Dcoop negocia para hacerse con el 100% de Pompeian, la primera marca de aceite en EE.UU.

Lo cierto es que hace meses ya que se habla de esta operación, que según Luque se ha retrasado debido a la incertidumbre generada por la guerra arancelaria abierta por la nueva Casa Blanca. A partir de ahí, el empresario ha afirmado que la negociación está en un estadio final, sin cerrar la puerta a que el socio estadounidense pudiera echarse atrás, de nuevo, por la inestabilidad de la situación comercial: «Ellos pueden pensar que es mejor esperar, porque a lo mejor piensan que con la devaluación del dólar, que con esta situación de aranceles, la compañía puede que valga menos hoy que dentro de dos años».

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Sobre las razones que han empujado a la cooperativa andaluza a lanzar la oferta, su presidente ha apuntado a la muerte prematura del CEO de Pompeian, David Bensadoun, en julio de 2024. Bensadoun era miembro de la familia Devico -propietarios de Pompeian desde 2009- y el verdadero cerebro del crecimiento de la marca en EE.UU., por lo que su desaparición abría la puerta a un cambio en la gestión. «Con nuestros socios nos llevamos bien, hay una buena relación. Lo más lógico es que nos quedemos nosotros con la compañía», ha indicado Luque.

De salir adelante sería una transacción histórica y que afianzaría a Dcoop aún más en un mercado que consume 400.000 toneladas de aceite al año, lo que lo convierte en el segundo del mundo detrás de España, y que muestra una sensacional capacidad de resistencia a los precios, incluso en el nuevo escenario que ha abierto el arancel del 15% a todas las importaciones europeas en ese país. Estados Unidos es la joya de la corona, y para ejemplificarlo, Luque ha recordado que durante la crisis de producción que atravesó el sector en 2022-2023, el consumo de aceite de oliva de los estadounidenses apenas cayó un 10%, mientras que en España lo hizo un 30%.

La estrategia de Dcoop no se detiene ahí, pues su presidente ha sido muy claro en que su opinión es que en el sector se tienen que consolidar grupos de productores grandes, con integraciones verticales y que tengan capacidad de acceder a nuevos mercados. Preguntado sobre la compra de Deoleo -su principal competidor-, un asunto que durante mucho tiempo ha sido la comidilla en el sector, Luque no se ha cerrado a esa posibilidad: «Si llega una oferta la estudiaremos con cariño».

Con todo, Dcoop no deja de crecer en un mercado en el que los precios no lo están poniendo fácil. Tras una crisis de producción que duró dos años y en la que el litro de aceite en los lineales llegó a estar en el entorno de los diez euros, la campaña de este año ha empezado con un desplome del 30%, lo que impedirá que la cooperativa andaluza vuelva a registrar la facturación récord de más de 1.500 millones de euros que se anotó el año pasado.

Precisamente por eso, Luque se ha metido de lleno en la polémica por el Decreto 84/2021, una norma aprobada este año por el Ministerio de Agricultura -y amparada por la legislación europea- que permitirá al Gobierno obligar a las almazaras a retirar producto cuando los precios amenacen la rentabilidad de las pequeñas explotaciones, aunque este año no va a ser necesario aplicarla porque España cerrará con una producción cercana a 1,4 millones de toneladas, similar a la del año pasado. Pese a las críticas de la CNMC, que en una nota reciente advirtió al ministerio de que la norma puede dañar la calidad y subir precios, Dcoop ha vuelto a posicionarse -como viene haciendo desde hace tiempo- a favor de la intervención del mercado, si en años venideros se hace necesaria.

«Cuando leo algunas cosas de de la CNMC, yo digo, Dios mío, aquí no habrá gente que se informe bien antes de opinar sobre algo», ha afirmado Luque, para quien el Decreto no tiene por objetivo mantener los precios, sino evitar un hundimiento y, tan importante como eso, las fluctuaciones. En opinión de la primera cooperativa del mundo, las sensacionales variaciones que se dan año a año en el precio del aceite -debido al clima- impiden que las empresas puedan trazar estrategias de mercado a largo plazo, por lo que estiman necesario asegurar un mínimo que de previsibilidad al sector. En esto cuentan con el apoyo de las organizaciones agrarias, que, como ya explicó ABC, advierten de que un 25% de las explotaciones de nuestro país son insostenibles por debajo de los 3,2 euros el kilo.

Por la misma razón, la estabilidad de precios, Luque ha insistido también en la pertinencia de que nuestro país se dote de una estrategia coherente en la gestión del agua para convertir miles de hectáreas de secano en regadíos, sin descartar trasvases, nuevos embalses o mecanismos de aprovechamiento. Y lo cierto es que en esto hay coincidencia con la opinión de la Comisión Europea. En un encuentro con periodistas el pasado martes, el comisario de Agricultura, Cristophe Hansen, insistió en que el futuro del sector en España pasa por invertir en irrigación.