El PIB apenas avanza un 0,2% en el tercer trimestre y azuza el miedo a una recesión técnica

El crecimiento de la economía española ha pasado de un ritmo del 6,8% respecto al año anterior, determinado en parte porque en la primera mitad de 2021 aún persistían restricciones a la actividad por las medidas de contención contra el Covid, a uno del 3,8%, mucho más acorde con el desempeño real de la economía.

Este dato confirma los augurios trasladados en los últimos días por institutos de análisis y de forma accidental por algún alto cargo del propio instituto estadístico sobre un adelanto del frenazo económico que se esperaba en principio para el próximo otoño y augura un largo estancamiento hasta la primavera.

El dato de avance del INE se construye a partir de una visión parcial de los indicadores económicos que se conocen hasta la fecha -la mayoría de los que incluye solo tienen en cuenta julio y agosto- y está muy determinado por el comportamiento del empleo, que como mostró este jueves la EPA ha perdido gran parte del empuje que mostró a principios de año. El dato definitivo incorporará principalmente datos del desempeño exterior de la economía española, uno de los segmentos en que mayor confianza está mostrando el Gobierno.

Según los analistas consultados, la incorporación de esa información aún no disponible podría añadir alguna décima extra al PIB como ya ha ocurrido tanto en primer trimestre como en el segundo, en los que el INE ha terminado revisando al alza el dato. No obstante, el frenazo de la economía es irrefutable y aproxima un escenario de estancamiento que se podría traducir en una recesión técnica transitoria entre finales de este año y principios de 2023. Ahora es más probable que el crecimiento en esos trimestres sea negativo.

En el tercer trimestre hay un puñado de indicadores que ya han caído en territorio negativo. El dato de avance del INE detecta una contracción de actividad en ámbitos como el gasto de las empresas, la inversión en vivienda y la producción de la construcción, las actividades financieras y las actividades inmobiliarias. Además, la demanda nacional y la demanda externa se están ralentizando a la vez por primera vez desde la pandemia.

En el tercer trimestre la demanda nacional contrajo su aportación al Producto Interior Bruto, que se situó en 0,8 puntos, 1,1 puntos inferior a la del segundo trimestre, mientras que la demanda contribuyó con 3,0 puntos, 1,9 puntos inferior a la del trimestre pasado.

El gasto en consumo final repuntó un 0,3% respecto al mismo trimestre de 2021, seis décimas menos que en el segundo trimestre. El gasto en consumo final de los hogares experimentó una tasa interanual del 1,5%, lo que supone 1,0 puntos menos que en el trimestre pasado, en tanto que el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas presenta una variación del −2,7%, dos décimas superior a la del trimestre precedente.

Las exportaciones de bienes y servicios aumentaron un 18,0% respecto al tercer trimestre de 2021, es decir, 5,1 puntos menos que en el trimestre anterior. Esta variación se produce por un incremento en las tasas interanuales de las exportaciones de bienes (del 1,8% al 2,7%), compensado por una desaceleración de las exportaciones de servicios (del 97,9% al 64,6%). Dentro de éstas, la tasa de variación del gasto de no residentes en el territorio económico desciende 217,3 puntos (del 374,1% al 156,8%).

Las importaciones de bienes y servicios variaron un 9,8% al alza respecto al mismo trimestre del año anterior, 1,0 puntos más que en el segundo trimestre. Esta aceleración se explica por el crecimiento en las importaciones de bienes (del 5,1% al 6,6%), compensado en parte por la disminución en la tasa interanual de las importaciones de servicios (del 28,9% al 27,4%). Por su parte, el gasto de residentes en el resto del mundo desacelera en 53,2 puntos su variación interanual este trimestre (del 127,0% al 73,8%).

La remuneración de los asalariados presentó un crecimiento interanual del 4,8% en el tercer trimestre, 2,8 puntos inferior al del trimestre anterior. El empleo mostró un cierta ralentización en lo que se refiere a la creación de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, pero mantuvo el tipo en cuanto al número de horas trabajadas, más por la aportación del sector público que por los asalariados del sector privado. En los últimos doce meses se han creado 540.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.