La cuesta de septiembre más cara de la historia: «¡Y luego quieren que tengamos hijos!»
El IPC se ha disparado un 23% en un lustro, lo que aboca a muchas familias a gastar la mitad de la nómina en la 'vuelta al cole'
El sueldo y la estabilidad laboral empujan a la mitad de los adultos a opositar o planteárselo
Madrid
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónLas familias españolas han pagado una media de 449 euros por equipar a sus hijos con todo lo que necesitarán (ropa, libros y material escolar) durante el curso escolar que empieza mañana. Esto supone un 11% de sus ingresos si se tiene en cuenta el ... salario medio neto en España (2.003 euros, según una estimación a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística), cifra que se eleva al 22% para los que tienen dos hijos o al 33% si hay tres.
Añádase a esto la nevera vacía, fenómeno inherente al fin del período estival, y el gasto se eleva al 24% de la nómina de las parejas con un hijo y al 50% para las familias numerosas. Según el último informe de consumo del Ministerio de Agricultura, las primeras gastan 537 euros mensuales en la cesta de la compra y las segundas, 664. Y con lo que queda, aún hay que hacer frente al pago de las actividades extraescolares, el transporte, el comedor escolar y algo más para los padres de la concertada.
La renta de los jóvenes ha caído un 10% desde 2008; la de los mayores aumenta un 8%
Xavier VilaltellaFedea y el Consejo General de Economistas advierten de la necesidad de un nuevo pacto intergeneracional que asegure la sostenibilidad de las pensiones y el sostenimiento del PIB
Este es el aspecto que luce este año la 'cuesta de septiembre', que, si de la pandemia a esta parte ya venía mostrando una gradación cada vez más ascendente, en 2025 es más empinada que nunca. Después de las vacaciones de verano más caras de la historia (los hoteles de tres estrellas están por encima de los 100 euros la noche), septiembre recibe a los españoles con una inflación que ha escalado un 23% en los últimos cinco años.
Para los padres el final de las vacaciones nunca ha sido fácil, pero en 2025 este grupo tan sufrido recibirá un mazazo doble. Al avance orgánico del IPC, esta vez hay que añadirle los cambios en la tributación del IVA introducidos por el Gobierno en enero y el apagón eléctrico del pasado 28 de abril, dos 'recados' que han encarecido las partidas de gasto que más les afectan.
El mazazo del IVA
Pasado lo peor de la crisis inflacionaria que siguió a la guerra de Ucrania, el año pasado el Ejecutivo decidió recuperar la tributación normal del IVA para la cesta de la compra, situándolo en el 4% para los alimentos básicos y en el 10% para la pasta y el aceite de girasol, frente al 0% y el 5% que venían disfrutando hasta entonces respectivamente. Solo esto explica una cuarta parte del encarecimiento de los alimentos en estos últimos ocho meses; con todo, desde 2020 la subida es del 35%.
Y a esto, como ya se ha avanzado, se suma la factura de la luz. Si los precios ya venían tocados desde enero por la recuperación del IVA fijo del 21%, en abril recibieron otro empujón de manos del apagón, que obligó a Red Eléctrica a recurrir al gas para asegurar el suministro, a costa de subir los precios. En los últimos cinco años la luz se ha encarecido más que ninguna otra partida, un sensacional 38%.
Todos estos datos macroeconómicos aterrizan como un castigo en la vida de Diana Mohino (40 años), una madrileña casada y con dos hijos que asegura que la inflación –a falta de una subida salarial– ha acabado con su capacidad de ahorro. A vuelapluma, trata de recordar todo lo que va a tener que pagar este mes de septiembre: 500 euros en uniformes, 310 en libros, 300 por el comedor escolar, 100 de las clases de inglés, 48 para el fútbol de Pelayo (8 años), 78 por la gimnasia rítmica y las clases de flamenco de Blanca (5 años) y 200 euros por un primer viaje al supermercado que no le valdrá ni para una semana. «Me ha costado doscientos euros llenar el carro, nunca me había pasado esto», se lamenta. En total, son 1.500 euros en una vuelta al cole que ha esquilmado su nómina y la de su marido.
Esta pareja tuvo vacaciones de verano, pero, como ya se las veían venir, por primera vez en muchos años decidieron cambiar el hotel por unos días de apartamento. Los suyos son sueldos «normales», comenta a este diario, y a pesar de ello están «asfixiados» –tanto por los precios como por la difícil conciliación–, y culpa, además de a la inflación, a la falta de ayudas –asegura que solo cuenta con los préstamos de libros escolares de la Comunidad de Madrid– y al «maltrato» que sufren «los que tenemos hijos».
El material escolar, 449 euros por hijo
Los libros, uniformes y el resto del material escolar se han encarecido un 36% desde 2020, según datos obtenidos por ABC de la comparación entre varias consultoras.
Este matrimonio asegura que les gustaría tener otro hijo pero que no se lo pueden permitir, y resulta paradójico, pues la razón de que no reciban más beneficios fiscales y descuentos es la falta de ese tercer vástago, que marcaría el umbral para pasar a ser considerados familia numerosa.
Y más paradójico aún es que, si esta pareja decidiera no detenerse en el tercero y tener cuatro o cinco hijos, serían víctimas de una legislación estatal y autonómica que discrimina a los que van más allá de la calificación de familia numerosa, según denuncia a ABC Eduardo Galicia, vicepresidente de la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN).
El castigo por tener más de tres hijos
El Ingreso Mínimo Vital, el complemento de infancia, la ayuda al desempleo o incluso las bonificaciones autonómicas para los comedores escolares... Todas estas ayudas están ligadas a la definición legal de familia numerosa, lo que se traduce en un esquema en el que, a partir del tercer hijo, ya no se tiene en cuenta los que puedan llegar más a la hora de establecer los límites de renta que se deben justificar para acceder a las subvenciones. Según Galicia, esto lleva a situaciones tan injustas como que, en Castilla-La Mancha, una familia con cinco hijos puede quedarse fuera de las ayudas para comedor o transporte público por tener una renta superior a los 9.437 euros.
La opinión de Galicia es que sucesivos gobiernos han ignorado las necesidades de los padres, y pone de ejemplo lo sucedido con la Ley de Familias que propuso el actual Ejecutivo, que acumula un año y medio de atasco en el Congreso y más de cincuenta prórrogas del plazo de enmiendas. Desde FEFN no están de acuerdo con buena parte de los supuestos de esa norma, pero aun así su vicepresidente opina que el hecho de que el Parlamento haya aparcado la ley ejemplifica hasta qué punto han caído en el olvido las necesidades de los padres.
Esa norma, entre otras cosas, prevé que los progenitores solteros con dos hijos pasen a la categoría de familia numerosa. Precisamente eso es lo que necesita Eva Colera (Madrid, 41 años). Con dos hijos a cargo, Eva sobrevive con un trabajo de maestra interina que la expone a ganar 1.650 euros netos cuando la llaman y 480 euros de subsidio cuando no tiene esa suerte, cosa que durante el curso anterior fue la tónica durante la mayoría de los meses. Es una historia, por cierto, que a muchos resultará familiar, pues Eva es uno más de tantos maestros de nuestro país que sufren las consecuencias del abuso de la interinidad por parte de la Administración pública. Baste este dato para ilustrarlo, y es que un tercio de los empleos destruidos en agosto eran de profesores. Desde el inicio del verano el sector ha perdido 255.137 afiliados, la mayoría interinos que no van a volver a trabajar este curso.
Sin ahorros, este año Eva ha tenido que gastar 350 euros en material escolar, cien en la matrícula de las actividades extraescolares y 250 en llenar la nevera. Sus padres tienen que echarle una mano, pero eso no evita que tenga que hacer también malabarismos, como apagar la calefacción en invierno cuando Zoe (6 años) y Leo (4 años) no están en casa o poner la lavadora entrada la noche. «Aunque no mucho, porque los vecinos se quejan», bromea. «Paso frío», reconoce, pero no le importa porque «la prioridad son ellos».
«Los criterios para recibir las ayudas de las Administraciones discriminan a los que tienen más de tres hijos»
Eduardo Galicia, vicepresidente de la FEFN
Si Eva fuera una madre viuda tendría la consideración de familia numerosa y por tanto descuentos en la factura de luz y gas, material escolar, gimnasios u ocio. Pero no es el caso, así que tiene que competir con los otros padres de su escuela para arañar alguna beca. Como se apuntó con tiempo, este año ha conseguido dos plazas para que puedan hacer baloncesto el pequeño y baile la mayor durante el curso que empieza. Para Eva era muy importante tenerlos ocupados por las tardes, pues necesita tiempo porque trata de sacarse una oposición y obtener la plaza fija de profesora. «Las familias monomarentales nos sentimos abandonadas. ¡Y luego quieren que tengamos hijos!», se lamenta.
Veronica (44 años) y Norberto (45) encajan en el perfil de la clase media típica española. «No ganamos para tirar cohetes», afirman, pero con previsión y algo de imaginación son capaces de resistir a septiembre. Compran los materiales con tiempo, reciclan la ropa y, si hace falta, afilan las pinturas de los niños «y ya valen para otro año», explica ella. Y aun así, se van a gastar más o menos unos 500 euros este mes. «Mi sueldo no ha crecido como los precios, por eso siempre doy gracias a Dios de que trabajemos los dos», zanja esta madre de tres.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete