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EE.UU. corta el grifo de los chips a China: un freno a su poder tecnológico y militar con efecto bumerán

La Administración Biden aprueba nuevas limitaciones a la exportación de semiconductores a Pekín que perjudican a las propias empresas estadounidenses

Guerra total por el control de los chips, el recurso más crítico del mundo

La rivalidad por los semiconductores amenaza el deshielo entre EE.UU y China Reuters
Manuel Trillo

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Decidido a impedir que China se aproveche de los avances estadounidenses para mejorar sus capacidades tecnológicas y militares, el Gobierno de Joe Biden ha impuesto nuevas restricciones a la exportación de chips. La medida, una vuelta de tuerca a las limitaciones que ya ha había establecido en octubre de 2022, buscan frenar el acceso de Pekín a «semiconductores avanzados que pudieran impulsar avances en inteligencia artificial (IA) y computadoras sofisticadas que son claves para sus aplicaciones militares», según la secretaria de Comercio de EE.UU., Gina Raimondo.

Esos desarrollos puede servir en operaciones como guiar misiles hipersónicos, crear potentes sistemas de vigilancia o descifrar códigos de alto secreto, algo que en manos chinas sería motivo de inquietud para Washington.

La normativa aprobada hace un año por el Departamento de Comercio ya prohibía a las compañías estadounidenses suministrar a China chips informáticos avanzados, equipos de fabricación de chips y otros productos, a no ser que contasen con una licencia especial. Nunca antes se habían tomado medidas de tal amplitud, sólo acciones dirigidas a compañías individuales o subsectores muy concretos. Sin embargo desde entonces se han detectado lagunas en los controles a la exportación que permitían que este tipo de tecnología siguiera llegando al gigante asiático.

Se trata ahora de «garantizar que esas normas sean lo más eficaces posible», ya que «el control tecnológico es más importante que nunca en lo que se refiere a la seguridad nacional», enfatiza Raimondo.

Las nuevas normas amplía la autoridad del gobierno estadounidense para determinar, por razones de seguridad nacional, qué productos pueden vender o no las empresas de EE.UU. Las remesas de chips de inteligencia artificial de gama alta, como los desarrollados por las empresas Nvidia e Intel para el mercado chino, quedan prohibidos si no tienen licencia, mientras que para vender otros que se sitúan por debajo de esos umbrales en una «zona gris» se exigirá que una notificación al gobierno, que podrá denegarla.

Funcionarios estadounidenses señalan que las limitaciones no afectarán a aplicaciones puramente comerciales, tales como ordenadores portátiles, smartphones, vehículos eléctricos o sistemas para videojuegos.

Trabas a la exportación por terceros países

Además, el Departamento de Comercio busca impedir el envío de chips a través de terceros países, incluyendo en sus restricciones a filiales de empresas chinas en el extranjero, agregando 21 países, entre ellos Rusia e Irán, a una lista para los que se requiere licencia, debido a las sospechas de que puedan acabar en China, y vetando a diseñadores chinos de semiconductores Moore Threads y Biren.

Las nuevas medidas pueden afectar a empresas chinas que tratan de desarrollar chatbots de inteligencia artificial como ByteDance, la matriz de la popular red social TikTok, o Baidu, un buscador de internet al estilo de Google, según analistas citados por 'The New York Times'.

Los presidentes de China y EE.UU., Xi Jinping y Joe Biden, en Bali en noviembre de 2022 Afp

La reacción de Pekín no se ha hecho esperar. El ministerio chino de Exteriores asegura que las restricciones de EE.UU., que atribuye a «fines políticos», violan «los principios de la economía de mercado y la competencia leal», según su respuesta a preguntas de Reuters.

Pero las restricciones pueden tener también otros efectos perjudiciales para EE.UU. Las empresas dedicadas a la fabricación de chips, como las citadas Nvidia, Intel o AMD, son las primeras afectadas, ya que para algunas un tercio de sus ingresos procede de clientes chinos.

Efectos a corto y largo plazo

En el caso de Nvidia, había diseñado los chips A800 y H800, que funcionan a menor velocidad pero suficiente para utilizarse en el 'entrenamiento' de modelos de IA. Con las nuevas normas su venta quedará restringida.

Las acciones en Wall Street registraron este martes una caída del 4,68%, mientras que Intel y AMD tuvieron descensos que rondaban el 1%.

La Asociación del Sector de Semiconductores, que agrupa a los grandes fabricantes de chips, está valorando el impacto de las nuevas normas. «Reconocemos la necesidad de proteger la seguridad nacional y creemos que mantener un sector estadounidense de los semiconductores saludable es un elemento fundamental para lograr ese objetivo», señala en un comunicado. Al mismo tiempo, advierten de que «los controles demasiado amplios y unilaterales corren el riesgo de dañar el ecosistema de semiconductores de EE.UU. sin promover la seguridad nacional, ya que animan a los clientes extranjeros a buscar en otro sitio».

Nvidia, que diseñó productos específicos para el mercado chino, cayó casi un 5% en bolsa tras la medida Efe

No obstante, y pese a la caída inicial en bolsa, un portavoz de Nvidia afirmó que la empresa cumple con las normativas aplicables y que no espera un efecto significativo en el corto plazo en sus resultados financieros, puesto que la demanda de sus productos es a escala global.

Pero las medidas pueden acabar minando el liderazgo estadounidense en este tipo de tecnologías. De hecho los ingresos obtenidos con las ventas a empresas chinas permiten invertir en nuevos avances. La responsable financiera de Nvidia, Colette Kress, apuntó el pasado junio que las restricciones a largo plazo sobre China «resultarán en una pérdida permanente de oportunidades de competir para la industria de EE.UU.», recoge 'The Wall Street Journal'.

El deshielo diplomático, en riesgo

Pero la nueva normativa también puede tener implicaciones políticas. La decisión se toma precisamente cuando el gobierno de Joe Biden trata de mejorar las relaciones con Pekín, después de años de fuerte rivalidad, tanto con su predecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, como con la actual Administración. De hecho ambas partes se encuentran preparando un posible encuentro el próximo mes en California entre el propio presidente Biden y su homólogo chino, Xi Jinping.

Está por ver hasta qué punto las trabas a la exportación de chips de EE.UU. a China torpedea estos esfuerzos.

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