Suscribete a
ABC Premium

El presidente de Turquía perfecciona el arte del funambulismo político y económico

Erdogan intenta sortear la crisis con músculo tecnológico y posicionando a su país como centro logístico estratégico sin airar a Putin ni romper con Europa

El gasoducto Turk Stream, inaugurado por Putin y Erdogan en 2020, es una prueba del papel estratégico que puede jugar Turquía, pero también de su dependencia de Moscú
Alexia Columba Jerez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Recep Tayyip Erdogan se ha convertido en un funambulista que camina sobre una línea roja que adapta a sus necesidades, mientras teje una red de seguridad bajo sus pies a costa de Occidente y de una Rusia en conflicto a la que teme. Como ... establece Sergio Príncipe Hermoso, profesor de Política de Información y Comunicación en la UE de la Universidad Complutense, «es un socio incómodo del que desconfiar, pero con el que tienes que contar siempre. Vemos así a Turquía practicando una política esquizofrénica, difícil de comprender a simple vista».

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia