«Deadline» para los experimentos con cajas

Se alerta de la lentitud de sus fusiones, pero las entidades argumentan que tienen muchas trabas jurídicas

«Deadline» para los experimentos con cajas óscar t. pérez

maría jesús pérez y laura peraita

El sector de las cajas de ahorros ha cambiado más en los últimos seis meses que en sus trescientos años de Historia. Lo dice un alto directivo de una gran caja de ahorros. Y es que la crisis ha puesto patas arriba el sistema financiero ... internacional y, en España, ha provocado una revolución sin precedentes en las cajas. Fusiones, SIP, reforma de la LORCA, Basilea III… a lo que hay que unir un escenario de bajos tipos de interés, una prima de riesgo disparada, unos estrechísimos márgenes de negocio y un exceso de capacidad instalada. Un panorama que explica por qué a comienzos de este año había 45 cajas de ahorros y ahora, tras un «ajetreado» proceso de reestructuración, quedan 18 grupos financieros.

En este contexto, han surgido en los últimos tiempos voces críticas con el «presunto» inmovilismo de las cajas de ahorros en lo que se refiere a velocidad de crucero en las operaciones y, en algún caso, hasta han puesto en entredicho su capacidad de pago. Emilio Botín, presidente del Santander, abrió la caja de los truenos el pasado día 27 de octubre al señalar que «el proceso de reestructuración de las cajas no va a la velocidad adecuada». Ese mismo día, el consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, se sumaba a las críticas y, dos días después, el director general de Banco Popular, Jacobo González-Robatto, llegaba incluso a poner en duda que algunas cajas pudiesen devolver el dinero del FROB.

Plazo: antes de Navidad

Y es que el tiempo apremia. ¿Se acaba pues el plazo para cerrar el proceso de reestructuración de este sector? El Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, lanzaba esta misma semana un «aviso a navegantes» al puntualizar que todas las fusiones de cajas que ya están en marcha y todos los SIPs «deberán tener constituidos los bancos y hacer público su consejo y su nuevo equipo ejecutivo antes de navidades». El cerco a las cajas se hace cada vez más estrecho. De hecho, el pasado jueves, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, volvía a dar un toque de advertencia al insistir en el discurso de Mafo sobre la urgencia de tener cuanto antes el nuevo mapa español de las cajas de ahorros.

La fusión de Caja Madrid y Bancaja no se cerrará hasta principios de 2011

Actualmente están en marcha 13 procesos de integración, de los cuales 7 han solicitado ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por 10.190,50 millones de euros. ¿Podrían quedar estas advertencias en saco roto? ¿Es realmente necesario tanto toque de atención? En opinión de Joan Tarradellas, profesor y director del Departamento de Finanzas de EADA, no es factible que la reestructuración esté lista en un plazo tan corto porque considera que hay fusiones grandes y menores. «Entre las grandes, la más importante, la SIP liderada por Caja Madrid, no se terminará «hasta principios de 2011», en palabras de su propio presidente, Rodrigo Rato. Es decir, que viendo el ritmo al que van las operaciones y según las declaraciones de Rato, al menos no estará terminada antes de Semana Santa, incluso más tarde. Una vez cerrada esta fusión fría, ya se tendrá una visión bastante clara del sector, a la espera de otras fusiones más pequeñas y menos importantes».

Todo retraso en las fusiones de las cajas hace que la situación empeore

Las causas del descontento del gobernador del Banco de España vienen de los datos, no alarmantes aún, pero sí preocupantes según expertos financieros, de la caída de la rentabilidad de la banca española, no sólo de las cajas, dato ya apuntado en el último informe del supervisor español en octubre. La guerra del pasivo se calcula que va a mermar la rentabilidad anual del sector en unos 7.000 millones de euros, aunque algunos analistas consultados creen que podría ser el doble si la guerra del pasivo se alarga muchos más meses. «La guerra por captar pasivo se debe a la dificultad por conseguir liquidez en los mercados mayoristas internacionales —apunta Joan Tarradellas—. Un proceso claro, rápido y ‘cerrado ya’ de la reestructuración de cajas mejoraría la percepción exterior del sistema financiero español, en entredicho estos días debido a la crisis de Irlanda. Todo retraso en las fusiones de cajas (frías o no), especialmente las grandes, hacen que la percepción exterior empeore y la presión a la baja en beneficios afecte a toda la banca».

Con este argumento, el profesor de EADA considera que todos los datos y declaraciones apuntan a que va a ser necesario un nuevo FROB. «De hecho, —puntualiza— en la presentación de la nueva ley de cajas de ahorro, ya se contemplaba la posibilidad de que el FROB incluso adquiera participaciones en cajas individuales que tengan apuros en 2011».

Francisco López Lubián, profesor de Finanzas de IE Business School, no está nada de acuerdo en este aspecto. «No es necesario un segundo FROB. Bastante es que estas entidades que no han sabido gestionarse adecuadamente hayan utilizado el dinero de dicho Fondo, como para que ahora se les ofrezca otra ayuda. La situación está así por su ineficiencia».

Los directivos de cajas con peor situación se resisten a perder el poder

Aún así, considera que las fusiones, aunque sean frías, son lentas. «Más que por trabas jurídicas y administrativas, la lentitud se debe a que existe poco interés entre aquellas cajas que se encuentran en peor situación a perder el poder. «Las cajas que están en el punto de mira, no tenían ni que estar negociando. Se debería acelerar todo el proceso de fusiones al máximo y las entidades financieras deberían acatar las decisiones de la autoridad monetaria pertinente. El retraso es totalmente injustificado y la reforma planteada es muy buena en cuanto a la reordenación del sector y respecto al cambio del marco jurídico y legal para que sean empresas con acciones. El principal problema es que esta reestructuración se tendría que haber planteado hace varios años porque las cajas se gestionan por criterios políticos y eso es inviable porque las decisiones políticas no son siempre decisiones financieras correctas».

Las cajas se defienden

Mientras, desde el sector de las cajas de ahorros se defienden, y argumentan que el ritmo que lleva el proceso de reestructuración de estas entidades es el adecuado, y señalan que el 94% del sector «se está moviendo». De 45 cajas que había al inicio del proceso, 40 están integrándose. Por tanto, lo que se dice «parado» el sector no está. Fuentes financieras advierten de que no se trata de «meter prisa o no al sector, sino de ser realistas», ya que se trata de un proceso muy complejo que supone «el mayor cambio jurídico en la historia de las cajas en España» y que, además, da un plazo de seis meses a las comunidades autónomas para adaptarse.

Las mismas fuentes explican a Empresa que el sector está ante el proceso de integración más rápido y más grande de la historia, y todo ello a pesar de «la falta de normativa reguladora para SIPs, no completada hasta julio de este año y de la adaptación de la nueva ley».

Las cifras están ahí para constatarlo. Frente a la concentración anterior, en la década de los 90 (cuando de un total de 87 cajas, se redujo el sector en un 43% hasta quedarse en 50 entidades en tan sólo cuatro años), el sector pasará en aproximadamente un año de 45 cajas a 18 grupos financieros, una reducción de capacidad del 60%.

El sector pasará en un año de 45 cajas a 18 grupos financieros

El propio presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato, contestaba esta misma semana al digamos «ultimátum» que planteaba el gobernador del Banco de España momentos antes. «El calendario que nos hizo el gobernador coincide plenamente con el que estamos trabajando desde Caja Madrid para tener una entidad organizada a principios de 2011, que es la fecha que nosotros mismos nos fijamos», insistió Rato, que aprovechó además para ironizar sobre «las recomendaciones de velocidad que se nos hacen desde el sector», en referencia a los bancos que critican que el proceso de fusiones de cajas va lento. «Lo entiendo pero no hay mucha experiencia en los procesos de fusión de cajas y son muy complejos».

Las cajas alegan que sus procesos de integración no van tan lentos

Desde Analistas Financieros Internacionales (Afi), Ángel Berges, socio y consejero delegado de la firma, considera que el proceso no va tan lento como se quiere dar a entender y está de acuerdo con la «queja» de las cajas de ahorros en que hay muchos trámites que llevan su tiempo. En un primer momento se tuvieron que poner de acuerdo todos los consejos —allá por el mes de julio—, posteriormente las Asambleas se tuvieron que pronunciar de manera favorable —meses de septiembre y octubre— y ahora la pelota está sobre el tejado de las comunidades autónomas, que disponen de tres meses para emitir un comunicado y manifestar si tienen algún tipo de inconveniente sobre el proceso de reestructuración de las entidades financieras. «Las comunidades tienden a agotar el plazo porque quieren salvaguardar su posición, no sufir cambios en lo que a obra social se refiere, que el tejido empresarial no pierda... Por eso —señala Berges—, las trabas administrativas suponen ir a paso más lento. Aún así, como ya ha dejado patente Rodrigo Rato, las entidades bancarias han necesitado hasta tres años para culminar una fusión».

¿Mala imagen financiera?

Sin embargo, a ciertos sectores no les valen las explicaciones de los primeros espadas del sector y culpan a las cajas de ser las responsables de la mala imagen financiera de España en el exterior desde hace meses. Antes de que se iniciase la reestructuración, acusaban a estas entidades de «estar enladrilladas». Tras el inicio de inyecciones del FROB y la reforma de la LORCA, las críticas se dirigieron hacia la recepción de ayudas públicas (10.190,50 millones de euros a devolver en un plazo de entre tres y cinco años a un tipo de interés del 7,75%). Ahora, las quejas se centran en su lentitud para acometer la mayor reconversión del sector financiero en treinta años.

«Es una acusación, como mínimo, simplista, ya que la imagen de España está condicionada por la capacidad de pago de la deuda pública, más que por cualquier otro factor», señala un directivo del sector. La prima de riesgo de España se ha disparado en los últimos días por encima de los 200 puntos básicos, pero «sería muy ingenuo pensar que eso es culpa de la supuesta lentitud de las cajas», añade.

Analistas financieros coinciden en advertir que el recrudecimiento de las críticas se produce en un momento en el que los bancos han sido especialmente castigados en Bolsa. El incremento del riesgo-país tiene un efecto directo sobre la capacidad de los bancos para financiarse en los mercados mayoristas. El inversor institucional no quiere asumir un doble riesgo (banco y, español) lo que encarece la financiación del sector en unos mercados ya de por sí muy tensionados.

Es muy posible que 2011 sea el peor año del ciclo para el sector financiero

Esta situación se produce tras confirmarse que, a diferencia de lo que se pensaba, 2011 será el peor año del ciclo para el sector financiero. «No hay negocio para todos, los márgenes son cada vez más pequeños y las fortísimas dotaciones que exige la morosidad, hace necesario reducir el número de jugadores a cualquier precio», apunta una fuente financiera.

No es extraño, por tanto, que con este caldo de cultivo se haya acentuado una guerra por captar pasivo a cualquier precio. El banco Santander rompió la baraja hace unos meses al lanzar un depósito al 4%, que ha obligado al resto de competidores a reaccionar en mayor o menor medida.

Ajuste para todos

No obstante, y pese a las críticas, lo cierto es que las cajas han dado varios pasos para adaptarse a las nuevas circunstancias. De los 14 procesos de integración que vive actualmente el sector financiero español, 13 lo protagonizan las cajas y sólo uno los bancos. Es cierto que las cajas crecieron proporcionalmente más que sus competidores durante el ciclo expansivo, pero no lo es menos que con las vacas flacas han acaparado casi en exclusiva el ajuste. Fuentes del sector cifran la reducción de empleos en el sector de las cajas tras los procesos de integración anunciados en alrededor de 15.000, lo que puede dejar su fuerza laboral en el entorno de las 110.000 personas, una cota muy próxima a la de los bancos.

Los sistemas financieros que han recibido ayudas en todo el mundo son los grandes competidores de nuestros bancos y cajas

También, añaden las mismas fuentes, se cerrarán muchas más oficinas de cajas que de bancos y varios de los proyectos de integración anunciados generarán nuevas entidades, que pondrán a prueba la resistencia de unas estructuras centenarias y su capacidad para adaptarse a un entorno más volátil que nunca. «Todo un reto para el sistema financiero español. Un reto al que, más allá de las rencillas propias de la competencia diaria, el sistema financiero español debe afrontar unido para elevar las probabilidades de éxito», comenta un alto directivo de una caja española.

No hay que olvidar que los sistemas financieros de media Europa y de Estados Unidos han recibido un explícito y millonario apoyo público que ha permitido a los bancos de esos países sortear la crisis con ayuda extra y competir en mejores condiciones que los bancos españoles. Esos sí son, en estos momentos más que nunca, los directos competidores de la gran banca española. Por tanto, el partido, digamos, se juega a nivel global, no nacional.

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