Cuerpo tuerce los planes de Yolanda Díaz en jornada, salario mínimo y despido
Defiende subir alrededor del 3% el SMI frente al 4,4% de Trabajo, ir despacio con el recorte de la semana laboral y no es partidario de endurecer el despido
Con el apoyo de La Moncloa, aterriza los objetivos de la vicepresidenta y busca la reconciliación con los empresarios
Yolanda Díaz pacta con los sindicatos reducir la jornada en 2025 sin apoyo político
Madrid
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Iniciar sesiónEl ministro de Economía, con María Jesús Montero en la sombra, se ha convertido en el muro de contención de los planes de la vicepresidenta segunda, reproduciendo así un escenario de confrontación como los vividos con Nadia Calviño, que llegaron a ser de alto ... voltaje en reformas como la laboral o la del desempleo. Entonces, todos los encontronazos, al menos lo de mayor trascendencia económica, terminaron escorándose hacia los argumentos defendidos por la ahora presidenta del Banco Europeo de Inversiones, no sin que antes Pedro Sánchez tuviera que escuchar de su responsable económica varios amagos de abandono del Gobierno.
Los roces en el Ejecutivo de coalición llevan siendo una tendencia en desde un principio, como las diferencias de criterio entre el Ministerio de Trabajo y el de Economía, a veces con choques sutiles, y otras con declaraciones públicas pero de perfil bajo. Pero nunca antes se habían producido unas acusaciones del nivel de las que lleva vertiendo en las últimas semanas Yolanda Díaz contra Carlos Cuerpo. Ha dicho de él que «es de mala persona» por oponerse a recortar media hora la jornada, le ha acusado de injerencias. «Ni Nadia Calviño se atrevió a tanto», también dijo.
El choque por cómo desplegar la reducción de jornada ha terminado abriendo un nuevo cisma en el Gobierno con ministras como Margarita Robles o Elma Saiz apoyando al titular de Economía en un nuevo pulso con repercusiones en la economía, que busca, por parte del ala socialista y por ende de Pedro Sánchez, cortar las alas a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, que en sus horas más bajas en el terreno político busca acuerdos laborales que le insuflen oxígeno y, como ella mismo dijo, que sus hazañas laborales se estudien en las universidades.
Los primeros roces públicos entre Cuerpo y Díaz, al menos los que trascendieron, se produjeron poco antes de que la vicepresidenta segunda sellara con los sindicatos un pacto para recortar la jornada a 37,5 horas sin recorte de salario. Entonces el ministro de Economía defendió que la medida debía desplegarse sin prisa, en 2026, y con una red de apoyo para que las pymes pudieran acatar la ley, además de tener en cuenta la realidad parlamentaria. Su idea, en línea con la que defienden los empresarios, era dejar que fueran venciendo los convenios e ir, de forma paulatina, poniendo en marcha la nueva semana laboral. Los primeros planes de Díaz era aplicar ya en este ejercicio ese recorte horario, pero tuvo que claudicar y sellar un pacto con UGT y CC.OO. que hacía de este 2025 un ejercicio de adaptación para las empresas, para pasar a ser de aplicación obligatoria en 2026. Todo ello suponiendo que pasara el trámite parlamentario; hoy no lo habría hecho, dado que PNV y Junts mantienen sus reticencias.
A este primer choque siguió una retahíla de críticas a Cuerpo. Al «es de mala persona» se pasó a reflexiones como «vuelvo a ser la única a la que se le invaden las competencias. Imagínese -dijo- que yo ahora dijera lo que pienso de las prácticas bancarias que se autorizan desde el Ministerio de Economía, cosa que no hago». Acusó al ministro de querer reventar el acuerdo con los sindicatos que tildó de «sagrado». «Ni Nadia Calviño -señaló- se atrevió a tanto».
Apoyo a las pymes
El último encontronazo tuvo lugar con los tiempos. Los planes de Díaz era que el recorte de jornada se aprobara en el primer Consejo de Ministros del año, cosa que no ocurrió, lo que dio pie para que acusara públicamente a su homólogo en Economía de vetar y bloquear el pacto con los sindicatos. Cuerpo lo negó y retiró su compromiso con el recorte de jornada, aunque, eso sí, con tiempos más pausados, que tengan en cuenta la realidad de la economía y a empresas y sectores. Busca analizar con detalle los impactos de la reducción en la economía, intentar que las empresas se suban al acuerdo y diseñar un plan de apoyo para las más pequeñas, lo que negó Díaz a CEOE después de que la patronal rechazara una primera oferta y se descolgara del pacto.
Tampoco hay sintonía entre ambos ministerios con la subida del salario mínimo para este ejercicio. Tampoco hay sintonía entre ambos ministerios con la subida del salario mínimo para este ejercicio. La ministra de Trabajo ya ha avanzado que su intención es elevarlo desde los 1.134 euros brutos al mes actuales, repartidos en 14 pagas (15.876 euros anuales), hasta los 1.184 euros (16.576 euros anuales), lo que supone una subida del 4,4%, en la parte más alta de la horquilla recomendada por sus propios expertos; Economía es más partidario del entorno del 3%, que es el porcentaje en el que ha crecido la economía (3,3% interanual en el tercer trimestre de 2024). Las centrales quieren alzas de entre el 5% y el 6%, los empresarios no se pronuncian pero sí llevan tiempo alertando de los efectos sobre el empleo, teniendo en cuenta que desde que gobierno Pedro Sánchez, el SMI ha subido ya un 54%.
Indemnizaciones más caras
Los planes de Yolanda Díaz pasaban por implantar la jornada de trabajo de 37,5 horas este mismo año e, inmediatamente, abordar un cambio legislativo en la fórmula que determina las indemnizaciones por despido improcedente. Es la próxima batalla que quiere librar tras el fallo del Comité de Derechos Social, dependiente del Consejo de Europa, que el pasado mes de julio daba la razón a una demanda de UGT contra el Gobierno en la que consideraba que dicha indemnización no era lo suficientemente reparadora de los daños al trabajador despedido de manera improcedente, ni disuasoria para el empresario.
Su idea era convocar a los agentes sociales de forma inminente tras cerrar el capítulo de la jornada y poner en marcha en España un 'despido a la carta' que tenga en cuenta la circunstancias personales del afectado. Pero sus planes en este caso también pueden torcerse, teniendo en cuenta que Economía y el ala socialista recuerdan que la decisión del Comité no es vinculante y que las indemnizaciones en España están bien tasadas. Ya durante la tramitación de la demanda de UGT quedaron claras las discrepancias. Entonces, los ministerios de Economía y de Justicia, que fueron los encargados de redactar las alegaciones a la demanda de UGT, defendieron que la indemnización en España sí cumple la Carta. «El Gobierno rechaza los alegatos de UGT y pide al Comité que declare que no se ha violado la disposición de la carta invocada», reflejaba el argumentario que prepararon los dos ministerios.
Ahora queda por ver si en estos nuevos roces entre Trabajo y Economía hacia quien se inclina la balanza. Los empresarios siguen con expectación el espectáculo mientras UGT dice que su interlocutor con el Gobierno sigue siendo Díaz... salvo orden contraria.
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