Las empresas españolas sufren falta de trabajadores, papeleo e impuestos mayores que en los países desarrollados
La Encuesta Empresarial del Banco Mundial refleja los problemas que afrontan los negocios que lastran su actividad y les hacen menos competitivos
Los nuevos convenios priorizan las subidas de sueldos frente a la reducción de jornada

Los negocios en España, sobre todo los más pequeños, sufren tres grandes problemas que les diferencian del resto de países europeos y ralentizan su posibilidad de crecimiento: la falta de trabajadores cualificados para cubrir los puestos que hay disponibles; una prolífica regulación ... laboral en materia de despidos y prolongación de los plazos judiciales; y las elevadas tasas impositivas y cotizaciones que pagan los empresarios. «Son las tres grandes preocupaciones que muestran los empresarios«, según ha indicado Jorge Rodríguez, jefe de la unidad de análisis empresarial del Banco Mundial, cuyo informe ha sido presentado en la Cámara de España.
Estas variables, que aparecen en el día a día de miles de empresarios, son los que ensanchan la brecha que hay en España con respecto a otras grandes economías a pesar del crecimiento económico que mantiene el Producto Interior Bruto (PIB) en los últimos años frente a los socios, europeos. El PIB no consigue mejorar la productividad, que sigue estancada, y no hay un clima empresarial completamente benigno para mejorar esos negocios.
El análisis destaca que aunque esos tres problemas -fuerza laboral, burocracia y cargas- «son parecidos a los de otros países», también es cierto que en España esas tres trabas «son sistemáticamente las mismas cuando se diferencian entre empresas grandes o pequeñas, sin distinción«. Es decir, no hay una diferencia que mejore aunque sea por el tipo de negocio que se trate.
En lo relativo a la fuerza laboral «con formación inadecuada», es el problema que plantean un 35% de los empresarios encuestados por el Banco Mundial. «Esta realidad se da en las economías de más tamaño, al ser muy dinámicas y no pueden cubrir toda la demanda», explica Jorge Rodríguez. En España, a medida que el tamaño del negocio crece, este problema también lo hace, alcanzando a un 41% de las grandes corporaciones, muy por encima de la media nacional y de sus comparables desarrollados.
Por otra parte, los papeleos y burocracia suponen el segundo gran muro con el que se encuentran los negocios. Y por plasmarlo en hechos concretos, las empresas apuntan que las semanas pagadas por despido alcanzan las siete en España, frente a las cinco en economías desarrolladas; un 15% de los negocios se han visto involucrados en litigios judiciales en los tres últimos meses, frente a un 6% de los negocios de otros países; y aquí se tardan siete meses en resolver un conflicto laboral, muy por encima de la media.
El tercer gran factor que influye en la competitividad son las cargas en forma de impuestos y cotizaciones sociales que asumen las empresas en España. En el caso del Impuesto de Sociedades, dicen haber pagado un tipo medio en cuotas sociales del 26% (un 20% en los países de nuestro entorno) y han abonado un tipo del 24% en el Impuesto de Sociedades, frente al 17% de los países desarrollados.
Otro dato importante es que el tiempo dedicado a cumplir con el conjunto de las regulaciones sigue siendo en España mayor que en otros países. Con una media 11 semanas frente a las 13 que se tardaban en 2023, pero muy por encima de las 8 semanas en las grandes economías. Con toda esta realidad, el presidente de la Cámara de Comercio, José Luis Bonet, indica que «las empresas sufren una carga administrativa que representa un sobrecoste y lastra la capacidad competitiva» de España.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete