el reparto de la factura de la crisis
Los economistas acotan la subida salarial que pueden asumir las empresas a un 4% este año y un 5,1% en 2023
Advierten de que en general mantener el poder adquisitivo de los trabajadores comprometería la sostenibilidad financiera de las compañías
Señalan que cuando pase la espiral inflacionista en 2024 los márgenes empresariales se habrán erosionado más que el poder de compra de los asalariados

Las empresas no tienen margen para asumir subidas salariales de una magnitud suficiente como para preservar el poder adquisitivo de los trabajadores. Un trabajo realizado por el Catedrático de Economía de la Universidad de Zaragoza y Premio Jaime I de Economía, Vicente Salas, y presentado este miércoles en el Consejo General de Economistas concluye que los recursos disponibles por parte de las empresas para subir los salarios de sus trabajadores sin comprometer su estabilidad financiera dan para afrontar una subida salarial del 4% este año y del 5,1% en 2023, en ambos casos inferior a la previsión de inflación del Banco de España para estos ejercicios, del 8,7% para este año y del 5,6% para el que viene.
Según sus conclusiones, las empresas no podrían empezar a recomponer el poder adquisitivo perdido por sus empleados hasta 2024, cuando la previsión de inflación apunta a un 1,9% y la evolución prevista de sus ingresos y de la productividad les permitiría afrontar subidas salariales ya en el entorno del 3%. "Los márgenes empresariales no han recuperado los niveles anteriores a la pandemia y su rentabilidad ha caído, lo que hace muy importante que conserven sus márgenes", ha explicado el catedrático. "Es una situación preocupante porque el sector empresarial lleva dos años sin aumentar su inversión en euros constantes y eso afecta a la economía".
En plena ofensiva sindical y gubernamental por señalar el crecimiento de los márgenes de beneficio de las empresas y exigir manga ancha en la negociación salarial, el Colegio de Economistas ha reunido a un panel de profesionales vinculados de un modo u otro al mundo de la empresa para cuestionar ese relato.
Salas ha explicado que la crisis generada por los precios energéticos ha impactado sobre las empresas en muchas dimensiones: aumento de los costes energéticos, aumento de los costes de producción, aumento de otros inputs como el coste del trabajo y del capital (por la subida de los tipos de interés) y contracción de la demanda de bienes y servicios. "Las empresas valen menos, en parte porque ganan menos y en parte porque el crecimiento de los costes financieros han hecho que lo que se pueda pagar por ellas sea menor", ha señalado Juan Cuesta, socio director de la firma OnetoOne, especializada en conseguir financiación para operaciones corporativas.
"El incremento de los costes se está trasladando al cliente final, pero en una magnitud muy inferior a la que se necesitaría para preservar el margen empresarial", ha advertido Jesús Soto, director financiero del Grupo Dia.
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