Desconectan una planta de Iberdrola en México ante la nacionalización del sector

Las retóricas sobre este discurso del extranjero opresor, provocador de los supuestos males que afectan al pueblo, tiene en Iberdrola su personal diana. Así hace tan sólo unos días, la máxima autoridad usaba gruesas expresiones para dirigirse a la misma: «Que se vayan al carajo», puntualizó desde su tribuna durante su discurso matutino que ofrece a la población mexicana.

Parece que las amenazas han surtido efecto y el 1 de septiembre se ha dado a conocer que el jueves pasado la empresa Enertek, propiedad de la factoría bilbaína, ha sido desconectada por el Centro Nacional de Energía debido al vencimiento de su permiso de generación de energía. Una planta que pertenecía a Alpek, pero que fue adquirida hace unos años por Iberdrola que opera desde 1998. Situada en el municipio de Altamira, estado de Tamaulipas, en el centro norte del Golfo de México y que fue poblada por Francisco Hernández de Córdova que llevó a los primeros grupos de españoles a esta zona en el año 1517. Córdova fue considerado el gran descubridor de la Península de Yucatán cuya valerosa expedición y él mismo, por cierto, se les hacía imposible el acopio de agua ante los fieros encontronazos con armas arrojadizas como flechas y azagayas (puntas de lanza primitivas) que les arrojaban los astutos mayas.

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Iberdrola está siendo blanco de un 'acoso' más sibilino y no ha sufrido un apagón radical ya que puede seguir generando energía, sin embargo, ante la extinción de su contrato le impide interconectarse al sistema eléctrico de la nación hermana que es propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en definitiva, del Gobierno. Las autoridades pretenden que este organismo todopoderoso lleve la batuta de la casi totalidad de la energía que se produzca en suelo mesoamericano.

Para seguir, la empresa española debería pedir un permiso espacial a la Comisión Reguladora de Energía que se lo ha denegado. La solicitud se basaba en la transición al mercado mediante un contrato eléctrico contrario al autoabasto del que se beneficiaba por la Ley de la Industria Eléctrica desde hace ocho años.

El apagón se produce pese a que existe una medida cautelar, dictaminada por un juez que es de obligado cumplimiento, por la que no se debe interrumpir la conexión de esta planta hasta resolver el fondo de este asunto. El organismo gubernamental que desconectó sin acatar esta sentencia no esperó ni un día para el vencimiento del contrato que expiraba el mismo 1 de septiembre. No importó que la planta española, cuya empresa propietaria produce casi un cuarto del consumo total de México, suministraba de electricidad a relevantes factorías como Petrocel, Tereftalatos Mexicanos, Indelpro, Fibras Químicas, Nylon de México, Univex y Nema. La CFE busca que todos los contratos que tienen empresas privadas pasen a sus manos estatales.

No es la primera vez que el Centro Nacional de la Energía no acata una resolución judicial. En Monterrey desconectó centrales de Iberdrola pese a que la compañía tiene una suspensión definitiva a su favor.

La Comisión reguladora ha rechazado hasta 30 propuestas de empresas privadas para permisos de cogeneración y de autoabastecimiento de energía eléctrica. Entre ellas once provenientes de Iberdrola. Pudiera parecer que un invierno nefasto se cierne sobre la factoría del País Vasco y que afecte a su futuro en México por el que tiene repartido hasta 16 centrales de ciclo combinado y cogeneraciones ubicadas por doquier en estados de Baja California a Sinaloa. Pero, todo podría cambiar, según altos cargos de la materia consultados por ABC, que nos informan sobre la nueva escena que se fragua ante el último tramo en la legislatura gubernamental a la que le quedan dos años de un único sexenio para el presidente, obligado por ley a dejar el cargo de máxima responsabilidad. «Es cíclico, siempre pasa lo mismo», nos cuenta impertérrito un experto ingeniero español residente en México.

Y avanza a este periódico una exclusiva: «Normalmente a estas alturas del mandato comienzan a otorgar contratos». Nuestra fuente avezada en el tema energético con décadas de experiencia nos asegura que es conocedor de varios grandes contratos que se están en este momento negociando para que caigan precisamente en manos de Iberdrola. No sabes si formará parte de una táctica por parte del Gobierno para tranquilizar a los mercados internacionales y ahuyentar, de paso, el fantasma de la expropiación que sobrevuela las cabezas preocupadas de las energéticas españolas que se mantienen erráticas ante cualquier movimiento empresarial asustados por lo que pudiera pasar y a la espera de que cese el chaparrón. Sea como fuere, los señalamientos, desplantes «al -supuesto- dominio español» y la paralización de empresas de nuestro país con incumplimientos de sentencias mediante, continúan.