La llegada de turistas extranjeros roza su mejor julio histórico

La dura competencia con otros países del mediterráneo como Marruecos, Turquía, Grecia o Albania está detrás de ese rejonazo. Lo que no resta que uno de cada cinco turistas que visitaran España en julio fueran británicos, algo más de dos millones, y un 7% más respecto al mismo mes de 2022, según Estadística. Reino Unido se afianza así en el trono como mercado de referencia para España, que llegó a perder en pandemia cuando la crisis sanitaria cerró el espacio aéreo del mundo. Entonces fueron los franceses, ayudados por el efecto frontera, los que se convirtieron en nuestro principal proveedor de viajeros.

Los galos ocuparon el pasado mes de julio la segunda posición en países que más visitantes aportaron a España, eso sí, sumando más viajeros que nunca a nuestro país , 1.578.000, según el INE. El otro país de referencia, Alemania, nuestro natural segundo mercado, también sigue en picado respecto a meses de julio anteriores al Covid. El mes pasado llegaron 1,1 millones, por los 1,24 millones arribados en 2019 (+12%) y los casi 1,4 que ocuparon el litoral español en 2017 (+27%).

Lo que está sabiendo bien hacer el turismo es compensar la pérdida graduatoria de británicos y alemanes con otros mercados. Además de franceses, llegan como nunca italianos (555.216 en julio), estadounidenses (469.319) o belgas (422.786).

Las regiones del litoral español son las que copan el ranking de visitantes como es habitual en los meses de verano. En julio, Baleares concentró uno de cada cuatro turistas (24,1%) que pisaron territorio español. Le siguieron Cataluña (22,9%) y Andalucía (13,3%), según el INE. La duración de la estancia mayoritaria entre los visitantes en julio es la de cuatro a siete noches, con casi 4,8 millones y un aumento anual del 14,6%.

En el acumulado del año, visitaron España 47,6 millones de foráneos, un 20% más que el año pasado y un 0,8% menos del año récord que fue 2019.

Lo que sí llegó a su máxima cota en julio fue el gasto de los turistas extranjeros en nuestro país. La inflación ha impactado de lleno en los precios, y billetes de avión, habitaciones de hotel y comidas en restaurantes nunca habían sido tan caros como este verano. En consecuencia, casi 14.000 millones de euros dejaron en España los visitantes foráneos en julio. Es una cifra que supera con creces al récord del año pasado, un 16,4% más. Igual ocurre con el gasto medio: cada veraneante internacional gastó 1.367 euros, con un incremento anual del 4,4%. Por su parte, el gasto medio diario crece un 9,0%, hasta los 185 euros.

Los principales países emisores en cuanto al nivel de gasto en julio fueron Reino Unido (con el 18,9% del total), Francia (10,8%) y Alemania (10,1%). En cuanto a calidad del visitante, la batuta la llevaron los nórdicos con un gasto medio que superó los 1.655 euros, muy por encima de británicos (1.294 euros) o germanos (1.221).

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La cadena de valor del turismo celebra estas cifras, tras años a medio gas en los que el endeudamiento y los altos costes han dificultado la recuperación del que es habitualmente el sector que más dinero aporta al PIB español, aunque todavía lamentan que los márgenes de beneficio no sean aún como los de antaño.

También saca pecho el Gobierno en funciones, que tiene en los ingresos del sector uno de los principales adalides con los que vender la mejora de las previsiones económicas. Este viernes, el ministro del ramo, Héctor Gómez, ha destacado «los niveles de gasto turístico extraordinario y que muestran el potencial de España como destino de calidad, atractivo y sostenible para el mundo». También las «magníficas» cifras de llegada de turistas desde Estados Unidos, «que no sólo se han recuperado, como ya hemos ido observando a lo largo del verano, sino que están ya por encima de las mejores cifras prepandemia», ha añadido el que fuera director general de Turespaña.