El desplome del consumo de pescado alerta al sector: «El precio no es lo único que influye»
En el año 2022, último ejercicio completo de que hay datos, las compras de este alimento acumulaban una caída del 15,6%
Las patronales de la pesca, que se sentaron ayer con Planas, insistieron en la necesidad de incrementar la promoción del producto
La pesca toma el asfalto con los agricultores: «Las políticas de la Unión Europea nos están hundiendo»
Un puesto de pescado en el mercado de abastos de Cambados (Pontevedra)
El consumo de pescado continúa en caída libre. La alerta en el sector, que hace unas semanas llegó incluso a unirse al campo en sus protestas, es alta; en 2022, último ejercicio completo del que hay datos, el sector acumulaba una caída del ... 15,6% de sus compras, de manera «generalizada y trasversal» en todos sus segmentos.
Así se recoge en el Informe de Consumo Alimentario que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y que registra este descenso en pescados, tanto frescos como congelados, y en conservas. En concreto, a cierre del año el consumo en 2022 se situaba en 19,19 kg por persona al año, con un descenso del 15,6% respecto a 2021. No obstante, si se analiza la evolución de 2023 hasta noviembre, la tendencia sigue apuntando a la caída: se detecta contracción en la compra de productos pesqueros (4%) por «un menor consumo» que afecta a todos los segmentos, tanto a pescados (2,3%), como de mariscos, moluscos, crustáceos (8,6%) y a conservas de pescado y molusco (2,4%), recoge Agricultura. Asimismo, y en este análisis de diciembre de 2022 a noviembre de 2023, dentro de los pescados la evolución es desfavorable tanto para los pescados frescos, que pierden el 1,5%, como para congelados, que acumulan un 5,7% de pérdida de volumen.
Cada vez se compra menos pescado, y las empresas del sector dan por hecho que la razón no está solo en el precio: «En España se comercializa una enorme variedad de especies de pescados y hay para todos los bolsillos, de modo que el precio no es el único factor que influye en el consumo», cuentan desde la patronal Cepesca. Su presidente, Javier Garat, analiza el presente: «Cada vez hay menos pescaderías y hay menos pescaderos, porque no salen las cuentas». Y apunta a dos factores clave: el cambio de hábitos de los consumidores y el descenso de la promoción por parte del Gobierno.
Para la patronal pesquera, la desaparición hace doce años del FROM, organismo autónomo dependiente de Agricultura que dedicaba cada año entre 8 y 10 millones de euros a la promoción del consumo responsable de productos pesqueros (recordará el lector la campaña de «Pezqueñines no, gracias»), fue uno de los primeros golpes que sufrió el sector. «Las competencias las asumió la Dirección General de Alimentación, y la cantidad destinada a promoción se redujo considerablemente. Aunque ha aumentado en los últimos años, no se acerca a los números de entonces», apunta Garat.
Excluido el pescado de la rebaja del IVA puesta en marcha por el Gobierno para algunos alimentos, el sector pesquero considera que esto ha podido influir en la caída del consumo que registran mes a mes, derivada de la «percepción» del consumidor, pero no consideran que haya sido determinante. Francisco Abad atiende por teléfono a ABC desde su pescadería, en el Mercado El Deleite (Madrid). A sus 60 años, lleva 46 trabajando en el sector, desde que a los 14 comenzara a dedicarse a pequeños repartos en el negocio que hoy regenta, entonces de su padre. «El pescado es un producto de los que mejor se han mantenido en precio estos meses respecto a los de primera necesidad. Sí es cierto que hay ciertos artículos que han ido cambiando porque salen menos y se han convertido en productos de lujo, como el besugo, pero normalmente, si te acomodas a la temporada (ahora caballa, sardina...) está bien de precio. No se puede querer bonito todo el año«, cuenta el también presidente de Fedepesca, que representa al pequeño comercio dedicado a este sector.
Los datos que maneja Fedepesca sobre el descenso de estos negocios, en los que cada vez es más complicado encontrar relevo, son también una de las preocupaciones de ese sector. El número de empresas dedicadas al comercio de pescados se situaba en 9.393 en 2021; en 2007, eran 12.633. «Estimamos que, de casi 15.000 pescaderías en 2007, estaremos ahora en torno a las 10.000», resume la directora general de esta patronal, María Luisa Álvarez.
El sector de la pesca considera clave acercar el producto a los jóvenes: «Los tiempos han cambiado, ya no dedicamos tanto a cocinar porque se trabaja mucho fuera de casa, y es una pena que se pierda el interés por el pescado, porque tendrá consecuencias en la salud», dice Abad. Las pescaderías dan por hecho que la forma de trabajar en estos locales tiene que ir de la mano con estos cambios en el consumo. «De 20 merluzas que vendemos, 19 son filetes sin piel y sin espinas. Se busca comodidad, y me parece muy bien», detalla.
La necesidad de incrementar la promoción del Gobierno sobre el pescado fue una de las principales reclamaciones que todas las patronales del sector pusieron ayer sobre la mesa del ministro Luis Planas, que se comprometió a reforzarla ante la Comisión Europea y aseguró que, en el marco de la campaña estatal Alimentos de España, promoverá el consumo de pescado. En la reunión, además de analizar las propuestas que se debatirán en el próximo Consejo informal de ministros de Pesca de la UE que se celebra en Brujas (Bélgica) la semana que viene, el sector también solicitó de nuevo ser incluido en la rebaja del IVA, un «cambio de rumbo» de las políticas europeas tanto pesqueras como medioambientales: «Están poniendo al límite al sector», dijo Garat tras el encuentro.
«La UE promueve una fiscalidad saludable y que prácticamente en todos los países los productos pesqueros disfrutan de un tipo de IVA reducido inferior al 10% con el que se le grava en España. Por ejemplo, en Irlanda, Reino Unido y Malta no se aplica IVA al pescado, Francia lo grava con un 5,5%, Luxemburgo con un 3%, Bélgica con un 6%, Chipre con un 5%, al igual que Hungría y Polonia, nuestro vecino Portugal con un 6% y lo ha eliminado para siete productos (bacalao, sardina, merluza, caballa, dorada, jurel y las conservas de atún) y, también Alemania, que aplicaba un IVA del 7%, lo redujo al 5%», repasan desde Cepesca. Para Abad, que emplea a cinco trabajadores en su pescadería la conclusión es clara: «Que nos dieran un impulso nos vendría muy bien».