«La unidad de mercado es clara y fundamental para cualquier empresario»

Concluye el ciclo de entrevistas a los tres candidatos a presidir CEOE que se han presentado por el momento con Joan Rosell, de la patronal catalana

inés baucells

JOAN CARLES VALERO

Joan Rosell vive en campaña desde la vuelta del verano. Ganó hace un mes su última reválida en la presidencia de Fomento del Trabajo, donde lleva 15 años. Venció a Joaquim Boixareu, que contaba con el apoyo nacionalista y, con el respaldo de los órganos ... de gobierno de la patronal catalana, ha sido el primero en postularse candidato a la presidencia de la CEOE, tomando el testigo del fundador de la patronal española, el también catalán Carlos Ferrer Salat. Presidir una eléctrica (Enher) le dio experiencia en la lidia con las administraciones en actividades reguladas. Es experto en temas energéticos y uno de sus cuatro libros está dedicado al petróleo. No cree que los precios del crudo vayan a continuar la escalada de precios actual, aunque advierte que lo podría argumentar tanto a favor como en contra. Es culé pero no ha seguido la “due diligence” de la actual directiva realizada sobre la época de Joan Laporta y, por tanto, no se pronuncia. En lo que sí se moja es en la necesidad de valentía para afrontar las reformas para salir reforzados de la crisis. Dos horas antes de la entrevista, celebrada este viernes, Rosell dijo ante un millar de titulados mercantiles y empresariales que “el Estado debe tener músculo, pero sin grasa”; que “el debate no debe centrarse en si hay que aumentar o reducir el gasto público, sino que el gasto público, necesario porque los impuestos crean civilización, debe ser el mejor para que el bienestar sea sostenible”.

«Es hora de hacer cosas y parar de anunciar reformas»

-En la conferencia que acaba de pronunciar ante los titulados mercantiles y empresariales de Barcelona ha hecho un repaso de la situación y ha hablado de reformas y de alguna ruptura, pero no ha quedado claro en qué se debe ser rupturista...

-Hay una serie de reformas que defendemos desde hace tiempo, pero hay que ponerlas en la práctica y eso implica que no todo se puede dejar de la misma forma que hasta ahora. Hay que reformar el mercado laboral, la educación, la justicia... Y en las reformas de más profundidad a veces se rompen cosas, pero tampoco hemos de tener ningún miedo en romperlas cuando no están bien.

-¿Es hora de arriesgar?

-Es hora de hacer cosas. Hay que parar de enunciar las reformas y empezar a definirlas y ponerlas encima de la mesa, explicarlas y ser lo más pedagógico posible para intentar convencer a la sociedad de que no son momentos para el inmovilismo, sino momentos de arriesgar, hacer cosas, tirar para adelante y, a lo mejor, dar dos pasos y retroceder uno. Pero no podemos dejar las cosas tal como están porque llevamos demasiado tiempo y algunas se nos han quedado viejas y ya no son como hace 30 años.

-Pase usted del dicho al hecho y si llega a ser presidente de la CEOE, ¿cuáles serían las tres primeras medidas que tomaría?

«Los empresarios no somos partidarios de ponerlo todo patas arriba»

-La CEOE tiene unos órganos de gobierno, con comisiones que estudian los temas y los ponen sobre la mesa. La junta directiva los decide y lo que el presidente hace es expresarlo públicamente. No porque sea uno u otro va a decir cosas diferentes el presidente de la CEOE. Lo que defendemos lo llevamos diciendo durante mucho tiempo y, de cara al futuro, vamos a repensar lo que decimos y cómo lo decimos y poner las prioridades. Lo decimos nosotros y nos lo dicen desde fuera. Es evidente que hay que poner las reformas en marcha y cuanto antes, mejor. Los empresarios estaremos al lado de cualquiera que esté a favor de las reformas, las afronte y se arriesgue.

-Entonces, ¿el presidente sólo marca su estilo? En las recientes elecciones en Fomento del Trabajo su lema ha sido “Renovación con sentido común”. ¿Lo mantiene en la CEOE?

-Los empresarios no somos partidarios de poner todo patas arriba. Se ve en las empresas, que no les damos la vuelta de hoy para mañana. Se miran las cosas y se analizan y las que conviene cambiar se cambian y las que no, se dejan.

-Usted es partidario de la gestión privada del aeropuerto de Barcelona. ¿También del resto de instalaciones aeroportuarias de España?

«El sector público puede controlar bien los servicios públicos en manos privadas»

-Cuando uno tiene responsabilidades, le saca resultado a las cosas. Es el caso de la gestión de los aeropuertos y de la concesión de muchos servicios públicos, que funcionan perfectamente en lo privado y lo público-privado. Eso hay que potenciarlo. Los servicios públicos en manos privadas son muchos y están funcionando regularmente, porque el sector público los puede controlar y evaluar.

-El Consejo de Ministros ha aprobado un calendario para recuperar el diálogo social y seguir con las reformas, en este caso de las pensiones. ¿El escenario de las próximas municipales y autonómicas de primavera entorpecerá los acuerdos?

-Las elecciones entorpecen siempre la actividad de los gobiernos y cuantas más elecciones haya, más problemas tienen los gobiernos, porque al final tratan de no perder votos a consecuencia de sus propuestas fuertes. Le pasa a todos. Obama y Sarkozy han hecho reformas y han tenido los resultados electorales que han tenido y Cameron ha puesto encima de la mesa unas reformas y, probablemente, les perjudicará a todos en las elecciones. Pero eso lo hacen los políticos buenos, los que arriesgan y ponen los problemas encima de la mesa y aportan soluciones. Desde el mundo empresarial estamos a favor de todos los políticos que arriesguen y aporten soluciones y las lleven a cabo, independientemente de si les resta votos o no.

-Históricamente, se logra salir de las crisis con un coste político a través de un cambio de Gobierno. ¿Alargar la actual legislatura supone, según esa tesis, prolongar la agonía española?

-La economía española ha entrado en una crisis de caballo, igual que la mundial. En el 2007 era todo euforia y en 2009 la catástrofe. Pasamos del blanco al negro en año y medio. La economía mundial decrecía el 0,6% en 2009 y este año crecerá al 4%. Parece que buena parte de la economía mundial está ya en la senda de la recuperación. Desgraciadamente, no son los datos de España, que con suerte crecerá este año sólo una décima.

- No me ha contestado a los supuestos beneficios del cambio político para salir de la crisis.

-Las legislaturas son de cuatro años y está en manos de los 350 diputados del Congreso y del Senado y lo que digamos los demás tiene poca importancia. Lo que vota la sociedad es lo que vale y esas son las reglas del juego y, por tanto, no especulemos con cosas que no son si se tiene una mayoría.

-¿Hace falta en España un David Cameron que diga las cosas por su nombre y las ejecute con valentía?

-Los señores Cameron y Osborne han hecho una campaña electoral y unos discursos muy importantes. Analizaremos dentro de dos o tres años lo que dijeron y lo que acabarán haciendo. No veamos los titulares, sino los contenidos y las realidades para comprobar hasta qué punto han sido valientes y han gestionado bien lo que están diciendo y veremos resultados. Las cosas hay que analizarlas por los hechos y no por los titulares.

-El vicepresidente Chaves ha recuperado la vieja propuesta del Gobierno de que los funcionarios cobren por objetivos. ¿Es un primer paso, aunque el ministro de Trabajo desconozca el proyecto?

-La eficacia de la productividad de los funcionarios ya existe, aunque podría funcionar más. La reforma de la función pública es uno de los asuntos pendientes, porque en este país hay funcionarios, pero también montones de contratos laborales con fijo e indefinido. Cada vez tienen que parecerse más los que trabajan en el sector público con los del privado. Esa es la tendencia. Tendremos que hablar en el futuro, porque cada vez más, las diferencias entre trabajador privado y público tienen que ser las menores posibles.

-¿Es la misma línea de lo manifestado por el flamante presidente del Instituto de la Empresa Familiar (EF), Isaac Andic, partidario del despido de funcionarios?

-Es de sentido común. Tanto los trabajadores públicos como los privados deben tener incentivos y si trabajan más y mejor, tienen que tener más remuneraciones y al contrario, una penalización. En el futuro deben tener los mismos derechos, garantías y responsabilidades.

-¿Qué hacer con la estructura de la Administración en aquellas competencias transferidas a las comunidades autónomas?

-Es uno de los grandes temas. Hemos hecho crecer la Administración de forma brutal, tanto la territorial como la local y la autonómica sin desmantelar la central. Hay más de dos mil competencias transferidas y siguen existiendo funcionarios solapados de esas mismas competencias. Para más inri, en la administración territorial se ha copiado lo malo de la central y algunas veces también lo bueno, pero en todos los casos se ha hecho demasiado grande. Tenemos un exceso de Administración; la hemos hecho crecer demasiado en los últimos 25 años, aunque algunos dicen que es inferior que en Italia, Francia o Alemania. Pero ahí hay que decir que debemos copiar lo bueno, no lo malo.

-Algunos municipios, como el de Madrid, tienen dificultades para financiarse. ¿Hay que permitir la quiebra de los Ayuntamientos?

-Debe tratarse de que todos y cada uno de los ayuntamientos tengan la suficiente responsabilidad para endeudarse en lo que realmente pueden. El Ayuntamiento de Madrid ha hecho unas grandísimas inversiones y, lógicamente, se ha endeudado, pero si tienen un plan para el pago de la deuda, como lo tienen, no creo que existan problemas para atenderla. Eso no podrían decirlo otros ayuntamientos españoles que suman una deuda de 32.000 millones de euros. Los más de 8.000 ayuntamientos que hay en España no pueden seguir existiendo tal y como están, haciendo prácticamente las mismas cosas que otras administraciones Es un debate que hemos de abrir, estudiar y cerrar. No podemos decir las cosas durante mucho tiempo sin analizarlo y sin entrar al detalle. En Reino Unido abrieron el debate sobre los organismos locales, vieron que eran demasiados, hicieron un plan, lo ejecutaron y en estos momentos es una administración mucho más ligera.

-Sus rivales le definen como catalanista...

-Hasta la fecha, no he visto ninguna declaración acerca de mi persona por parte de ningún candidato de la CEOE. Si hay alguna, me encantaría leerla.

-¿Cómo definiría usted a sus rivales?

-Son compañeros del comité ejecutivo y los conozco desde hace muchos años. Sé lo que opinan, cómo son y no voy a ser yo quien diga nada de ellos.

-¿El señor Benegas intenta combatir una supuesta imagen de enemigo del diálogo social?

-Yo no se lo he oído decir nunca.

-Y del señor Herrero se dice que es excesivamente próximo al PSOE...

-El señor Herrero es presidente de la patronal andaluza, que es importantísima, y con la que mantenemos relaciones privilegiadas, tanto institucional como personalmente. Lo que hace el señor Herrero es estar de la mejor manera posible con el gobierno de su comunidad autónoma, porque es su deber, como es el mío en Cataluña, estar bien con el gobierno que ha estado, el que está y el que vendrá. La obligación del presidente de Fomento, igual que del presidente de la CEOE, es estar a buenas con todos los gobiernos y también la oposición que haya en todos los momentos.

-Ha aparecido un cuarto candidato, Manuel Pizarro o, en su defecto, Arturo Fernández...

-Habrá que preguntárselo a ellos si son candidatos, porque hasta mediados de diciembre hay plazo para presentarse. Hay 800 personas en la asamblea de la CEOE y todos pueden ser candidatos. Muchos presidentes de sectoriales y de territoriales tienen las características necesarias para ser presidentes de la CEOE, porque tienen experiencia, conocen las organizaciones y saben lo que tratamos.

-¿Tantos candidatos no complica las elecciones?

-Podría haber más candidatos sin ningún problema. Lo que pasa es que estamos acostumbrados a que nunca hayamos celebrado elecciones. Es bueno lo uno y lo otro, tener y no tener elecciones.

-En Fomento dijo usted en la noche del recuento de las papeletas que son las mayorías las que tienen que gobernar y ningún candidato de su rival está en los órganos directivos. ¿Seguirá la misma máxima en la CEOE o está dispuesto a una fórmula de integración?

-Cuando uno se presenta a unas elecciones, lo lógico es que acabe gobernando la mayoría resultante. Siempre gobiernan las mayorías, porque para eso están las elecciones. Eso tiene que quedar muy claro, porque si no no se llega a las elecciones. La integración es mucho más fácil antes de las votaciones que después, porque entonces se complican los equipos y los compromisos previamente cerrados.

-¿Está usted por un pacto previo a las elecciones?

-No estoy ni por una cosa ni por la otra. Hay unos plazos, unos reglamentos. Tenemos hasta mediados de diciembre el plazo para presentar candidaturas y elecciones el día 21. Todo es posible.

-El Círculo de Economía sorprendió recientemente con una defensa de la reforma Constitucional. ¿Considera agotada la España autonómica fruto de la Transición?

«Las 17 autonomías generan cada año alrededor de 800.000 páginas en el BOE junto a otras 90.000 del propio BOE»

-Es la ley actual que tenemos y lo que todos hemos querido. Todo el mundo empresarial está abierto a cualquier reflexión de futuro, siempre que el objetivo sea el mejor funcionamiento del Estado. Estamos absolutamente a favor de cualquier mejora. Por ejemplo, las 17 autonomías crean un importante galimatías porque generan cada año alrededor de 800.000 páginas en el Boletín Oficial del Estado, que sumadas a las 90.000 que edita el propio BOE, arroja un número bastante indigerible para el funcionamiento diario de las empresas. Reconvertir esto en algo más fiable y más fácil de entender, irá en beneficio de las empresas, que lo que queremos es tener buenas leyes, a largo plazo, reglamentos lo más inteligibles y, sobre todo, simplicidad. También nos preocupa que en una autonomía se pueda hacer una cosa y en otra comunidad no se pueda. Eso no gusta a ningún empresario, sea español, francés o italiano. Por tanto, la simplicidad en las leyes, un mercado lo más amplio posible y unas reglas del juego muy claras es básico. La unidad de mercado es una cosa absolutamente clara y fundamental para cualquier empresario español, francés o de cualquier país.

-Agravio fiscal, concierto económico...¿Cómo resolver el encaje de Cataluña en España?

-Lo que hay que hacer es ver donde estamos y estudiarlo en profundidad, porque ya tenemos perspectiva histórica. Hemos de ponerlo encima de la mesa y ver qué alternativas viables hay y discutirlo de la mejor manera. Creo que hay muchos datos como para poder analizarlo. Es muy importante ver la evaluación de los resultados y del funcionamiento de las competencias. Ha llegado el momento de evaluar las administraciones, tanto la local, como la autonómica y la estatal. Es clave, porque no todo lo que se hace en la actualidad se va a poder seguir haciendo en el futuro. Hay que ver por dónde tenemos que cortar o exigir a la administración para que rebaje costes. El gran problema de España en estos momentos son los gastos generales, básicamente de las administraciones, tanto la central como la autonómica y la local. Mientras en las empresas y en las familias hemos bajado a saco los gastos generales, en las administraciones públicas no lo han hecho y eso es la gran asignatura pendiente de la economía española.

-Usted se significó al acudir a la manifestación en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional que recortó algunos puntos del Estatut. ¿Se ratifica en su posición o siente que esa posición le perjudica?

«Fui a la manifestación contra la sentencia del TC porque me lo pedían los miembros de los órganos de gobierno»

-Fomento no se pronunció ni a favor ni en contra. Yo entendí que había que ir en aquel momento porque básicamente me lo pedían los miembros de los órganos de gobierno. Nuestra posición es muy clara: existen unas leyes, que deben cumplirse y si el Tribunal Constitucional declara que una ley se modifica, pues se modifica y punto, aunque también haya asuntos como el de la Formación Profesional donde el Constitucional se ha decantado para que se haga de una manera y todavía no se hace. El cumplimiento de las leyes es una de las claves más importantes desde cualquier punto de vista.

-¿Al candidato Rosell le crea problemas que a Puigcercós (ERC) se le caliente la boca con declaraciones como que en Andalucía no paga ni Dios?

-Faltaría más que yo me metiera o estuviera de acuerdo o en desacuerdo con las opiniones de todos y cada uno de los candidatos. Aquí todos son libres de decir absolutamente lo que les dé la gana, de argumentarlo y de ponerlo en un papel. Nosotros somos espectadores. En los últimos años, en Fomento hemos intentado involucrarnos lo mínimo posible en las campañas políticas, respetar lo que dicen los políticos en campaña, que a veces exageran, pero especialmente después cuando gobiernan; y lo que tratamos es de influir para que hagan en el gobierno lo que creemos que es conveniente. A veces, con fortuna y otras no tanto.

-¿Los empresarios catalanes se sienten perseguidos por los inspectores?

«Queremos que se legisle menos y mucho mejor»

-Lo que queremos es que haya cuantas menos leyes mejor y mejores. Que se legisle menos y mejor y que los políticos no se crean que han hecho su trabajo cuando han hecho más leyes, sino que lo hacen cuando las han simplificado y las han hecho más fáciles, entendibles y duraderas en el tiempo.

-¿La crisis cría independentistas?

-¿Qué crisis?

-La económica, porque durante los gobiernos de Pujol, en plena bonanza económica, el independentismo era residual y ahora es una realidad de aproximadamente el 25% de los catalanes...

-La crisis es una cosa y la posición de la gente es otra. Según esa teoría, los países que padecen más crisis económica tendrían según qué derivaciones políticas. No es una consecuencia, ni mucho menos. La situación política que hay evoluciona en el tiempo. Cataluña no es un país rupturista de ninguna de las maneras. Lo que quiere Cataluña es que le dejen vivir en paz, pagar los impuestos justos y recibir los servicios necesarios para poder seguir su desarrollo económico. Pero eso también lo quiere todas y cada una de las comunidades. La clave es cómo hacemos que la administración pública sea más eficaz. En estos momentos, el gasto público representa el 42% de nuestro PIB. Y si no hacemos que esa proporción sea lo más eficaz posible, es difícil que el 58% restante no se vea afectado.

-¿Cree que España necesita una profunda regeneración?

«La crisis es una cosa y el independentismo de la gente otra»

-Son las reformas pendientes que nos gustaría hacer. En España, por ejemplo, en educación ¿hemos de pagar a todos los universitarios la carrera? Hemos de empezar a explicar todo lo que nos cuesta. Dar posibilidades a que todo el mundo tenga igualdad de oportunidades. Que al principio, la decisión sea de los padres y luego que se reciba la educación que cada uno quiera y la que se merezca día a día. A todo el mundo, todo el tiempo, es imposible. Ese es uno de los “chips” a cambiar en todos los servicios públicos. Si uno no se responsabiliza de sus cosas y, además de recibir, no da de sí mismo, no puede seguir.

-Hablando de costes. ¿Qué porcentaje de los ingresos de Fomento procede de cuotas empresariales?

-Fomento tiene la gran ventaja de tener un edificio en propiedad desde hace 80 de años y sólo con los alquileres de este edificio están prácticamente cubiertos nuestros gastos fijos. No tenemos ningún problema a recibir más o menos dinero de lo ya recibido en los últimos años como participación institucional. Nuestra economía es absolutamente saludable gracias a que los empresarios catalanes que en 1930 hicieron este edificio con aportaciones de mil pesetas de la época, que era mucho dinero. Fomento es radicalmente distinta a otras organizaciones, porque la hemos hecho con nuestras manos y si recibimos ayudas públicas para hacer más cosas, fantástico, porque las empleamos para formación. Acabamos de ampliar nuestro centro de formación, por el que el año que viene pasarán más de 40.000 alumnos, que es una de las claves de futuro.

-Respecto a mandatos, el presidente Montilla acaba de anunciar que, si gana, sólo gobernará cuatro años más. Usted lleva 15 años en Fomento y acaba de ganar cuatro más. ¿Se compromete a limitar su mandato en la CEOE?

-En Fomento cambiamos los estatutos hace poco y este es mi último mandato y respecto a la CEOE, no sé lo que dicen los estatutos.

-¿Es cierto que, si gana, le ha prometido la presidencia de la fundación de CEOE a Gerardo Díaz Ferrán?

-En estos momentos, él es el presidente de la Fundación y los órganos de gobierno tendrán que decidirlo. Lo fue el señor Cuevas y lo más lógico es que el ex presidente de la CEOE lo siga siendo de la Fundación.

-¿Está a favor o en contra de la libertad de horarios y establecimiento de los comercios de todo tipo, grandes y pequeños? ¿Qué opina de la moratoria existente en Cataluña a la implantación de nuevas grandes superficies? ¿No consolida una barrera de entrada a nuevos competidores?

«Es lógico que el ex presidente de la CEOE siga presidiendo la Fundación»

-Ideológicamente soy muy liberal, pero cuando me pongo la camiseta de Fomento y en el caso de que me ponga otra camiseta, lo que intentaré es que las organizaciones que hablen de estos temas tengan una opinión conjunta y la expresen.

-¿Cuál considera que es el mejor escenario político para los empresarios tras las elecciones catalanas del próximo domingo?

-Un gobierno fuerte y que haga reformas.

-¿Por qué no ha logrado fusionar, tras varios intentos, la patronal Pimec de la pequeña y mediana empresa catalana, con Fomento? ¿No teme que esta organización intente exportar este modelo de patronal de pymes al resto de España?

-La patronal de la pequeña y mediana empresa existe en Fepime con representatitidad en todas y cada una de las comunidades autónomas. En Cataluña hemos intentado hacer una fusión, absorción, colaboración, lo que se quisiera, y no ha sido posible. Normalmente tienen la culpa los dos presidentes.

-La OCDE prevé que el PIB de España crezca un 2% en el horizonte del año 2010 y que la tasa de paro se sitúe por debajo del 17%. ¿Coincide con este pronóstico?

-Es inaguantable para España un 20% de paro y vamos a ir a mejor segurísimo. También es seguro que la economía española va a crecer, porque si el mundo crece al 4%, nosotros no somos ni los más tontos ni los más malos de la película. Segurísimo que vamos a salir de la crisis, pero hemos de salir reforzados y tras hacer reformas, porque no podemos decir que aquí no ha pasado nada para seguir haciendo lo mismo. Han pasado cosas muy gordas y hemos de hacer reformas en profundidad lo más rápidamente posible y lo más profundo posible. Y a ser mejor con el acuerdo de todos, que quiere decir, de la sociedad en su conjunto. Que entienda que sí hay que cambiar.

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