Especial RSC
Definir, medir, mejorar... la cadena necesaria para dejar una huella real
Perfeccionar el análisis métrico de sus actuaciones, especialmente en el ámbito social, es el gran reto de las empresas comprometidas
J. V.
Ejercicio a ejercicio, las compañías progresan en sus actuaciones en el ámbito ESG (ambiental, social y de gobernanza), y deben hacerlo en lo referente a las mediciones, más tangibles en lo ambiental que lo social. En el caso de la Fundación Seres, han creado ... el Índice Seres de la Huella Social para afrontar «elementos más intangibles, diversos y vinculados a las realidades sociales de partida de los países y regiones en donde se opera. Criterios, por tanto, de difícil comparabilidad».
GRI, SASB, GRI, ODS, la denominada 'Taxonomía Social'... estándares de medición que deben aplicarse a los rigores del siglo XXI, en los que las encuestas sobre el terreno se convierten en esenciales. Como comenta Ana Sainz, directora general de la institución: «Medir el impacto positivo de las empresas es crucial, como un aspecto clave en cuanto a acceder a inversiones. Afrontamos con las empresas el reto de profundizar en los efectos concretos de la digitalización, y en cómo están operando en términos de integración social, laboral y territorial y, más concretamente, si hablamos de barreras y colectivos especialmente vulnerables como los 'senior'».
En el caso de José María San Segundo, director de Merco (Monitor Empresarial de Reputación Corporativa), recuerda las palabras del físico y matemático británico del siglo XIX, William Thompson, lord Kelvin: «Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre». Un escenario en el que los grupos de interés, los 'stakeholders', están más que atentos a este tipo de información.
El valor de los datos
San Segundo apunta cómo «la sostenibilidad es tan transversal y holística, que parece inabarcable… nada más lejos de la realidad». Desde Merco afrontan este empeño con herramientas como su Monitor de Responsabilidad ESG, que evalúa una serie de datos «para cruzarlos (añade el especialista) con la valoración, de expertos en RSC a Gobierno, pasando por periodistas, catedráticos, analistas, población general...».
Destaca. además, el reciente estudio de tres investigadores de ESIC, IE University y Universidad Complutense (Belén López, Manuel Fernández y Celia Rangel): «A través de la posición de 27 empresas en el monitor Responsabilidad ESG y sus respectivas cotizaciones bursátiles entre 2011 y 2019, se concluyó que, por cada 1.000 puntos que gana o pierde una compañía en el ranking, el precio de la acción sube o baja una media de 3,12 céntimos».
Medición y datos, por lo tanto, y sin duda, significan valor, como señala Laura Espinosa, country manager de Diligent Southern Europe, compañía especializada en optimizar los procesos de los Consejos de Administración y un eficiente gobierno corporativo: «Las aplicaciones de software contribuyen a paliar las faltas de visibilidad, de seguridad, de información. Así, las organizaciones pueden mejorar la gestión de sus órganos de gobierno, la seguridad de la información, la ética y el cumplimiento en toda la organización».
Otra compañía experta en recogida y análisis de datos es IDC España, especialistas en innovación y tecnología, que acaban de presentar su informe 'Predicciones Tecnológicas 2023'. José Antonio Cano, su director de Consultoría y Análisis, subraya cómo, en el caso de la ruta de las empresas hacia la sostenibilidad, «la prioridad pasa por verificar el progreso hacia los objetivos de descarbonización. En este sentido, se están desarrollando soluciones para contabilizar y seguir estas emisiones (tanto soluciones específicas e integradas en otras aplicaciones empresariales o independientes)».
MÁS INFORMACIÓN
De cara a estos objetivos, Cano destaca la importancia de factores «como la incorporación automática de datos empresariales relevantes y capacidades de inteligencia para analizar datos y generar métricas, alineadas con los requisitos que marca la regulación, como pueda ser la ISO 14067 (analiza productos y servicios), así como otras como GHG Protocol (para medir gases de efecto invernadero a nivel organizacional), ISO 14064 o PAS 2050»… Datos que, como apuntan desde Seres, se convierten en esenciales para el pulso empresarial: «La empresa actúa por responsabilidad, por normativa y por oportunidad».
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