La inflación amenaza con disparar el precio de las autopistas de peaje un 8,4% desde enero
El Gobierno trabaja en alternativas con las concesionarias para evitar un incremento histórico a partir de enero
Los autobuses de largo recorrido serán gratuitos en 2023
Competencia afea la ambigüedad de Transportes con los peajes
El Gobierno tiene poco más de diez días para evitar un incremento histórico del precio de las autopistas de peaje. Los contratos de concesión de estas vías establecen que el precio de las carreteras para 2023 se actualizará con el IPC medio entre noviembre de ... 2021 y noviembre de 2022. Un cálculo que da como resultado una subida del 8,4% para el año que viene. Un aumento inédito en los últimos años que además se podría ver incrementado en las carreteras donde las concesionarias han realizado inversiones adicionales.
El Ministerio de Transportes ya estudia posibles alternativas para suavizar la subida. Todo pasaría por llegar a algún tipo de acuerdo con las concesionarias para que las empresas privadas que gestionan las autopistas subieran menos los precios de lo que corresponde a cambio de algún tipo de incentivo articulado por el Gobierno.
¿Qué incentivos se barajan? Fuentes del Gobierno aseguran que todavía está «todo abierto« y no hay ningún plan sellado. Desde el sector privado, en cambio, deslizan tres posibles vías para compensar a las concesionarias de cara al próximo ejercicio.
La primera pasaría por alargar el periodo de la concesión, es decir, ampliar el periodo que esa empresa gestionará los peajes de una determinada autopista. Otra opción es acometer una subida más moderada y pagar la diferencia en caja. Y la última posibilidad pasaría por diferir el incremento de los precios en los próximos ejercicios. Las fuentes antes señaladas destacan que la solución podría ser tanto una de estas opciones como la combinación de varias, siendo la ampliación de las concesiones la menos probable de todas.
El Gobierno ha decidido no renovar las concesiones de autopistas de peajes que han ido venciendo desde su llegada al poder en 2018. Así ocurrió con la AP-1 en noviembre de ese mismo año, con la AP-4 a principios de 2020, con la AP-2 desde agosto de 2021 y con varios tramos de la AP-7. Por todo ello, ampliar súbitamente el periodo de concesión de algunas autopistas de peajes supondría dar un paso inesperado que además significaría dar un giro de 180 grados en la estrategia del Ejecutivo en materia de movilidad interurbana.
Desde el Ministerio de Transportes, no obstante, confirman que están en contacto con las concesionarias y tienen intención de limitar esta subida. Lo cierto es que incremento del 8,4% del precio de los peajes chocaría con la evolución del precio de otros medios de transportes. El Gobierno ha decidido mantener la gratuidad de los trenes de Cercanías y Media Distancia durante todo 2023, mientras que las tasas aeroportuarias subirán un exiguo 0,69% para el año que viene.
Además de ello, la subida supondría el incremento más alto en lo que va de siglo para las vías de alta capacidad de pago. En 2022, las autopistas de peaje se encarecieron, de media, del 1,97%. Y en ninguna carretera la subida ha llegado hasta el 3%.
El tráfico de las autopistas de peaje todavía no ha alcanzado los niveles de 2019 en España. Según fuentes del sector, factores como el teletrabajo y la incertidumbre económica han lastrado el tráfico de estas carreteras, que todavía no se han recuperado por completo de la crisis originada por la pandemia del coronavirus.
Llegada de nuevas tasas
Pero la subida del precio de las tarifas de 2023 no es la única incertidumbre que rodea a las vías de alta capacidad. El Gobierno sigue jugando al despiste con la posibilidad de tarificar las autovías. La ley de movilidad es sumamente ambigua con esta opción –lo que ha despertado críticas por parte de la CNMC, tal y como ha publicado este periódico–, pero la implantación de nuevos peajes no está ni mucho menos descartada.
El sector pone como fecha clave 2024. Para empezar, porque el año que viene será año electoral y el Ejecutivo quiere aplazar el debate. Y además, porque es en 2024 cuando el Gobierno se ha comprometido con Bruselas a implantar peajes en las autovías, tal y como viene recogido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a la Comisión Europea para lograr fondos europeos. Según estas mismas fuentes, la opción más «lógica» sería implantar en primer lugar una ‘viñeta’ mientras se desarrolla tecnológicamente un sistema de pago por kilómetro.
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