Correos somete a una revisión el acuerdo con Ávoris para rastrear si hay incumplimientos
La ruptura del acuerdo que creó Correos Cargo deja pérdidas de unos 25 millones de euros
Correos pagó casi 9 millones por transformar un avión de pasajeros en otro de carga

Tras prepararla con mimo durante meses bajo la orientación técnica de PwC, la 'joint venture' constituida entre Correos e Iberojet (la aerolínea del Grupo Ávoris) para poner en marcha un servicio de transporte aéreo de paquetes entre Hong Kong y Madrid acabó disolviéndose el pasado ... mes de diciembre tras no alcanzar ni de lejos los objetivos diseñados en el plan de negocio y generar unas pérdidas al operador postal público -que corrió con todo el riesgo del proyecto- que la información a la que ha tenido acceso ABC sitúa en unos 25 millones de euros.
Disuelto el acuerdo piloto entre ambas sociedades tras solo un año de vigencia, la cuestión estriba ahora en el reparto de los costes generados por su mal funcionamiento. Fuentes conocedoras de la relación mercantil que dio vuelo a Correos Cargo aseguran que los antiguos socios discrepan por las condiciones de la liquidación y, en concreto, sobre el reparto del agujero generado durante la aventura.
Cuestionadas sobre este asunto concreto, fuentes del operador postal público aseguran a ABC que «Correos está analizando todos los contratos del año 2022 y su grado de cumplimiento» y que «si se detectasen incumplimientos en alguno, como no puede ser de otro modo, tomará las medidas que considere necesarias en defensa de sus legítimos intereses».
Correos asumió todo el riesgo
Según la información sobre el acuerdo entre Correos e Iberojet a la que ha tenido acceso ABC la cláusula sexta establece de forma explícita que «si los resultados son negativos serán asumidos íntegramente por Correos», que en virtud de la polémica figura contractual usada para justificar la selección directa de la filial de Ávoris beneficiaria de un rescate de 320 millones del Fondo SEPI- debía asumir todo el riesgo y ventura del proyecto.
El contrato estableció, asimismo, que la empresa pública financiaría todos los costes operativos fijos y variables asociados al proyecto en que incurriera Iberojet, que giraría un anticipo mensual a cuenta de los costes previstos el primer día del mes y cada tres meses regularizaría los excesos e insuficiencias de financiación registrados. Entre estos costes se incluía la transformación de las dos aeronaves de pasajeros que Iberojet puso a disposición de Correos en aviones de carga o la transformación del fuselaje de los mismos para lucir el logo de Correos y su reluciente color amarillo.
Rosario de incumplimientos
Las cuitas entre Correos y Ávoris tienen que ver con los incumplimientos del contrato que jalonaron su año de vigencia. Pese a que los aviones debían hacer la ruta Madrid-Hong Kong desde enero, su primer vuelo comercial no se registró hasta el 4 de mayo por los problemas administrativos para obtener los permisos para utilizar un avión de pasajeros como avión de carga.
El segundo avión puesto a disposición de Correos Cargo por Iberojet, que también era de pasajeros y también debía ser adaptado, no obtuvo nunca los permisos para meter carga en la cabina y tuvo que operar durante cinco meses -incluida la temporada alta de noviembre-diciembre- solo con la capacidad de la bodega, lo que limitó a la mitad la capacidad de carga planeada, obligó a incrementar las frecuencias y, por tanto, los costes operativos de cada vuelo; generó unas pérdidas de 200.000 euros por frecuencia e incluso obligó a Correos a contratar vuelos charter con otra compañía, a través de su filial, para no incumplir los compromisos con sus clientes.
El 14 de diciembre, un día antes de finalizar el contrato, Ávoris comunica a Correos que no dispondrá del Milana Bonita, el avión con el que voló hasta el 31 de julio y que debía estar operativo en septiembre, hasta el mes de mayo de este año y ese mismo día Correos comunica a la matriz de Iberojet su decisión de no renovar el acuerdo.
Esto sucedió dos semanas después de que Ávoris comunicara su intención de devolver la ayuda de 320 millones que la SEPI le concedió con el fondo de rescate para empresas estratégicas en la pandemia. Fuentes próximas a Correos aseguran a este periódico que la empresa turística puso sobre la mesa de la SEPI la cuenta millonaria que consideran que Correos aún le adeuda de la aventura de Correos Cargo al liquidar el crédito de SEPI. También que el operador postal, por su parte, baraja asimismo solicitar una reparación por presuntos incumplimientos de contrato.
Fuentes cercanas a Ávoris señalan que a día de hoy no hay reclamación alguna sobre la mesa por parte de Correos, pero reconocen que aún quedan cargos pendientes de cobrar a la compañía postal, sin detallar su importe.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete