en el futuro, como el coche eléctrico, pero la realidad española en estos momentos es que no se necesita en la mayoría de hogares.

Lejos del 'boom' inmobiliario

Ocurre en un momento en el que la necesidad de levantar vivienda es imperativa, pero en el que sin embargo la construcción no puede ir a todo gas por el añadido de las trabas burocráticasque se encuentran las promotoras para acceder a suelo finalista. El sector ya no vive en las horas bajas en las que se instalaron durante la resaca del 'boom' inmobiliario, pero sigue igualmente lejos del nivel de actividad alcanzado en los años dorados del ladrillo. Según los datos del Ministerio de Vivienda, el número de viviendas libres terminadas a cierre de 2024 aunentó casi un 8% hasta las 86.609 nuevas casas, la cifra más abultada desde el año 2011. Pero comparado con las casi 600.000 que se finalizaron en 2006 o 2007, el avance parece anecdótico.

Así las cosas, el Banco de España estimó recientemente un déficit de 700.000 viviendas en España, 200.000 más respecto a su cálculo anterior de 2024.

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