La economía española pierde fuelle en la segunda mitad del año, advierte Esade
El último informe de la escuela de negocios alerta de la contracción del consumo y prevé un crecimiento de entre el 1,9 y el 2,1% del PIB en 2023
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Barcelona
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Iniciar sesiónLa economía española aguanta, pero perdiendo fuelle. En la misma línea que otros estudios conocidos, y en consonancia con los últimos indicadores, el Informe Económico y Financiero de Esade para el segundo semestre 2023 -con el apoyo de Banco Sabadell- anticipa que la economía ... española resiste y podría haber tenido un crecimiento del 0,6% durante el segundo trimestre del año -la misma cifra que en el primero-, por encima de la media de las economías de nuestro entorno, pero dando ya muestras de una previsible ralentización para la segunda mitad de 2023.
Para el conjunto del año, el informe de Esade estima un crecimiento de entre el 1,9 y el 2,1%, una horquilla que se ha tenido que ajustar a la baja un par de décimas por los indicadores de junio. La OCDE sitúa el crecimiento este año en el 2,1% mientras que el Banco de España lo eleva al 2,3%. El BBVA por su parte apunta un crecimiento del 2,4%.
En este contexto, el estudio de Esade señala que la aceleración del crecimiento durante el final de 2022 y el arranque de 2023 debe atribuirse a una evolución positiva de la inversión y a un aumento en las exportaciones, que superaron a las importaciones y contribuyeron significativamente al crecimiento. «Sin embargo, el consumo privado, que mostró una evolución irregular durante 2022, ha vuelto a enseñar un peor perfil, experimentando una contracción de más del 1% en los primeros tres meses de 2023», apunta el informe como una señal anticipada del menor crecimiento del PIB esperado para los próximos meses.
La evolución de la inflación a lo largo de 2022 no fue correspondida por un incremento equivalente de los salarios -si bien a inicio de 2023 sí se observó cierto ajuste en este sentido- , y, del mismo modo, «los sucesivos aumentos de los tipos de interés nominales, a un ritmo hasta ahora desconocido, podrían estar ejerciendo una clara presión sobre la economía de los hogares al erosionar la capacidad de compra real de las familias españolas», añade el estudio.
Aunque en el segundo trimestre se han registrado una evolución positiva del consumo -Índice de Comercio Minorista, compra y matriculación de turismos...- «todo parece indicar que este ritmo de crecimiento podría no ser sostenible en el corto plazo», se ha explicado esta mañana durante la presentación del informe dirigido por Toni Roldán, al frente de EsadeEcPol.
En paralelo, «se observa un debilitamiento, aún leve, de la concesión de crédito al consumo, mostrando la serie de crédito nuevo a familias un estancamiento en el primer tercio del año e incluso un ligero descenso hasta marzo. De confirmarse esta nueva tendencia, estaríamos presenciando cómo los incrementos en los costes financieros están comenzando a afectar a la inversión de los hogares, tal y como señala el Banco de España en su Informe de Estabilidad Financiera de la primavera de 2023», añade el estudio.
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Para Toni Roldán, «las previsiones económicas de España son más favorables que la del resto de países en la Unión Europea. Entre los indicadores destacados, se encuentran una inflación por debajo de la media y el buen comportamiento del mercado laboral. Sin embargo, estos buenos resultados palidecen al tomar una perspectiva temporalmente más amplia. Además, nuestra economía no es ajena al contexto global y adolece de sus propias vulnerabilidades, por lo que la situación podría deteriorarse en los próximos meses». En resumen, todo apunta a que nuestro país cerrará el segundo trimestre con un crecimiento del 0,6%.
Pese a la positiva evolución del segundo trimestre, «estamos viendo surgir una serie de riesgos importados derivados de la desaceleración económica de nuestros principales socios comerciales, especialmente los centroeuropeos, que pueden intensificar los riesgos inherentes a la economía española. Además, sin lugar a dudas, en los próximos meses los costes financieros tendrán un impacto significativo tanto en la economía doméstica como en las decisiones de inversión y producción de las empresas».
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