Los depósitos bancarios de los hogares sufren su mayor desplome desde la gran crisis financiera
La escasa remuneración por parte de las entidades y el incremento del coste financiero de las hipotecas desplazan el ahorro hacia otras figuras
La erosión causada por la inflación en las economías domésticas obliga a tirar de ahorros a las familias más vulnerables
El ahorro de los hogares en los bancos cae en cerca de 20.000 millones en 2023
Un usuario saca dinero de un cajero automático
En los apenas siete meses que separan diciembre de 2022 de julio de 2023 el dinero depositado por las familias españolas en sus cuentas de ahorro bancarias se ha reducido en 19.584 millones de euros, según los datos que proporcionó este martes el Banco ... de España. No se producía una caída de semejante magnitud desde el periodo entre finales de 2011 y principios de 2012 que precedió al rescate de las extintas cajas de ahorros, en la fase más dura de la gran crisis bancaria, cuando se retiraron miles de millones de euros de las entidades financieras domésticas ante el temor de un 'corralito' y miles de hogares españoles se vieron obligados a tirar de los ahorros acumulados en sus cuentas para sobrevivir en un entorno de recesión económica y despidos masivos.
Por fortuna, el contexto actual es bien diferente y las causas que están detrás de estos flujos de salida también, según los analistas. «La inflación ha provocado que los hogares hayan perdido capacidad de compra y esto se ha suplido con el ahorro embalsado durante la pandemia, que se está utilizando para hacer frente al día a día», explica Alicia Coronil, analista jefe de Singular Bank.
La analista interpreta que la tendencia marcadamente al alza de las retiradas de efectivo en cajero que muestran los indicadores de alta frecuencia publicados por algunos bancos españoles y el repunte de la demanda de crédito para el consumo, pese a su encarecimiento en los últimos meses al calor de la subida de los tipos de interés, apuntan a que las familias estarían tirando de ahorros y en casos extremos de endeudamiento para poder sostener sus rentas, en un entorno en que los precios han subido como no se veía en 40 años.
Los indicios han sido confirmados recientemente por el Banco de España, que dice haber constatado un incremento hasta el 9% de los hogares cuyas rentas no les dan para cubrir sus gastos cotidianos esenciales.
En busca de la rentabilidad financiera
Ese fenómeno estaría afectando al segmento de hogares más expuestos a la subida de los precios y de los costes financieros y, por lo tanto, más vulnerables, pero la mayor contracción de los depósitos bancarios de las familias en más de una década tiene más explicaciones.
Y una tiene que ver con el alza de los gastos financieros. Ante el fuerte encarecimiento de las hipotecas a tipo variable, los analistas señalan que hay hogares que están tirando de los colchones de liquidez que tenían disponibles para amortizar parte de su hipoteca y aligerar el coste financiero generado por la escalada de la cuota mensual -más de 250 euros de media- que se ha producido por el repunte del euríbor, que en julio llegó al 4,15% y cuyo techo aún no se vislumbra.
Un tercer vector de explicación tiene que ver con la rentabilidad financiera. La remuneración de los depósitos bancarios no está evolucionando en paralelo a la subida de los tipos de interés, lo que ha empujado a miles de inversores particulares a buscar otros instrumentos financieros para sacar una mayor rentabilidad en el corto plazo a sus ahorros.
El caso más llamativo en los últimos meses ha sido el de la fiebre por las letras del Tesoro a tres y seis meses por parte de los inversores particulares en la primera parte del año, aprovechando su elevada rentabilidad, en comparación con los depósitos bancarios. Incluso las propias entidades ofrecen a sus clientes alternativas a los depósitos bancarios, como los fondos de inversión de renta fija a vencimiento, para esquivar la escasa retribución del que pasa por ser el principal instrumento financiero para el ahorro familiar: los depósitos.
El asunto, de hecho, se ha convertido en un asunto político de primer orden después de que la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, instara en junio a las entidades a mejorar la remuneración de los depósitos e incluso encomendara a la CNMC una investigación para que determinara las causas de la situación.