Dos años de reforma laboral: menos temporalidad, pero más despido e inestabilidad
Las extinciones se disparan en el periodo de prueba y en la primera fase del contrato y España sigue líder de paro en la UE pese al récord de empleo
La normativa mantuvo la esencia de la reforma del PP, pero tras su aprobación Díaz ha acometido más de 25 modificaciones sin diálogo social
El paro real llega a 3,5 millones de personas, un 27% más que el registro oficial del Gobierno
Las subidas del salario mínimo se atascan en los convenios colectivos
La reforma laboral ha cumplido dos años de aplicación, un periodo en el que las empresas, a golpe de legislación, han dado un giro radical en la forma de contratar. Durante este tiempo, la estabilidad, muy apoyada en los contratos fijos discontinuos y a ... media jornada, ha relegado a las fórmulas temporales, ancladas sin embargo en una economía muy marcada por la estacionalidad del turismo.
Los primeros efectos de los cambios que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, logró sacar adelante con el apoyo de empresarios y sindicatos tardaron poco en dar sus frutos. La temporalidad se redujo drásticamente, abandonando registros cercanos al 30% y al mismo tiempo comenzaron a despegar los contratos indefinidos, pero su duración ha disminuido y con ella la inestabilidad ha echado raíces en el mercado laboral.
«Los despidos han aumentado durante el periodo del prueba y en la primera fase del contrato», asegura a ABC Martín Godino, socio director de Sagardoy Abogados. Celebra que se haya reducido la temporalidad, pero puntualiza que se ha focalizado en el sector privado, no en el sector público, donde está instalada en el 30%, más del doble.
En el crecimiento de los contratos estables tienen mucho que decir los fijos discontinuos, la estrella de los cambios de 2021, aunque su sello de identidad es que son más inestables que los fijos tradicionales. «Sus periodos de actividad son muy cortos», resalta Martín Godino sobre una figura hasta entonces residual en el mercado de trabajo, que la reforma laboral buscó potenciar con un aumento de los supuestos en los que se podía utilizar. Nadie pensó entonces que el trasvase de temporales a fijos fuera a provocar un tsunami de críticas y que el registro de paro fuera cuestionado y el Gobierno acusado de maquillar las estadísticas por su falta de transparencia con los datos que Yolanda Díaz se resiste a facilitar.
Díaz patina con los fijos discontinuos
Los fijos discontinuos no están siempre trabajando, registran periodos de inactividad en los que, en algunos casos, pueden estar cobrando la prestación por desempleo, pero no aparecen reflejados en las listas de paro porque se consideran demandantes de empleo ocupados. Por tanto, mientras tienen actividad contabilizan como afiliados a la Seguridad Social y cuando no la tienen no aparecen como dados de alta, pero tampoco como parados. De ahí los líos que la titular de Trabajo se ha hecho en las últimas semanas con los datos. Echó mano de las estadísticas de la EPA en el Senado para asegurar que sólo había 55.300 fijos discontinuos inactivos cuando el SEPE, la estadística que controla su ministerio, reflejaba que son 150.000 los que cobran desempleo, un 87% más que lo reconocido por la vicepresidenta segunda.
«La estrategia de la reforma ha sido restringir drásticamente el uso de los contratos temporales, pero sin aportar más flexibilidad a los indefinidos, dejándonos a los empresarios sin margen de maniobra ante una economía repleta de incertidumbres y cambios. Lo único que se hizo fue fomentar el contrato fijo discontinuo, que no ofrece el mismo nivel de seguridad laboral que los indefinidos tradicionales», explica Francisco Aranda, portavoz de CEIM y presidente de la patronal logística UNO.

El balance del mercado laboral, tras dos años de reforma
Evolución de la afiliación
En millones de personas
Marzo
Máx.
20,89
20,90
18,82
20,37
21
19,83
18,92
20
19
18
2021
22
23
24
Cambio en el mapa de contrataciones
En millones de contratos
Contratos indefinidos
Temporales totales
Contratos fijos discontinuos
Marzo
12,89
12,34
12
9,32
10,23
9,41
10
8
6
3,78
2,00
3,78
3,74
4
Mín.
1,98
2,14
Mín.
0,28
2
0,32
0,89
0,87
0,47
0,32
0
2021
22
23
24
Evolución del paro registrado
En millones de personas
Marzo
3,96
3,94
4,0
3,10
3,5
2,86
3,10
Mín.
2,67
3,0
2,5
2021
22
23
24
Número total de despidos y los causados en periodo de prueba
En miles de personas
Total despidos
Despedidos en periodo de prueba
Marzo
Último dato: Febrero
68,22
68,53
Mínimo
54,75
100
80
69,89
67,98
60
56,62
40
1,37
Mínimo
1,29
20
3,29
3,57
2,68
1,40
0
2021
22
23
24
Fuente
Ministerio de Trabajo y Ministerio de Seguridad Social
ABC

El balance del mercado laboral, tras dos años de reforma
Evolución de la afiliación
En número de personas
Máximo
20.891.885
Marzo
20.901.967
18.829.480
20.376.552
21.000.000
19.834.504
18.920.902
20.000.000
19.000.000
18.000.000
2021
2022
2023
2024
Cambio en el mapa de contrataciones
En número de contratos
Contratos indefinidos
Temporales totales
Contratos fijos discontinuos
Marzo
12.892.329
12.341.019
12.000.000
9.325.989
10.230.468
9.418.631
10.000.000
8.000.000
6.000.000
3.785.808
2.003.933
3.785.603
3.741.212
4.000.000
Mínimo
1.987.863
2.140.756
Mínimo
287.871
2.000.000
327.338
897.326
879.152
471.005
327.338
0
2021
2022
2023
2024
Evolución del paro registrado
En número de personas
Marzo
3.964.353
3.949.640
4.000.000
3.108.763
3.500.000
2.862.260
3.108.763
Mínimo
2.677.874
3.000.000
2.500.000
2021
2022
2023
2024
Número total de despidos y los causados en periodo de prueba
En número de personas
Total despidos
Despedidos en periodo de prueba
Último dato
Febrero
68.223
Marzo
68.530
Mínimo
54.752
100.000
80.000
69.896
67.986
60.000
56.624
40.000
1.374
20.000
Mínimo
1.296
3.577
3.295
2.682
1.403
0
2021
2022
2023
2024
Fuente: Ministerio de Trabajo y Ministerio de Seguridad Social
ABC
Durante los dos años de aplicación de la reforma laboral la ocupación ha escalado hasta la cifra récord de 21 millones, lo que no ha impedido que España siga siendo líder de paro con una tasa del 11,7%. «La reforma ha sido un enorme fracaso porque no ha conseguido que España deje de liderar la tasa de paro en la OCDE, tampoco ha reducido la precariedad laboral y ha obstaculizado la contratación. Básicamente ha restado competitividad a nuestras empresas eliminando flexibilidad en la gestión del capital humano», asegura Francisco Aranda. «Ni una sola medida salida del Ministerio de Trabajo -dice- ha servido para mejorar la productividad de las empresas».
Pero la verdadera reforma laboral es la que en la sombra está emprendiendo Yolanda Díaz al margen del diálogo social. Como ya informó ABC, desde su aprobación Trabajo ha modificado el marco laboral hasta en 25 ocasiones, bien tras pactos con sus socios de Gobierno o bien dando el visto bueno a normas que acometieron los distintos ministerios, lo que ha hecho saltar todas las alarmas entre los empresarios, sobre los que recae el mayor peso de estas modificaciones. Control horario, registro salarial, planes de igualdad, medidas de conciliación, permisos, mayor control de la Inspección en los ERE, la batería de cambios se multiplica... «Los cambios laborales fueron mínimos con la reforma laboral, pero las modificaciones posteriores han generado costes y dificultades a las empresas», explica Martín Godino.
Menor calidad del empleo indefinido...
Este cuadro plagado de contrapuntos tiene un reflejo nítido en las estadísticas oficiales que se desprende del balance mensual publicado por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social. En un brochazo grueso sobre el impacto de la reforma, podría parecer que no existen ambages en la éxito de la normativa. Entre el mes de marzo de 2022 -momento en el que entró 'de facto' en vigor la nueva normativa tras una 'vacatio legis' de tres meses en los que se resolvieron los derogados contratos por obra y servicio- y marzo de 2024 la afiliación a la Seguridad Social ha crecido en 1.067.463 cotizantes, un 5,3% más. Aunque la composición ha mutado radicalmente, suponiendo los empleos indefinidos un 45% de los creados mensualmente, un volumen que triplica al registrado antes de la reforma cuando los fijos apenas suponía un 15% de toda la contratación. En consecuencia, la Seguridad Social registra actualmente 2.661.861 trabajadores con contrato indefinido más que hace dos ejercicios.
Sin embargo, la resiliencia de estos empleos fijos es lo que está en cuestión. De todos los indefinidos que se firman en el mes, el 56% no están sujetos a un régimen de tiempo completo sino que se distribuyen entre fijos a tiempo parcial y fijos discontinuos. Desciendo hacia esta última figura contractual, los indefinidos discontinuos suponen un tercio de todos los contratos fijos. A resultas de este proceso, la afiliación de trabajadores con este tipo de relación laboral ha crecido en 569.988 cotizantes en alta, un 175% más que en el año previo a la reforma, es decir, casi el triple.
...y menor duración de los contratos
Estas inconveniencias sobre la estabilidad del empleo indefinido tienen cierta carga probatoria en las cifras que arroja el SEPE en términos de duración de los contratos. En general, la dinámica en los dos años de reforma ha sido el recorte paulatino de la duración media de las relaciones laborales, contabilizando tanto las de carácter temporal como indefinido. De media, hoy duran una semana menos que antes de introducirse la normativa (48,5 días) y es el menor nivel registrados en los últimos tres lustros.
«Para evitar una disminución de la flexibilidad global del sistema, la reforma ha fomentado el uso de otras variantes de contratos indefinidos que ofrecen menos estabilidad, como el contrato fijo discontinuo. Estos contratos, a pesar de ser etiquetados como indefinidos, no ofrecen el mismo nivel de seguridad laboral a los trabajadores que los contratos indefinidos tradicionales», explican los expertos de Fedea asegurando pese a la conversión de trabajadores temporales en indefinidos se constata una reducción en la duración de los contratos indefinidos ordinarios. Por ello, los expertos ya coinciden en invalidar la caída de la temporalidad como prueba de mayor calidad del empleo, toda vez que está acompañada de una menor duración de los contratos.
El despido se normaliza
La parte sustancia del esta parcialidad del empleo y de la menor duración de las relaciones laborales es la de los ceses de trabajadores en las empresas, los cuales han crecido notablemente en los dos últimos años. Concretamente, los despidos han crecido un 21% respecto al nivel previo a la pandemia. Sin embargo, resulta relevante la creatividad floreciente para tratar de sortear las rigideces de la reforma. De todos los despidos que se producen mensualmente, un 5% se dan en el periodo de prueba, donde el empleador tiene más fácil la justificación de la procedencia del cese. Esta fórmula de despido ha crecido un 134% en dos años.
La incógnita del paro
Este mar de fondo es el que ha terminado de desdibujar las cifras de desempleo, altamente cuestionadas por el papel de los fijos discontinuos inactivos de los que no hay un rastro estadístico fehaciente. Aunque el paro registrado (2,7 millones) ha llevado una tendencia coherente con la del resto del mercado laboral, con 381.760 desempleados menos que hace dos años y 1,2 millones menos que en año previo a la introducción de la normativa.
Pero queda por desempolvar la distribución de la bolsa de demandantes de empleo con relación laboral, donde entran los fijos discontinuos inactivos. Esta bolsa ha pasado a dar cobijo a 735.996 personas en el pasado febrero -último dato disponible-, el máximo histórico, un 172% más que antes de la reforma y un 53% más que en su primer año de aplicación.
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