Los empresarios urgen acelerar la formación de los casi 3 millones de parados para no condenarlos al destierro laboral

Para frenar este incremento de puestos de trabajo sin cubrir desde las empresas tienen claro que la estrategia por la formación. Tanto la que se imparte en las escuelas y que marca la mayor parte de las aptitudes de los futuros trabajadores, pero también la que se puede ofrecer dentro de las compañías, tanto a los nuevos empleados para enfocarlos hacia las necesidades productivas de los puestos que van a desempeñar como a los ya insertados en las compañías, con el objetivo de adaptarlos a la nueva realidad y favorecer además su mantenimiento en la estructura productiva.

Precisamente, sobre este punto hizo hincapié la ex ministra de Empleo y Seguridad Social y actual presidenta de la Fundación CEOE, Fátima Báñez, quien aseguró este miércoles la urgencia de articular una triple vía para abordar la captación y formación de talento para también resolver el problema de la escasez de mano de obra mediante la formación de los casi tres millones de parados que registra nuestro país, el impulso al talento senior dentro de las compañías y la capacitación de las personas extranjeras para una rápida incorporación al mercado laboral. «Los necesitamos a todos, la clave está en la diversidad de los perfiles profesionales», señalaba durante la mesa de análisis sobre 'Desarrollo del talento en momentos de transformación' celebrada en el marco de la jornada de Liderazgo Empresarial para directivos impulsada por la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM).

«Hay que formar a las personas en desempleo para que se incorporen al mercado de trabajo e impulsar el 'reskiling' para que quienes quieran puedan permanecer más años en la empresa», señalaba Báñez subrayando la importancia de estos procesos ante una coyuntura en la que el envejecimiento de la población va a drenar recursos humanos de las empresas sin reposición. «También necesitamos dar una formación adecuada a las personas que vienen del extranjero para facilitar su inserción laboral», señalaba quien fuera la máxima responsable del mercado laboral español entre los años 2011 y 2018.

En este sentido, durante la jornada sobrevoló la necesidad del concurso de los poderes públicos para hacer efectivo estos procesos de formación no reglada, es decir, impartida por parte de los centros de trabajo. En este sentido, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, señaló durante su intervención en el foro la importancia de mantener los estándares de seguridad jurídica para facilitar esos procesos de formación y captación el talento.

«Aquí en Madrid no se va a amnistiar a nadie más que al talento, el esfuerzo, la capacidad y el sacrificio, porque aquí en Madrid somos todos iguales ante la ley y jamás los culpables serán inocentes y los inocentes serán culpables», subrayó el regidor recalcando que Madrid es el «motor de transformación que tiene España», algo que no sería posible «sin el papel que juegan los empresarios».

En este marco, aseguraba Mantínez-Almeida en que la capital es «motor de cambio» no gracias a la capitalidad sino porque cuenta con un «marco de seguridad jurídica y estabilidad institucional« y la administración «trata de molestar lo menos posible». «La situación de Madrid no obedece a la casualidad sino a la causalidad», remarcó para defender su apuesta por la simplificación normativa y que la injerencia de la administración sea «mínima». «Las ciudades, las grandes protagonistas del siglo XXI, vamos a tener también que atraer y seducir al talento. Es el proyecto en el que vamos a trabajar», advertía antes de señalar que el reto es «consolidar» a Madrid como »la mejor ciudad del mundo» para quedarse a vivir en ella.

También volvieron los empresarios sobre una cuestión ya reiterada, a cerca del problema que supone las elevadas cargas burocráticas que asumen las compañías en toda la Unión Europa, más aún en el actual marco de prolija producción normativa que exigen los nuevos marcos de sostenibilidad, igualdad y digitalización. El presidente de CEIM, Miguel Garrido, incide en la obligación de las administraciones para facilitar el «marco adecuado» a las empresas para garantizar su viabilidad. «La responsabilidad de las empresas es ser rentables porque, si no, desaparecen», aseguraba subrayando o que cada vez el sector privado está «más hiperregulado».

De este modo, llama el líder de la patronal madrileña a revisar el modelo y aplicar las herramientas con las que cuenta la Administración Pública para facilitar la competitividad, entre las cuales ha citado el «imperio de la ley» como «fundamental» y ha resaltado la «igualdad de todos los españoles». Este exceso de regulación, junto a los costes laborales, ha remarcado, influyen también en la escasez de talento. En este sentido, ha advertido que el nuevo estatuto del becario «compromete seriamente la incorporación de talento a las empresas».

Y recuerda la obligación de las empresas para «seducir a los jóvenes« para que quieran trabajar en ellas y, para ello, asegura, «hay que dar información y cauces de participación» porque «el liderazgo no es solo la cúpula sino en toda la pirámide de la empresa».

Por su lado, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, recalcaba que las personas son la «clave» de cualquier organización para recalcar la necesidad de atraer talento a las empresas. «No hay personas buscando empleo si no empleos buscando personas», aseguró parafraseando a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Puso así el acento sobre varias líneas que son necesarias afrontar ante este reto, entre ellas la formación y el acceso al primer empleo. «Es increíble que en España haya casi tres millones de personas en paro y falte gente en construcción, hostelería, transporte por carretera».

También hizo un llamamiento el máximo líder empresarial a reflexionar si esto obedece a un problema «de actitud o de aptitud», y pide actuar sobre las políticas activas de empleo, que «no son absolutamente nada eficaces». «El SEPE no coloca ni al 1% de la gente que encuentra empleo», advertía Garamendi abogando por empezar a trabajar en una colaboración publico privada en este sentido y por conjugar las ayudas públicas con primeros empleos.

En materia de formación, ha reclamado «cambiar la Universidad» para que «se incorpore activamente al mundo económico real», un acuerdo tripartito en materia de formación dual, «clave futuro de la empresa», y una reforma profunda de la formación continua. Recordó en este punto que la CEOE entrega dinero al Ministerio de Trabajo y «es un auténtico desastre, con problemas burocráticos» ante los que la administración debería hacer una «reflexión profunda».

«Todo esto funciona desde un clima de tranquilidad, de libertad, de estabilidad, de predicibilidad de las cosas, algo que vamos a seguir reclamando», concluyó en su intervención para remarcar que «Madrid es un sitio donde hay un buen clima para trabajar», tal como «se demostró en pandemia» por esas facilidades a las empresas para seguir desarrollando su labor.