La élite catalana agita la idea de un peaje fiscal a la Comunidad de Madrid por las ventajas de ser capital
Un documento del Círculo de Economía propone que la reforma de la financiación autonómica le imponga una aportación extra a la solidaridad
El gobierno socialista de Castilla-La Mancha plantea igualmente arbitrar algún tipo de medida a modo de compensación

A mes y medio escaso de que el 30 de junio venza el plazo que se dieron el Gobierno Central, PSC y ERC para acordar en la Comisión Mixta de Asuntos Económicos las bases de un nuevo modelo de financiación específico para Cataluña y con ... el informe del comité de expertos convocado por la Generalitat para perfilar ese modelo aún pendiente, una nueva idea patrocinada por el lobby que representa a la gran élite catalana, el Círculo de Economía, pelea por abrirse paso en el debate sobre la reforma de la financiación autonómica: la imposición de una especie de peaje fiscal a la Comunidad de Madrid a modo de compensación para el resto de territorios de régimen común por las ventajas que obtiene de su condición de capital de España.
La propuesta asomó el pasado mes de marzo en el documento de opinión que el Círculo publicó sobre la reforma del sistema de financiación. «El caso de la Comunidad de Madrid merece una mención especial», señalaba el documento. «La reforma del sistema de financiación también debería servir para reconocer la responsabilidad de esta región como capital de España y los beneficios que obtiene por la concentración de actividad económica que genera el modelo institucional«.
Las quejas desde Cataluña por la concentración en Madrid de todo el poder institucional no son nuevas y dieron lugar hace ya 25 años a un documento del Círculo en que se abogaba por deslocalizar fuera de Madrid un puñado de organismos del Estado para edificar un nuevo reequilibrio territorial.
Sus demandas no cayeron en saco roto y en una de sus primeras decisiones de calado el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decretó en diciembre de 2004 el traslado de la sede de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones a Barcelona.
Pero la cosa no fue más allá. Lo que plantea ahora el lobby de la élite catalana es una vuelta de tuerca a ese planteamiento. Dado que la redistribución de los organismos estatales por el territorio nacional no ha cuajado y que el sistema de financiación actual, al no reconocer la existencia de ninguna ventaja competitiva a la Comunidad de Madrid por su condición de capital de España, «favorece el drenaje de recursos hacia esta comunidad autónoma desde el resto de España», al menos según el Círculo, se plantea reforzar la solidaridad de la Comunidad de Madrid con el resto de los territorios.
No dice cómo, pero sí desliza que debe hacerse en el marco del proceso de reforma de la financiación autonómica, como se ha encargado de recordar de forma reiterada en los últimos días en diferentes entrevistas públicas el presidente del lobby y ex CEO del Sabadell, Jaume Guardiola.
Un objetivo improbable
«El falso 'efecto de capitalidad' es otro de los bulos auspiciados desde el Gobierno y sus socios independentistas para justificar su mala gestión y el despilfarro del dinero público«, replica desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid su consejera de Hacienda, Rocío Albert, preguntada por ABC sobre el asunto. »Si la Comunidad de Madrid lidera los principales indicadores económicos no es por albergar la capital, sino por sus políticas liberalizadoras y reformistas. Ser la capital de un país no garantiza mayores niveles de renta per cápita: Nueva York o Colonia son solo dos ejemplos que desmontan ese bulo«, remacha.
Ex altos cargos involucrados en diferentes reformas de la financiación autonómica admiten, en declaraciones a ABC, que la posibilidad de penalizar de algún modo a la Comunidad de Madrid por las ventajas que obtiene de la capitalidad nunca ha sido objeto de debate en las discusiones técnicas o políticas para el diseño del sistema.
El único precedente de una propuesta similar se encuentra en el voto particular que el economista Guillem López Casasnovas formuló en 2017 en nombre de Baleares -aunque el juicio general en aquel entonces era que era el encargado de defender los intereses de Cataluña en un comité en el que la Generalitat decidió no participar- al informe de los expertos para la reforma de la financiación autonómica, en el que apeló a las ventajas de la Comunidad de Madrid por la capitalidad para justificar su propuesta de establecer una horquilla para limitar la capacidad fiscal normativa de las autonomías.
Sin embargo, de repente, la idea de que el futuro sistema de financiación autonómica establezca algún tipo de compensación de la Comunidad de Madrid al resto de España por las ventajas que obtiene de ser la capital parece haber hecho fortuna. El consejero de Hacienda de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina, apeló esta semana también a ese argumento y al margen fiscal extra que proporciona a la región capitalina, para reivindicar que el nuevo sistema de financiación incluya una ley de armonización fiscal que limite el margen de maniobra que tiene la Comunidad de Madrid para bajar sus impuestos, que, a su juicio, provoca traslados de contribuyentes desde las autonomías vecinas.
El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y uno de los expertos más reputados en materia de financiación autonómica, Diego Martínez, no cree sin embargo que la reforma del sistema sea el mejor vehículo para afrontar esta situación. «La Comunidad de Madrid tiene ventajas obvias por la concentración administrativa y política, pero si se quieren abordar debería hacerse desde la descentralización institucional, no desde el sistema de financiación autonómica«, explica. Además, considera que tendría serias dificultades técnicas. »No veo posible establecer una cuota de penalización o imponer una mayor aportación a la solidaridad, la única posibilidad que cabría, y sería muy tangencial, sería a través de tocar su capacidad fiscal«.
Si hay un estudio que ha analizado las ventajas de la capitalidad para la Comunidad de Madrid es el que hizo el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) en 2021 bajo la coordinación de Francisco Pérez y Ernest Reig. El trabajo concluía que las ventajas de la capitalidad caían en cascada por varios flancos, concentración de las instituciones del Estado, atracción de sedes empresariales por la cercanía al poder político, captación de talento, incluso mejor posicionamiento para obtener contratos públicos. «Lo que tratamos de demostrar es que una política fiscal como la que lleva a cabo la Comunidad de Madrid solo se puede hacer bajo determinadas condiciones», explica Ernest Reig, uno de los coordinadores. «Cuando tienes ventajas tan obvias tu política fiscal debería ser más prudente».
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