EE.UU. contra Google: el gran juicio por monopolio que amenaza a la 'big tech'
La compañía acapara el 90% del mercado de búsquedas en Estados Unidos y el 91% del mercado mundial, lo que lleva a los anunciantes a gastar más de 80.000 millones de dólares al año
El juicio comenzará este martes y se espera que se prolongue durante las próximas diez semanas
Google, acusado de violar sus propias normas sobre publicidad
Vista de un hombre que pasa frente al logo de Google, en una fotografía de archivo
El dominio de Google es tal que la Universidad de Oxford incluyó el verbo en inglés 'to google' -nosotros decimos 'googlear'- en su conocido diccionario hace ya, en términos de la revolución digital, toda una vida, en 2006. La voz se refiere a «usar ... el motor de búsqueda de Google para encontrar información en Internet». En realidad, el uso común se refiere a la búsqueda de información sobre algo en Internet. Que sea en Google se da por sentado, es la herramienta que se usa de manera generalizada.
Esa existencia de 'google' como concepto y no como una compañía que ofrece un servicio fue mencionada el mes pasado por Amit Mehta, el juez que tiene en su mano un asunto central para el futuro del gigante tecnológica: una demanda por monopolio con su motor de búsqueda, presentada por el Gobierno de EE.UU. y que hoy llega a juicio.
Mehta reconoció en un dictamen previo a la celebración del juicio que Google «se ha convertido en algo tan ubicuo que los diccionarios lo reconocen como un verbo».
La compañía acapara el 90% del mercado de las búsquedas en Internet en EE.UU. y el 91% a nivel global. Solo en la primera potencia mundial, los anunciantes se gastan más de 80.000 millones de dólares al año para llegar a los usuarios de su motor de búsqueda (unos 74.500 millones de euros).
En la demanda, interpuesta en 2020, el Gobierno de EE.UU. acusa a Google de barrer a la competencia con prácticas no permitidas: defiende que consiguió el dominio del mercado y doblegar a sus competidores pagando a Apple y a otras compañías para que su motor de búsqueda estuviera por defecto en el iPhone -el teléfono móvil más popular en EE.UU.- además de en otros aparatos y plataformas.
Esos acuerdos entre Google y las compañías que producen aparatos desde donde los usuarios acceden a Internet dificultó que los consumidores pudieran acceder a otros motores de búsqueda. «En muchos casos», asegura la demanda gubernamental, la compañía «prohibió a las otras partes a que tuvieran negocios con los competidores de Google».
La defensa de Google es simple: los usuarios eligieron y eligen su motor de búsqueda porque es superior a los de la competencia y los acuerdos con Apple y otras compañías no eran exclusivos, los usuarios podían cambiar las especificaciones de sus aparatos para elegir otros motores de búsqueda.
Batalla existencial para el modelo
Se espera que el juicio dure unas diez semanas y que se convierta en una batalla casi existencial para el modelo actual de Google. Se ventilará en un juzgado de Washington y se espera que por aquí pasen grandes ejecutivos de las principales tecnológicas, empezando por el consejero delegado de Google, Sundar Pichai.
Es el primer proceso por monopolio contra una gran tecnológica de EE.UU. en décadas y su impacto podría ser sustancial en Google, un gigante valorado en 1,7 billones de dólares y cuyo modelo de negocio está articulado alrededor del motor de búsqueda.
Uno de los desafíos para los abogados del Gobierno de EE.UU. será demostrar que los usuarios resultaron perjudicados, el estándar tradicional por el que se juzgan los casos sobre monopolio en la justicia estadounidense.
Una sentencia contraria a Google supondría un movimiento tectónico en el sector 'big tech', las grandes tecnológicas, con un ramillete de nuevas demandas sobre competencia a la vista. Además de su acción por el motor de búsqueda, el Departamento de Justicia se ha unido a los fiscales generales de 38 estados de EE.UU. en una demanda sobre el monopolio de Google en el negocio publicitario digital. La adquisición de Instagram por parte de Facebook también podría llegar a los tribunales, además de una demanda que la la nueva presidenta de la Comisión Federal de Comercio (FTC, en sus siglas en inglés) ha interpuesto contra Amazon por sus prácticas para sumar usuarios a sus suscripción de pago.